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La culpa no es del chancho

Un productor porcino de General Lagos denunció que le robaron 380 cerdos en los últimos 5 años. En total 35 veces sufrió lo mismo. Harto, anticipó que el lunes demandará ante la Justicia al Estado provincial.

Con la voz cansina pero firme, Roberto Mierke, productor porcino de General Lagos, dice que ostenta un récord. No es deportivo, ni tampoco de velocidad. El récord de Roberto –tras padecer el jueves a la madrugada el robo de 32 animales y de otros 12 el último martes– es haber sufrido el robo de 380 lechones en los últimos cinco años. En total 35 oportunidades distintas. “Esto está ya fuera de todas las lógicas. Debo haber superado alguna marca a nivel nacional. No me queda otra cosa más que demandar al Estado provincial. Ya hablé con mis abogados y este lunes, a primera hora, voy a hacer una demanda para que esto tenga eco y que se moleste realmente a quien se deba molestar. Esto ya ha tomado un cariz que es insostenible”, dice con enojo, aunque tampoco pude salir de su asombro.

Según cuenta Mierke, la última sustracción de animales se produjo a las 3.45 de la madrugada de ayer. “Los detecté porque escuché un ruido y porque atacaron a un perro de guardia que tengo. A esto hay que sumarle 12 que me llevaron el último martes. O sea, todavía no había terminado el papeleo y estos buenos señores se vuelven a apoderar de lo mío. Es una cosa increíble. Lo más llamativo es que acá los lechones no terminan yendo a algún criador sino a carniceros, porque me han llevado diez animales de entre 30 y 35 kilos y esos son ejemplares que ya están listos para ser faenados”, relata el productor.

“Esto ya no es un robo menor como dicen los señores jueces. Porque uno trabaja en la medida que puede junto con la Policía, que dentro de sus falencias hace lo que puede. Pero cuando llega a las puertas del juzgado, como es un «robo menor», no intervienen. El tema es que si a un señor juez le roban un televisor, va a ser un televisor; pero si le roban 34 televisores, yo creo que ya es un robo para tener en cuenta”, explica sin poder disimular la bronca.

—¿Y desde la Policía que le dicen?

—En la Policía hay buenos, regulares y malos agentes. Pero esto surge precisamente por la ineficacia de la Policía zonal: no puede ser que en cinco años, la noche que me han robado más después que ésta, lo hayan hecho en un momento que yo tenía un patrullero policial frente a mi casa. Ya robarme con un patrullero frente a mi casa es algo de no creerse.

Sobre el costo económico que le significan estos robos, Mierke indica que “a lo que está cotizada hoy la carne se están llevando entre 250 y 300 pesos por animales a precio de hoy”.

Y la cuenta es considerable: en un lustro, a este productor le sustrajeron en cinco años más 100 mil pesos. “Y no hablemos de animales gordos, terminados –remarcó el productor– que valen hoy en el mercado entre 600 y 650 pesos cada uno”. Sumando estos, el promedio del hurto ya trepa a 150 mil pesos.

“Por eso el lunes voy a ir a la Justicia, porque ya no me cabe otra y alguien se tiene que hacer responsable, porque después yo me vivo haciendo de enemigos. Algunos dicen que soy un bocón, o que es un autorrobo. Si yo me autorrobara o hubiera hecho alguna trampa no trabajo más en mi vida con semejante cantidad de animales: los aseguro, los paso y ya está”, añade.

“La Policía llega siempre tarde. Sólo falta que los ladrones me golpeen la ventana y me inviten a tomar mate”, concluye el productor de 63 años, quien trabaja en el campo desde que tiene 9 y tiene su chacra junto a su familia unos 500 metros al oeste de la planta que la General Motors posee sobre la ruta A012.

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