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La Cumbre de Copenhague comenzó con viento a favor

La Convención de la ONU espera llegar a un acuerdo que permita reducir las emisiones contaminantes.

Unos 110 jefes de Estado estarán en Copenhague, junto con 15 mil científicos.
Unos 110 jefes de Estado estarán en Copenhague, junto con 15 mil científicos.

La Convención sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (ONU) se inició ayer en Copenhague, Dinamarca, en una atmósfera de esperanza de poder llegar a un acuerdo que permita reducir las emisiones contaminantes en reemplazo del Protocolo de Kyoto que vencerá en 2012.

La presencia de más 15 mil científicos, ambientalistas, funcionarios y 110 jefes de Estado, entre ellos el presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, puede ser “una oportunidad excepcional, que el mundo no puede dejar pasar”, sostuvo el primer ministro danés y anfitrión del encuentro, Lars Lokke Rasmussen, durante su discurso de apertura.

“Las diferencias pueden ser superadas cuando hay voluntad política”, añadió el jefe del gobierno danés, quien pidió a las delegaciones de los 192 países que participan de la 15º Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que afronten las negociaciones de forma “constructiva, flexible y realista”.

Por su parte, el jefe de negociadores para las Naciones Unidas y secretario general de la Convención, Yvo de Boer, dijo que “el tiempo se acabó” y que “es momento de unirse y transformar los acuerdos en acciones reales”.

“Tenemos seis días para definir el acuerdo antes de que lleguen los ministros y luego sólo unas horas antes del arribo de los jefes de Estado, previsto para el 17 y el 18 de diciembre”, recordó De Boer.

“El tiempo acabó. Es hora de estar unidos, de transformar los acuerdos en acciones reales y pensar en los millones de niños en el mundo”, agregó.

De Boer reclamó metas vinculantes en la protección del clima así como la confirmación inmediata de ayuda financiera por más de 10.000 millones de dólares anuales de 2010 a 2012 para los países pobres.

Los 11 días de deliberaciones, durante los cuales se confrontarán las posturas de los países desarrollados y los emergentes, deberían concluir con un nuevo marco que defina las reducciones de gases de efecto invernadero, apuntando a que la temperatura del planeta no aumente más de 2 grados.

En este sentido, el presidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, Rajendra Pachauri, subrayó la necesidad de reducir el calentamiento global “a entre los 2 y los 2,4 grados. De lo contrario, las consecuencias pueden ser catastróficas”.

De Boer planteó la visión de un “pastel de Navidad ideal” de tres capas, en el que al final de la cumbre podrán arder las velas.

La base de la torta sería un acuerdo para actuar sin demora en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias; la segunda contendría ambiciosas metas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y confirmar las ayudas financieras. La cobertura de la torta consistiría en una visión común para un futuro lejano. Una necesidad imperiosa si se tiene en cuenta que hacia finales del siglo el planeta puede presentar un panorama desolador en materia climática, como describió Pachauri.

Pachauri recordó, citando el cuarto Assessment Report (AR4) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, cuáles son los riesgos que enfrenta el mundo en caso de ausencia de políticas que frenen el cambio climático.

En primer lugar, la disolución de los glaciares a fines del siglo, seguida de un aumento de la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, con estaciones mucho más cálidas, olas de calor y fuertes lluvias.

Se espera además un aumento de la intensidad de los ciclones tropicales y la disminución de las reservas de agua en muchas zonas semidesérticas.

También pueden disolverse los glaciares de Groenlandia, con un aumento del nivel del mar de unos siete metros.

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