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Fábrica recuperada

La cooperativa de yerba mate La Hoja desafía el futuro

De cara al futuro. El presente de la cooperativa de yerba La Hoja dista mucho de los difíciles años de incertidumbre y hoy disputa nuevos mercados.


De cara al futuro. El presente de la cooperativa de yerba La Hoja dista mucho de los difíciles años de incertidumbre y hoy disputa nuevos mercados.

Para llegar a la actual situación hay que recordar la historia reciente.

En efecto, como ocurrió con otras empresas con prolongadas crisis, una de las yerbateras más importante de San Ignacio, Misiones, tocó fondo.

Sin embargo, en 2008, La Hoja entró en el proceso de quiebra y quienes eran empleados tuvieron que tomar las riendas de la yerbatera para mantener sus puestos de trabajo y seguir con una empresa que tiene más de 100 años de historia, pero ahora bajo la figura legal de una cooperativa.

Como toda fábrica recuperada, los comienzos no fueron sencillos, sobre todo porque La Hoja es una yerbatera reconocida a nivel mundial y fueron varios los que intentaron quedarse con la marca instalada en el mercado por Martín y Cía.

Luego de años de batalla judicial, que incluyó disputas con otros empresarios que pretendieron quedarse con la licencia, la “justicia se expidió para los trabajadores.

Alejandro Fonseca, tesorero de la cooperativa, remarcó que hacerse cargo de la empresa fue una tarea muy difícil para todos, porque la situación cambió y de ser empleados pasaron a tener el mando de la empresa y a repartir los ingresos en partes iguales para todos.

“Somos todos socios y dueños, responsables si nos va mal o bien. Creo que nos irá bien, porque estamos trabajando con entusiasmo”, indicó Fonseca.

Y agregó: “En total somos 124 socios en esta cooperativa, que se ha organizado en tres unidades operativas. En San Ignacio está la central, donde tenemos el domicilio legal y operamos 69 socios; en sede Rosario hay otros 20 socios y en Puerto Mineral (Misiones) están los restantes compañeros”.

Antes de que se declare la quiebra dos empresas intentaron mantenerla funcionando. En diciembre del 2008, luego de ocho meses, la empresa Demirol logró un acuerdo con Martin y Cía, pero cuatro años más tarde debió cerrar por fuertes deudas con la Afip.

Hoy la cooperativa tiene varios productos, entre ellas y la más reconocida en el mercado de la yerba mate es La Hoja, que además de su paquete Premium, está inserta en el mercado la marca Don Lucas y Palermo.

Además venden mate cocido en saquito y té que es producido en la sede de Rosario.

“Hoy tenemos capacidad de producción de 800.000 kilos por mes, con una máquina que envasa 80 paquetes de medio kilo por minuto”, precisó Fonseca.

Por su parte, Esteban Mielnik, secretario de la organización cooperativa, señaló: “Esta forma nos permitió seguir funcionando desde principios de 2016 y hoy tenemos una venta de 450.000 a 500.000 kilos por mes, con tendencia a crecer” En ese marco y según el proceso de producción actual aspiran superar los 500 mil kilos de yerba mate y 25 mil kilos de mate cocido y té mensuales.

Panorama muy complejo en un sector atomizado

El sector yerbatero se caracteriza por una oferta primaria atomizada con casi 18.000 productores donde 75 por ciento poseen entre 0 y 10 hectáreas, 239 establecimientos secaderos y 132 molinos.

Sin embargo, la comercialización final de la yerba mate está oligopolizada en 12 empresas que se distribuyen alrededor de 90 por ciento del mercado y, de estas, las 5 más grandes concentran más de 50 por ciento de las ventas, según reveló un estudio del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

En 2016, particularmente durante el mes de abril y con continuidad en el mes de junio del mismo año, tuvieron lugar sucesivas medidas de fuerza por parte de productores yerbateros en la provincia de Misiones, explicadas por la agudización de las dificultades para los pequeños productores desde el 10 de diciembre de 2015, en un escenario en donde ya persistían con anterioridad marcadas asimetrías entre actores.

En efecto, a finales de abril los productores interrumpieron la cosecha aproximadamente una semana reclamando el incumplimiento del precio pactado y el pago en efectivo por parte de los molinos, ya que se produjeron casos donde la modalidad de pago fue a plazo hasta 300 días inclusive.

A esta situación se agregó el malestar por el bajo precio estipulado para la materia prima.

Mediante la Resolución 72/2016 se fijó para el período abril-septiembre de 2016 el kilo de hoja verde en $ 4,803 (con una suba del 16,9 por ciento interanual y del 12,4 por ciento con respecto al período octubre-marzo) y el kilo de hoja canchada en $ 18,031 (suba del 18,8 por ciento interanual y del 14,2 por ciento con respecto a octubre-marzo).

Sin embargo, el laudo del Ministerio de Agroindustria de la Nación determinó en última instancia un precio menor al sugerido de acuerdo con los estudios de la estructura de costos del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) que arrojaba un importe por muy encima de $ 5 el kilo de hoja verde puesto en el secadero.

Así, el futuro se presenta por demás complejo ya que los pequeños productores yerbateros no lograban cubrir sus costos.

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