Espectáculos

La culpa es del capitalismo

En un ensayo sobre el avance impiadoso que produce la ambición del hombre sobre los recursos naturales, situación que produce catástrofes en gran escala en la actualidad, su autor, un ambientalista, revisa las principales problemáticas del país.


ENSAYO
Tierra arrasada. Petróleo, soja, pasteras y migaminería.
Radiografía de la Argentina del siglo XXI
Darío Aranda
Sudamericana / 2015 /432 páginas

Las catástrofes ambientales como inundaciones que afectan a nuestro Litoral y nos hacen recordar el problema de la deforestación para el avance de nuevos cultivos, como el de la soja. Sin embargo, ése no es el único emprendimiento que produce problemas en nuestro país. La megaminería, la extracción de petróleo, las pasteras, agudizan los problemas que genera la acción del hombre en el planeta Tierra y, principalmente en nuestro país.
Darío Aranda, un periodista que recorre constantemente la Argentina para investigar las causas que originan los conflictos con nuestro ecosistema, narró la mayoría de ellos en su libro Tierra arrasada. Petróleo, soja, pasteras y megaminería. Radiografía de la Argentina del siglo XXI, en el que denuncia la complicidad de las autoridades, así como también, la persecución a quienes se oponen a los propósitos empresarios.
En una entrevista con El Ciudadano, el ambientalista cuestiona la capacidad de los gobiernos para hacer frente al desafío medioambiental y afirma, sin ambigüedades, que la culpa del desastre actual de nuestro hábitat es del sistema capitalista.
—¿Qué pensás de la designación del rabino Sergio Bergman como ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable?
—Hago propia una definición que escuché una semana atrás (no me pertenece), es una definición exótica: No conoce el tema, nunca se especializó. A su favor, los anteriores gobiernos siempre nombraron a personas que desconocían la realidad ambiental (salvo Romina Picolotti, a quien no le fue nada bien). Una de sus primeras definiciones (en favor de la minería) no ayuda a pensar que pueda hacer un trabajo que reclaman las organizaciones y muchos sectores de la población.
—¿Cuáles son los desafíos que tiene el gobierno actual en el terreno del medio ambiente?
—Más que desafío creo que es una necesidad, la de priorizar el ambiente por sobre los negocios. Dudo que el actual gobierno lo haga, aunque espero equivocarme.
—En tu libro no queda nada afuera, petróleo, soja, pasteras y megaminerías son cuestionados. ¿Qué es lo peor para esta parte del planeta?
—En realidad quedaron afuera (por tiempo y espacio) la cuestión de la energía nuclear y la pesca, entre otros, que eran temas importantes también. No hay una cosa peor que otra en este tema, y creo que hay que verlo todo como un sistema. Una definición de las organizaciones que defienden el medio ambiente es: “No es el cambio climático el que produce los desastres, es el capitalismo”. Creo que puede ser un buen resumen.
—Decís que los que ofrecen otros caminos para el desarrollo son desoídos. ¿Cuáles serían las principales salidas para un desarrollo sustentable?
—Un ejemplo claro es la soberanía alimentaria que impulsan muchas organizaciones rurales y sociales, concepto nacido de la Vía Campesina (organización internacional), que consiste en producir alimentos sanos para la población, y que cada país decida qué produce, no que se lo impongan las grandes empresas. También las energías renovables tienen un gran desarrollo y no existen políticas públicas sostenidas para su desarrollo masivo.
—¿Qué otras problemáticas ves actualmente?
—El rol de la ciencia como sistema cómplice del extractivismo es un tema que estoy investigando actualmente. Un ejemplo de eso es el propio Lino Barañao, un ministro (Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva) aliado de las grandes corporaciones de transgénicos y agrotóxicos, y que no casualmente fue el ministro que se mantuvo de un gobierno a otro.

Diversas postales de grandes desastres ecológicos

“Tres metros de largo y dos de ancho. Techo y paredes de lonas viejas. Una bandera blanca hecha de apuro con una frase mezcla de pedido y de lucha: «No al desalojo de pequeños productores». (…) Medio centenar de campesinos de Colonia Delicia, norte misionero, fueron desalojados una mañana de septiembre sin previo aviso ni judicialización ni respeto a derecho más básico. (…) La empresa forestal Arandú Sociedad Anónima argumentó que había comprado las 400 hectáreas donde hace décadas viven los campesinos”, denuncia Aranda, en una parte de su texto en el que acusa a los intereses capitalistas del desastre ecológico y de generar problemas permanentemente.
Especializado en extractivismo (petróleo, megaminería, agronegocios y forestales), Darío Aranda es periodista y se desempeña en Página/12; la cooperativa de comunicación La Vaca, y las radios FM Kalewche (Esquel), la Cooperativa La Brújula (Rosario) y Los Ludditas (FM La Tribu). En su recorrida por cada rincón de nuestro país, Aranda acompañó los reclamos de los pueblos indígenas, organizaciones campesinas y asambleas socioambientales. De estas problemáticas dio cuenta en distintos ámbitos periodísticos con notas y tomando testimonios a los involucrados en los diferentes conflictos. También colabora con el Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas y es consultor de Amnistía Internacional.

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