Sociedad

Gordofobia

La gorda del pero


En una sociedad que estimula ciertas normas corporales, cualquier “desviación” al estándar imperante puede ser interpretado como una provocación, una ruptura de lo convencional y un constante señalamiento. Bajo esta mirada gordofóbica, se promueve un ideal de belleza y salud que se convierte en una forma de dominación sobre aquellos y aquellas cuyos cuerpos no se ajustan a lo esperable. En este contexto es que venimos observando hace un tiempo una suerte de justificación de lo fallido, de lo erróneo, en tanto corporalidades.

Ante a tanto discurso monocorde, que abusa de la linealidad de la homogeneización frente a la obvia diversidad, emerge una preocupante tendencia: la proliferación de imágenes y discursos protagonizados por personas gordas que demuestran lo que son capaces de hacer a pesar de su gordura. En definitiva, pareciera que subyace de manera latente la idea de equilibrar el desacierto de carnes desmesuradas a partir del uso de la palabra “pero”. Pero es una de las conjunciones adversativas que denotan oposición o diferencia entre la primera frase dicha y la subsiguiente. En una coyuntura gordoodiante como la actual, donde se demonizan las diversidades, quienes cargamos con este estigma de la diferencia, tendemos a caer en una de las tantas trampas que nos tiende el sistema: sucumbir ante la lógica de la validación de la existencia por ser gordo/a/e. La morfología de la oración pretende salvaguardar algo de esa geometría gruesa, que tanto molesta y daña a la moral salutista de la opinología serial. Así nace esta suerte de constructo inconsciente de quienes, reconocidos/as/es como gordos/as/es, hacen (hacemos) uso y abuso del pero. La fórmula que se viene instalando es la siguiente:

GORDO/A/E + PERO + ALGO APROBADO SOCIALMENTE

Soy gorda/o/e, pero tengo relaciones sexo afectivas

Soy gorda/o/e, pero mis análisis de sangre son impecables

Soy gorda/o/e, pero soy linda/o/e de cara

Soy gorda/o/e, pero hago surf

Soy gorda/o/e, pero soy inteligente

Soy gorda/o/e, pero soy flexible

Soy gorda/o/e, pero soy buena gente

La lista es larga, infinita. La lista viene a acreditar, a dar tranquilidad a esta sociedad que sigue despreciando todo lo que sea diverso. Pero también viene a dar respiro a quienes, hartos/as/es de representar todo lo que está mal, pueden hacer/ser/reconocerse en algo que es aprobado por la mayoría (incluso generando algo de admiración).  La ecuación brinda respiro a quienes, cansados de representar todo lo que se considera “incorrecto, feo, erróneo”, encuentran una mirada de aprobación en algún aspecto de sus vidas

¿Porque debemos seguir reclamando ser simplemente aceptados/as/es (y respetados/as/es)? Con el recurrente uso del pero, ¿no estamos perpetuando el mismo discurso dañino que nos afecta? ¿Acaso siempre habrá que pregonar por el merecimiento de respeto porque se nos denigra por ser personas gordas?

Tanto es el daño recibido (y muchas veces creído) que terminamos cayendo en la apología reduccionista del pero, que termina validando contra todo lo que luchamos. En la justificación subyace la idea del error. Por ello invitamos a reflexionarnos y pensarnos para dejar de replicar esta forma de opresión capacitista y trascender la sutileza de un discurso gordofóbico tan “inocentemente” instalado. Más allá de las formas, de las elecciones, de los gustos y colores, somos personas. De esta manera es esencial romper con el estigma de ser aceptados/s/es a partir de la reducción de las identidades a meros estándares corporales, impuestos por industrias millonarias que lucran a costa del dolor y la frustración de una parte de la sociedad.

***

*Licenciada en Ciencia Política (UNR), militante por la diversidad corporal, anticapacitista, docente de Problemáticas de la Discapacidad, Sociología de la Discapacidad, y de Metodologías en la UGR, trabajadora en la Secretaría de DDHH de la UNR. Columna de opinión “Cuerpas mutantes”. Miembro fundacional de IG: @alicya.para.iberoamerica (Asociación por la liberación corporal y alimentaria para Iberoamérica). IG: romina.sarti

Comentarios

10