Javier Hernandez
En el mundo virtual, Daniela Viaggiamari, más conocido como La Chepi, es palabra mayor. Se trata de la humorista del momento. Tiene un millón de seguidores estables y sus videos junto a su hija son tendencia todos los días entre jóvenes y no tanto.
De oficio influencer es, desde adolescente, actriz, cantante y periodista. Pero también incursionó en televisión, participó en novelas, haciendo radio junto a Roberto Pettinato e Iván de Pineda, además de teatro y cine. Después de diez años se quedó sin trabajo y la salida fue la menos pensada: “Los dueños vendieron la radio, ellos se volvieron a España y yo me volví a mi casa”, dijo La Chepi a El Ciudadano en una charla telefónica.
El resultado no fue el bajón anímico sino la resiliencia: “Me di cuenta que tenía que ser mi propia representante y así empecé a producirme mis videos y ver qué pasaba”.
El resultado fue inesperado. Y el éxito la lleva a saltar las redes para llegar al escenario y seguir divirtiendo a todos con su espectáculo Dani la Chepi de Noche que se verá este viernes en Rosario.
Ganadora del Martin Fierro al mejor contenido humorístico en redes, La Chepi es famosa en la red social Instagram donde constantemente sube hilarantes videos mostrando personajes, humor de situaciones cotidianas, y en los que además interactúa con su pequeña hija Isabella, junto a quien dio el salto viral hace casi dos años.
“Empezó como un juego y una cosa muy mágica sucedió con la gente que me eligió; se empezaron a sumar amigos y hoy tenemos sketchs con Pablo Granados y un equipo de colaboradores”, contó, y dijo que si bien las puertas de las redes florecieron por su democrático acceso, le gustaría llegar a otros medios tradicionales como la televisión donde, según opinó, “hay muy poco lugar para el humor”.
Dani la Chepi de Noche no es stand up, al menos no en su espíritu y formato tradicional. Su protagonista lo califica como “una obra con monólogos y personajes, música, humor y mucha identificación que es la magia de cada video”, contó, al tiempo que descifró que, durante la puesta, “el público se identifica, se emociona, se ríe y disfruta de buena música”.
Los relatos nacen de la experiencia de Daniela Viaggiamari quien comparte el libro en que se basa el espectáculo con la actriz y directora rosarina Noralih Gago. “Todo tiene que ver con experiencias personales fracasadas –continuó la actriz–, porque esa es mi vida en general: un fracaso hermoso en el que me golpeo contra una pared, lloro un poco pero me vuelvo a parar. Nos sentamos a hablar de las cosas terribles que han pasado para convertirlo en humor que es como yo me manejo en la vida. Vos también podés ser un looser como yo y reírte de eso. Para llorar prendemos el noticiero y nos morimos todos”.
—¿Te sorprendió el alcance de las redes para hacer el camino a la consagración de manera inversa al que estábamos acostumbrados como generación?
—Claro; tengo 38 y cumplo 39 en octubre. Estoy desde los 16 remando en este ambiente, en novelas, haciendo radio, teatro y cine. Hice todo pero no la pegué nunca. Cuando pasó esto me sorprendió. Ahora estoy caminando por la calle y la gente me para y me saluda. Las cosas cambiaron. La gente tiene todo el día el teléfono en la mano. Vivimos a mil y los videos son un minuto para mirar, reírte, reflexionar o pensar en lo que sea.
—Se te critica por integrar a tu hija en los videos ¿Ves una falsa moral en esos ataques?
—A veces entiendo cuando me lo dice un familiar o un amigo, desde cierto lugar de temor. Pero cuando me criticaban otros, al principio me angustiaba, lloraba y lo traté en terapia; no podía hacer un video sin que mi hija se metiera en el cuadro así que decidí dejar esas partes. El otro día recibí un mensaje de una chica que me decía “no tendrías que exponer a tu hija”, entré a su perfil y en todas sus fotos estaba con sus hijos. La diferencia es que yo me hice popular. Vivo 24 horas con la nena y hago videos. Ella cada vez está más grande, me ve y es un personaje, es actriz desde chiquita, se crió y nació en un estudio de grabación, tiene contacto con los shows.
—Sos una influencer mujer en un ambiente repleto de varones, ¿ese protagonismo de género todavía hoy influye y molesta a muchos?
—Te voy a dar un ejemplo para no formular la respuesta desde una opinión sino desde un hecho concreto. Una vez subí un video con Pablo Granados sobre una cita a ciegas. En mi perfil tuve unos quince comentarios de minas quejándose porque mostré una situación de dos padres que al no tener un mango trataban de tener relaciones arriba del auto. No se veía nada, ni siquiera hubo un beso. Pero estas mujeres se quejaban. El mismo video lo subió Pablo y no tuvo una sola persona que lo haya cuestionado. Al contrario, lo felicitaban ¿Por qué? Porque Pablo Granados es un cómico súper conocido y yo una pibita que hace videos. Al varón le da miedo que haya una pibita graciosa. En los Martin Fierro nominaron a mejor contenido humorístico a todos hombres.
—Si no te pueden invisibilizar apelando a tu fracaso, lo hacen desde instituciones legitimadoras como el Martín Fierro…
—En el grupo mejor contenido humorístico éramos dos pibas y cuatro varones. Todavía estamos muy lejos de salirnos del capo del humor Olmedo. A mí también me hacía reír pero él mostraba el culo de las minas todo el tiempo, era un maltratador según dicen, “pero ese es un capo”, decían ¿Cuántas mujeres conducen programas de radio? No es por feminismo porque yo no estoy ahí con la banderita del aguante, yo voy a la realidad. Los hechos muestran que no hay casi mujeres en esos roles. Le Negra Vernaci es una mujer diferente que dice las cosas que hay que decir, que si quiere hablar de sexo no dice “relaciones íntimas”, por eso muchos la llaman “ordinaria”. Pero Coco Sily habla quince horas de su pene y “es un capo”.
Para agendar
“Dani la Chepi de Noche” se presenta el viernes, desde las 21.30, en el Teatro Municipal La Comedia, de Mitre y Ricardone, con entradas populares
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