El teléfono espera, impaciente, deseando un guiño positivo. Sabe que la llamada está al caer, aunque nadie puede anticipar cuál será el mensaje. De este lado, la dirigencia leprosa, en la cabeza de Cristian D’Amico. Del otro lado del charco, Maxi Rodríguez, el hijo pródigo que los hinchas quieren ver de nuevo con la casaca leprosa.
Las charlas comenzaron hace un tiempo. Pero la dirigencia siempre supo que presionar a la Fiera no era la mejor idea. Se le trasmitió el deseo de tenerlo en el Parque, obvio. Pero nunca se le puso un plazo para su decisión.
Maxi ya confesó que quiere volver. Lo hizo público. Reiteró que el final de su carrera será con la casaca leprosa. Pero no se puso fecha de retorno. Puede ser ahora, o en el peor de los casos en diciembre.
En Peñarol lo quieren retener. Le ofrecieron seguir al menos hasta fin de año para jugar la Copa Sudamericana. Pero todavía no les dio el sí, y en el Parque no pierden la esperanza.
La Fiera está instalado desde julio del año pasado en Montevideo, y lo acompañan su mujer y sus hijas, que están yendo al colegio en Uruguay. Tal vez ese sea un punto que también juegue en su cabeza.
Pero la familia también tira desde Rosario. Y Maxi está ante la chance casi impensada de compartir plantel junto a sus dos primos, Alexis y Denis, los hijos de Petete. Justamente Denis, o Loquillo para sus compañeros, está de visita en estos días por Montevideo, y mete presión para la vuelta.
“Entre hoy y mañana hablaré con Maxi, no hay que apurarlo, sé que se va a juntar con la gente de Peñarol, si tengo q agarrar el auto e irme a Uruguay lo hago”, confió D’Amico.
El llamado es inminente. Maxi se comprometió en no estirar la decisión. Si decide volver ahora, será toda una revolución en el Parque. Sino, será en diciembre, y los hinchas leprosos deberán esperar un poco más por un regreso que todos desean.
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