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La Gran Bretaña inicia en 2011 una era de austeridad

Mañana aumenta el IVA al 20%, en el marco del plan que, además, suprimirá 300 mil empleos en 5 años.

Gran Bretaña inaugurará una era de austeridad con la entrada en vigor mañana de un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 20 por ciento, la primera de las medidas con las que el gobierno de David Cameron busca reducir el enorme déficit público del país en un plazo de cinco años. En ese marco se incluye el plan de supresión de 330.000 empleos públicos durante los próximos cuatro años y una reducción drástica del presupuesto de prácticamente todos los ministerios.

El incremento del IVA es la primera de las medidas con las que Gran Bretaña abandona las políticas de reactivación económica en favor de la lucha por reducir el déficit público, erigida ahora en prioridad absoluta en toda Europa.

El IVA en Gran Bretaña, que había sido reducido al 15 por ciento por el gobierno laborista de Gordon Brown durante la crisis económica y financiera, fue incrementado luego a 17,5, todavía una de las tasas más bajas de la UE. Ahora, al situarse en 20 por ciento, supera a las de Francia o Alemania, según un informe de Ben Perry y Frédéric Pouchot, publicado por la agencia AFP-NA.

La medida generará más de 12.000 millones de libras (18.700 millones de dólares) de ingresos anuales suplementarios hacia el final de la legislatura y constituye una de las principales cartas del presupuesto de emergencia presentado por el gobierno de coalición de conservadores y liberales.

El plan de austeridad, sin precedentes en la historia del país, busca ahorrar 81.000 millones de libras (unos 126.000 millones de dólares) en menos de cinco años, a los que se sumarán 30.000 millones de libras que se espera recaudar con el alza de impuestos.

La meta del plan de austeridad del gobierno de Cameron es reducir el déficit público británico al 1,1 por ciento del PIB en 2015, desde el 10,1 por ciento en que se encuentra actualmente.

Según las últimas proyecciones oficiales, el plan de austeridad implicará la supresión de 330.000 empleos públicos durante los próximos cuatro años y una reducción drástica del presupuesto de prácticamente todos los ministerios.

La mayoría de los recortes presupuestarios, cuya modalidad de afectación no fue anunciada hasta noviembre, entrarán en vigor a partir del próximo año fiscal, que inicia en abril.

La primavera (boreal) promete ser agitada en Gran Bretaña.

Los sindicatos, que hasta el momento han realizado huelgas de manera esporádica contra las medidas de austeridad, intentarán movilizar a sus afiliados cuando los recortes entren en vigor y esperan organizar protestas a nivel nacional, según han anunciado varias asociaciones de funcionarios.

El otoño (boreal) también vendrá con muestras de descontento, cuando entre en vigor el alza de las matrículas universitarias, que se duplicarán e incluso triplicarán en algunas instituciones.

La medida ya desencadenó una fuerte ola de protestas de estudiantes, cuya movilización masiva sorprendió a un país ya desacostumbrado a las manifestaciones de esa magnitud.

En su mensaje de Año Nuevo, el primer ministro, el conservador David Cameron, reiteró que los sacrificios eran indispensables para reordenar las finanzas públicas y evitar que el país se vea en una situación como la de Grecia o la vecina Irlanda.

“2011 será difícil, ya que debemos atravesar una etapa dolorosa pero necesaria. Sin embargo, estas medidas son esenciales para reordenar nuestra economía y poner a nuestro país en buen camino”, señaló.

Por su parte a los economistas –que por el momento descartan una recaída en la recesión– les preocupa el impacto del plan de austeridad sobre el desempleo y el crecimiento económico, que podría verse afectado también por los vaivenes de la eurozona.

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