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La condición trágica de Arthur Miller, con el actor Imanol Arias, según el maestro Rubén Szuchmacher

El gran director argentino habla del proceso de montaje en España de “Muerte de un viajante”, clásico de clásicos que este viernes se presenta en El Círculo, y que lo volvió a unir con el actor de “Camila” casi tres décadas después de que lo dirigiera en Buenos Aires en “Calígula”


El vínculo del actor español Imanol Arias (Riaño, 1956) con Argentina se tejió al calor de Camila, de María Luis Bemberg, una película icónica del cine nacional estrenada en 1984 que le dio una popularidad inesperada incluso para él mismo, y un amor incondicional de parte del público local que llega hasta el presente, cuando pasaron casi cuatro décadas.

“Hay muchas películas, pero Camila me abrió las puertas de América latina; soy muy consciente que cada vez que vuelvo al país tengo que volver a repasar esta especie de autobiografía que me lleva a hacer todo un recorrido desde aquellos años, los 80, algo que resumo en un enorme agradecimiento y reconocimiento”, dijo Imanol Arias en un diálogo que mantuvo con El Ciudadano en 2017, donde recordó que “todo aquello de Camila me permitió volver y hacer teatro toda una temporada, tener siempre proyectos”.

Aquella vuelta al país en los 90, con planes de teatro con los que volvió en 2018 con La vida a palos, fue para protagonizar una recordada versión de Calígula, de Albert Camus, dirigido por talentoso maestro argentino Rubén Szuchmacher, a quien el actor convocó nuevamente, en medio de la pandemia, para que vuelva a dirigirlo, esta vez en España, con una versión del clásico de Arthur Miller Muerte de un viajante, que el también actor y regisseur había puesto hace muchos años en el país con el recordado Alfredo Alcón como protagonista, y que tras su paso por Buenos Aires se presenta este viernes en Rosario, en El Círculo, con una única función (al menos por el momento).

“No suelo repetir obras, pero la convocatoria era muy interesante y acepté la propuesta”, contó Rubén Szuchmacher acerca de este clásico de finales de los años 40 que desafía las mieles del viejo sueño americano que se quiebra en la tensión de un drama intrafamiliar, donde Imanol Arias le pone el cuerpo a un personaje soñado por muchos actores que promedian los 60, el trágico Willy Loman, ese viajante de comercio que teme contar la verdad de su fracaso.

La obra, que consagró a Arthur Miller en 1949 y por la que ganó los premios Tony y Pulitzer, cuenta en esta versión adaptada por Natalio Grueso, y además de Arias, con las actuaciones Cristina de Inza, Carlos Serrano-Clark, Miguel Uribe, Fran Calvo, Virginia Flores y Jon Arias, hijo del protagonista en la vida real, y en la ficción, donde encarna nada menos que a Biff, quien sostiene con su padre un desafiante, doloroso y por momentos asfixiante contrapunto.

La propuesta

“Estaba en uno de esos momentos confusos de la pandemia, en el comienzo del 2021, donde no sabíamos si quedarnos adentro de casa o salir de una vez y de pronto, en marzo, recibo un mensaje de Imanol en el que me invitaba a dirigir Muerte en viajante en España, para estrenar en septiembre. Veníamos todos aquí desde marzo del 2020 sin salir de nuestras casas, entonces fue increíble, muy motivador, me puse a trabajar primero en la versión y a distancia con el elenco; trabajé muchísimo con ellos y luego me tomé un avión y pasé del invierno porteño al calor madrileño en pleno julio donde arrancamos con los ensayos más formales”, destacó Rubén Szuchmacher acerca de volver a repensar este clásico sobre el fracaso de este viajante que ha entregado todo su esfuerzo y su carrera profesional a la empresa para la que trabaja y que a sus 63 años ve cómo su posición tambalea hasta poner en debate todo y llevarlo a la autodestrucción, en una feroz crítica al capitalismo y al costado más devastador del poder económico que hace que el texto revista una actualidad inusitada.

