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La coalición internacional comenzó el ataque militar contra el régimen de Gaddafi

La aviación francesa destruyó "algunos carros armados y vehículos blindados" en la ciudad de Bengasi. Las naves galas sobrevuelan el bastión de los rebeldes para impedir ataques de las tropas leales al mandatario libio sobre la población civil. Italia puso a disposición sus bases militares. Hacia allí se dirigen seis aeronaves, una fragata y un submarino español. También fuerzas canadienses. Cada país conservará el mando de sus tropas, pero la coordinación estará a cargo de un comandante estadounidense. Libia: inició intervención militar de potencias occidentales OTAN se mantiene alerta pese a anuncio de alto el fuego de Gaddafi Venezuela, Cuba y Rusia condenaron la operación militar en Libia

Francia lanzó un primer ataque aéreo en Libia contra un vehículo del régimen de Gaddafi poco después de que países occidentales, Estados Unidos, varios países árabes y la ONU definieran en París el operativo militar contra el régimen libio del coronel Gaddafi.

Un avión de combate francés “efectuó su primer ataque aéreo en Libia contra un “vehículo pro-Gaddafi”, anunció el portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el coronel Thierry Bruckhard.

Era “un vehículo enemigo que amenazaba a la población civil”, afirmó.

Ese primer ataque se produjo después de que más de veinte dirigentes occidentales y árabes participaran en París en la cumbre convocada para definir el dispositivo militar en acuerdo con la resolución 1973 de la ONU que autorizó el uso de la fuerza para frenar la ofensiva del dirigente libio contra su oposición y proteger a los civiles.

“En acuerdo con nuestros socios, nuestras fuerzas aéreas se opondrán a cualquier agresión de los aviones del coronel Gaddafi contra la población de Bengasi”, bastión de la insurrección libia en el este del país, afirmó el presidente francés Nicolas Sarkozy al término del encuentro.

“Aviones franceses están ya preparados para intervenir contra blindados que amenacen a civiles desarmados”, advirtió Sarkozy anfitrión de esa cumbre que reunió, entre otros, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, al primer ministro británico David Cameron, a su par alemana, Angela Merkel y también al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

La resolución onusiana adoptada el jueves prevé también la aplicación de una zona de exclusión aérea y el control del embargo de armas.

“El coronel Gaddafi ha despreciado” la advertencia de la comunidad internacional, sostuvo Sarkozy para quien la intervención “protegerá a la población civil de la locura asesina de un régimen que asesinando a su pueblo ha perdido toda legitimidad”.

Unos “veinte aparatos” franceses participan en la operación lanzada el sábado en Libia hacia donde el domingo zarpará el portaaviones francés “Charles de Gaulle”, según Burckhard.

Además de Francia y Gran Bretaña, defensores del uso de la fuerza, también participarán en el dispositivo España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y Grecia.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en París que España participará con un avión cisterna y cuatro aviones de combate F-18 para realizar patrullas aéreas en el marco de la zona de exclusión aérea. Canadá anunció el envío de siete aviones de combate.

Estados Unidos aportará sus “capacidades únicas”, es decir los medios militares que los aliados no tienen, declaró en París la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.

Mientras, en Brasilia, el presidente estadounidense Barack Obama afirmaba: “nuestra coalición está lista para actuar”.

Qatar, amenazado por Gaddafi, también confirmó que participará en el operativo militar suministrando aviones.

De momento no está muy claro el papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Francia, que “garantiza el liderazgo de la operación militar en el espacio aéreo libio”, como afirmó el primer ministro belga, Yves Leterme, rechaza que la Alianza Atlántica intervenga en ataques aéreos.

Tras el anuncio del primer ataque, la primera reacción provino de América Latina, región ausente en la cumbre de París.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, principal aliado de Gaddafi en Latinoamérica, calificó de “irresponsable” y de “injerencia” la acción internacional armada contra Libia y exigió “un alto el fuego de verdad”.

Rusia lamentó la intervención armada extranjera en Libia.

“El coronel Gaddafi todavía puede evitar lo peor conformándose sin demora y sin reservas a todas las exigencias de la comunidad internacional”, había advertido Sarkozy.

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