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La defensa de Constanzo

Haciendo mención al testimonio del detenido Jaime Dri y referencia varios pasajes del libro “Recuerdo de la muerte”, de Miguel Bonasso, su abogado pidió la absolución del Tucu. Hoy seguirá con su descargo.

Lucía Demarchi

Con el alegato del abogado del represor Eduardo Constanzo continuó ayer la argumentación de las defensas en el juicio oral y público que se sigue a cinco personas en el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario por delitos de lesa humanidad cometidos en centros clandestinos de detención (CCD) de Rosario y alrededores durante la última dictadura militar. El defensor oficial Germán Artola, durante más de seis horas, recordó algunos de los relatos que se escucharon en el recinto, mencionó varias veces el libro “Recuerdo de la muerte”, de Miguel Bonasso, y también parte de los alegatos de las querellas, para intentar separar a su defendido de los otros cuatro acusados. Si bien recordó que el Tucu Costanzo “tiene cinco pedidos de prisión perpetua en este juicio” y que “eso afecta la decisión de los jueces”, solicitó su absolución.

En la mañana de ayer prosiguió el alegato de las defensas en el juicio oral y público a represores. Esta vez fue el turno del abogado defensor Germán Artola, quien representa al ex agente civil de inteligencia Eduardo Tucu Constanzo, quien desde el 31 de agosto de 2009 está siendo juzgado junto a los oficiales del Ejército Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña y Daniel Amelong, y al agente civil de Inteligencia Walter Dionisio Pagano por delitos de lesa humanidad.

Artola comenzó haciendo alusión a las leyes de obediencia debida y punto final por las cuales la responsabilidad sobre distintos actos recaían en las personas que tenían capacidad de tomar decisiones, algo de lo cual un agente civil quedaba exento. Luego de citar variada jurisprudencia, sostuvo que “como las leyes de obediencia debida y punto final son constitucionales, Constanzo debe ser absuelto”.

También pidió que se declare la nulidad de todo lo actuado porque se violó la garantía de juez natural, que sostiene que “nadie podrá ser juzgado por otros jueces que los designados con la constitución”. Para Artola, el Tribunal que en este caso juzga a Constanzo debería ser preexistente a la fecha de comisión de los hechos. Como el Tribunal Federal se creó en 1992 y los hechos ocurrieron quince años antes, “todo lo actuado debe anularse”.

El abogado solicitó además a los integrantes del Tribunal Oral Federal Nº1, integrado por Otmar Paulucci, Beatriz Barabani y Jorge Venegas Echagüe, la nulidad de los requerimientos de elevación a juicio porque, según su criterio, los mismos no describen de forma clara qué hizo el Tucu y por qué delitos se lo juzga.

“No se ha establecido qué acciones de Constanzo deben ser llevadas a juicio y tampoco se entiende si mató o colaboró”, sostuvo el abogado, para quien Constanzo fue nombrado “por unos pocos testigos”.

“No se puede concluir que haya intervenido. Algunos piden que se lo condene a prisión perpetua como coautor. La fiscalía, dentro de la causa Guerrieri, pide que se lo condene como autor, pero no explica cómo llegó a esa conclusión. Lo mismo pasa con los requerimientos de las querellas. Nadie dice cuál fue la conducta de Constanzo”, remarcó ayer, antes de solicitar la nulidad de todos los requerimientos de elevación a juicio y de todo lo actuado.

Luego fue desgranando varias de las declaraciones de testigos, entre ellas las del ex detenido desaparecido Jaime Dri y también lo relatado en el libro “Recuerdo de la muerte”, de Miguel Bonasso, basado en entrevistas con Dri, en investigaciones y con toques de ficción, aunque su relato es demoledor y por sobre todas las cosas, real.

Alrededor de las 19, Artola pidió seguir al día siguiente ya que iba a tocar un “punto medular del alegato, que merece el mayor de los cuidados y la mayor de las dedicaciones”. Por este motivo, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta las 10 de hoy.

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