Ciudad

Operativo por las balaceras

La Federal allanó una casa por error y luego sus moradores recibieron amenazas

Una familia vivió 8 horas de miedo cuando la fuerza de seguridad que responde a Nación irrumpió con violencia en su vivienda, la madrugada de este jueves. Allí estaba una madre con sus tres hijas de 20, 6 y 2 años. Después, los vecinos a los que apuntaba el operativo les advirtieron que no hablen


Mariana y Javier viven en Crespo al 3700. Durante la madrugada de este jueves, la Policía Federal realizó una serie de allanamientos –40 en total– en el marco de la investigación por los ataques a tiros contra dependencias del Poder Judicial y domicilios vinculados a jueces y fiscales. En uno de los procedimientos, equivocaron la numeración del domicilio e irrumpieron con violencia en la casa de la pareja, que no tiene antecedentes penales ni relación con las personas buscadas.

El domicilio que tenían que allanar era el de Crespo 3869, pero ingresaron al de la numeración 3877. Allí estaba Mariana junto a sus tres hijas. Los uniformados violentaron las puertas, utilizaron material explosivo para forzar las aberturas y destruyeron parte del mobiliario de la vivienda. Mientras accionaban, las obligaron a mantenerse en silencio y quietas. Fueron, en total, unas ocho horas –relataron– las que estuvieron a merced de los policías por un procedimiento con información errónea. “Utilizaron como oficina de la Policía Federal el living de nuestra casa”, dijeron sus habitantes. Pero no todo terminó allí.

Javier relató a El Ciudadano el difícil momento que vivió durante y después del procedimiento equivocado. El error de los federales los puso en una situación extrema: su familia sufrió luego amenazas por parte de los moradores de la vivienda con la que confundieron su casa, y en la que la Policía irrumpió tras percatarse del error. La situación se tornó insostenible y ahora quieren mudarse de barrio para recuperar la tranquilidad.

“Fue más o menos a las 5 menos diez de la mañana del jueves. Yo no estaba, porque trabajo de noche. Estaba mi esposa, que me envió un mensaje de texto relatándome que escuchó cómo estaban allanando casas linderas. De repente, me avisa que estaban dentro de nuestra vivienda”, dijo el hombre.

“Yo no lo podía creer, les pedí a mis compañeros (de trabajo) que me lleven. Cuando quise entrar en mi casa, primero la Policía me cacheó y luego pude ver que estaban mis hijas sentadas al lado de sus camas. No dejaban que mi mujer alce a la menor. Las apuntaron con armas. Por suerte no lloraban”, relató Javier.

“Mi casa es una propiedad horizontal de uno de los pasillos de un condominio donde hay cinco casas, unas que dan al frente y otras al fondo, como la mía. La que tenían que allanar es la del frente, que tiene un comercio, y a la que conocen bien porque no es la primera vez que vienen”, contó Javier.

Amenazas

A los daños materiales producidos durante el allanamiento se sucedieron las amenazas. Fueron al final del mismo día, y por parte de las moradoras del domicilio que debían allanar. Una mujer que vive allí, demorada y liberada por la tarde, encaró a Javier cuando salió de su casa para dar una nota a un medio de comunicación. “Ojo Javier con lo que decís, acordarte que tenés hijas”, dijo que lo increpó su vecina.

“Yo no puedo vivir más ahí, me siento amenazado, tengo familia y temo por la integridad de mi esposa y de mis hijas”, explicó.

Javier  vive en calle Crespo desde hace 12 años. Ahora, al menos, pretende que el Estado responda por lo que pasó. “Está para protegerte, y no tenemos por qué pasar por esto”, se quejó.

Parte oficial

La Policía Federal detalló que en el domicilio de calle Crespo que tenían que allanar y que requisaron tras el procedimiento equivocado, entre Presidente Quintana y Biedma, encontraron restos de marihuana en el inodoro y bochitas de una sustancia blanca similar a la cocaína.

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