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Soberanía tecnológica

La Facultad de Ingeniería pondrá en marcha un laboratorio único en el país para maquinaria agrícola

Este jueves, la casa de estudios de la UNR firmó una alianza estratégica con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial que permitirá apuntalar la industria nacional del sector y posicionarse mejor en los mercados externos


El sector agrario es el de mayor incidencia en las exportaciones de la Argentina y en gran porcentaje está dado por comodities o derivados de granos, pero involucra, también, actividades con valor agregado tanto con destino al mercado interno como al externo, y ahí apuntó la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Rosario con la iniciativa de un “Centro de Ensayo y Desarrollo de Maquinaria Agrícola” único en su tipo del país.

La Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura (Fceia), tal su nombre completo, firmó este jueves un convenio con el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y la propia UNR que permitirá apuntalar a empresas nacionales para terciar en un mercado tentador: el que da cuenta de los nuevos requerimientos tecnológicos internacionales para las maquinarias agrícolas y agropartes. 

El Centro de Ensayos tendrá sede en instalaciones de la Facultad. La alianza estratégica fue rubricada por el presidente ejecutivo del Inti, Rubén Geneyro, el rector de la UNR, Franco Bartolacci, y la decana de la Fceia, Graciela Utges.

La idea es poner en funcionamiento una referencia local y regional de ensayos de seguridad y calidad de implementos y maquinas agrícola. Era un hueco a cubrir: Argentina no reglamenta muchos de esos requerimientos porque no existen en el país laboratorios específicos que permitan realizar las evaluaciones y ensayos de los equipos producidos por la industria local.

Ese déficit tiene consecuencias, porque la industria, para exportar sus productos, está obligada a comprar componentes importados que sí están certificados en el exterior o, como alternativa, requerir servicios de certificación más allá de las fronteras con aceptación global.

Otro de los ejes del proyecto refiere al flujo inverso, porque la inexistencia de un laboratorio de ensayo en el país impide evaluar los productos importados y verificar que cumplan con los estándares nacionales, que en general siguen los preceptos de los aceptados internacionalmente. Así, queda sujeta a la documentación de los proveedores la garantía de los componentes importados.

Vinculaciones que fortalecen la región y el país

El “Centro de Ensayo y Desarrollo de Maquinaria Agrícola” reúne las capacidades existentes en el Inti y la UNR en un único espacio, aportando el equipamiento de ambas y potenciando sus respectivos conocimientos y know-how.

A través de este espacio, se podrán centralizar la mayoría de los ensayos establecidos en la norma Iram 8076, contar con un sistema de calidad trazable a laboratorio de ensayos internacionales, de manera que los ensayos tengan validez global, ofrecer un laboratorio para fabricación y evaluación de prototipos de maquinaria agrícola y vial y establecer líneas de investigación asociadas a la necesidad regional, de nuevo, mediante la articulación con instituciones regionales.

La iniciativa, cobra mayor relevancia aún para el país si se considera que la realización de ensayos y evaluaciones funcionales de equipos y agropartes debe contemplar tanto requerimientos mecánicos y operativos, que involucran eficiencia energética y funcional, como especificaciones de diseño.

Y este tipo de ensayos es conveniente realizarlos en las etapas de desarrollo de máquinas. Hoy, la región carece de un laboratorio que reúna los requisitos de calidad y de recursos para ese fin.

Además, el sector de fabricantes de maquinarias agrícolas es uno de los más activos en el desarrollo de nuevos productos y mejora de los existentes. Muchos de estos desarrollos se basan en las visitas a muestras y exposiciones internacionales de maquinaria agrícola en las que se presentan tecnologías desarrolladas en otros lugares, sin considerar las particularidades de la región.

A partir de ahora, será posible incorporar las especificidades locales, ganando en independencia y soberanía respecto de los desarrollos tecnológicos externos.

 

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