El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, apeló ayer a la unidad de su partido para sacar al país de su severa crisis de deuda, luego de la renuncia de otros dos diputados oficialistas opuestos al ajuste y la advertencia del FMI de que no puede haber marcha atrás en los recortes de gastos.
En un dramático mensaje ante miembros de su partido socialista en búsqueda de apoyo a un resistido plan de ajuste, Papandreu dijo que tanto Grecia como Europa toda enfrentan un momento históricamente crucial, y que seguirá en el cargo hasta superar la crisis, que amenaza el futuro del euro y la estabilidad global.
La debacle financiera que vive Grecia desde el año pasado sumó ayer una seria crisis política que dejó al gobierno de Papandreu al borde del colapso, luego de que el mayor partido opositor rechazara una oferta del premier de sumarse al gobierno a cambio del apoyo de sus diputados al resistido plan de ajuste.
La gravedad de la situación política dio ayer otra vuelta de tuerca con la renuncia a sus bancas de dos diputados socialistas, lo que redujo a sólo dos la mayoría con la que cuenta Papandreu para sacar adelante el proyecto de ley con las nuevas medidas de austeridad, que debería votarse a principios del mes próximo.
Papandreu intenta aprobar en el Congreso un plan de austeridad de cinco años para ahorrar unos 28.000 millones de euros hasta 2015.
El nuevo ajuste, similar a otro adoptado el año pasado que también incluyó recortes de salarios y aumentos de impuestos, desató una feroz ola de protestas en todo el país, incluyendo una huelga general observada el miércoles en coincidencia con una virtual batalla campal en Atenas entre manifestantes y policías.
Para peor, en Bruselas, la Unión Europea (UE) decidió posponer para julio la aprobación del segundo paquete de rescate de Grecia, que los países del área se habían comprometido a aprobar el lunes, y el comisario de Economía del bloque, Olli Rehn, aseguró que no habrá riesgo de suspensión de pagos del país mediterráneo hasta entonces.
El motivo del retraso es la falta de acuerdo entre Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) sobre cómo deben participar los bancos privados, indicaron despachos de las agencias DPA y Europa Press.
Para evitar la quiebra de Grecia, Rehn pidió a los ministros de Economía de la eurozona que desbloqueen al menos el quinto tramo del rescate actual, de 110 mil millones de euros, en su reunión del domingo y lunes.
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