“A partir de julio fueron casi tres meses de ensayos con la obra y el elenco en España, trabajando nuevamente con Imanol después de haberlo hecho casi 30 años atrás en Calígula, en Buenos Aires, en 1994, en el Paseo La Plaza, con una producción maravillosa de aquellos tiempos en los que el teatro comercial todavía podía permitirse hacer ese tipo de propuestas, con la que hacíamos seis funciones por semana y fueron seis meses de temporada, un recuerdo maravilloso. Desde aquel momento quedamos muy amigos y siempre con la promesa latente de volver a trabajar juntos hasta que llegó esta gran convocatoria”, repasó el director quien recordó que Arias, en el medio, transitó una larga carrera en televisión con la exitosa serie Cuéntame cómo pasó, “que se hizo tan famosa en todo el mundo con 22 temporadas, más allá de que sobre el final hizo un par de obras, pero ninguna con la exigencia de Muerte de un viajante, que requirió de un trabajo muy intenso, muy elaborado y particular, porque es una gran obra y tiene una condición trágica que requiere que sea hecha de manera perfecta para que eso funcione, e Imanol hace un Willy Loman con el que está increíble”, sostuvo el director.

Las motivaciones

Obra icónica de finales de los 40, con una enorme resonancia en el presente, la pieza del autor de otros clásicos eternos como Las brujas de Salem, Todos eran mis hijos o El Precio, habla además de un tipo de dolor que habita en los cuerpos del fracaso, en las irreconciliables diferencias generacionales, particularmente, en la delicada relación entre padres e hijos. “Esta obra no sólo que resuena sino que es toda presente. Hay una relación conflictiva entre el padre y el hijo, con un padre que imagina algo que no es. Y es una obra sobre la ilusión y en eso estamos atravesados todos. Además, cuenta los costados más oscuros del sistema capitalista que deja afuera a las personas una vez que las ha usado, pero sobre todo este sistema de los norteamericanos que es tan hostil para cualquier tipo beneficios sociales; no existen prácticamente los beneficios especiales salvo que seas millonario. De todos modos no es el tema fundamental. Me parece que lo esencial de la obra tiene que ver con la ilusión, no acerca de cómo la ilusión puede ser tremenda, sino de la pérdida del criterio de realidad. En ese sentido, creo que todos los personajes de la obra, todo el tiempo, caen en un estado de ilusión al intentar que la vida sea mejor, pero en ese intento van por los caminos equivocados. Es muy interesante eso y cómo se reactualiza todo el tiempo”, repasó el creador.

“Esta es la segunda vez que hago Muerte de un viajante. Es una obra que me impresionó mucho pero yo, en general, no repito las obras más allá de algunos casos muy particulares, porque repetir obras no es algo que me guste demasiado. Pero acá pasó algo especial: había pasado mucho tiempo desde 2008 cuando la estrenamos en Buenos Aires con Alfredo (Alcón) y además era en otro país, con grandes actores, con otra forma de contarla, con un uso completamente diferente del lenguaje y con actores tan distintos como Alfredo e Imanol. Y además el hecho de la presencia de su hijo con unos contrapuntos tan duros; es algo muy fuerte pero fue una decisión que ellos tomaron y que siento que fue una decisión absolutamente certera, sostenida; no están haciendo algo psicodramático, para nada. Son dos grandes actores que asumen el desafío, más allá del vínculo real entre padre e hijo, de crear otro, también entre padre e hijo, para la ficción”.

Y completó: “Pasa además algo muy fuerte con ellos, dado que además Jon es hijo de Pastora Vega, y sus padres fueron los protagonistas de aquella versión de Calígula de los 90 que fue una de las primeras veces en las que él vio a sus padres en el teatro. Son dos actores muy profesionales, extraordinarios. Entonces este trabajo en España y este viaje de ellos a la Argentina está lleno de reencuentros, también con Pastora, que aparece en la obra como una voz en off”.

Para agendar

Muerte de un viajante, adaptación de la obra de Arthur Miller estrenada en Madrid en 2021, en el Teatro Infanta Isabel, se presenta en Rosario este viernes 2 de junio, a partir de las 21, en el Teatro El Círculo (Laprida y Mendoza). Entradas a la venta a través de http://ticketek.com.ar o en la boletería del teatro en horarios habituales.

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