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Acuerdo

La CGT aceptó el bono del gobierno y desactivó el paro

La clave fue la confirmación del cacique de UPCN, Andrés Rodríguez de que también los estatales cobrarán los $5.000. El consejo directivo garantizó tranquilidad social en la previa de la reunión del G-20, pero no está claro si el sosiego llegará al frente interno de la central obrera


El consejo directivo de la CGT aceptó la redacción final del decreto que el presidente Mauricio Macri publicaría hoy mismo y resolvió desactivar la medida de fuerza que tenía latente desde hace 15 días. La decisión se tomó en la reunión del edificio de Azopardo e Independencia que comenzó pasadas las 16, y resultó clave para inclinar la balanza el anticipo del titular de UPCN, Andrés Rodríguez, quien aseguró que el bono de fin de año lo van a cobrar tanto los empleados de empresas privados como los estatales.

Con encendidos discursos, Gordos, Independientes y barrionuevistas ponderaron el acuerdo con el gobierno y los empresarios.

Empero, un sector de los dirigentes puso reparos y pidió no desactivar todavía la huelga a sabiendas de la crítica recepción que tuvo el bono en las regionales del interior –entre ellas los distintos ensambles de gremios de Rosario, donde se cuestionó con dureza a la cúpula cegetista– y de la chance, cada vez más visible, de que sectores cegetistas lancen un paro por las suyas en articulación con las dos CTA y los movimientos sociales de mayor peso.

La clave en ese marco la dio el secretario General de la Unión del Personal Civil de la Nación. “Nosotros veníamos conversando para reabrir por tercera vez la paritaria para generar un alivio y tratar de recuperar poder adquisitivo”, explicó Andrés Rodríguez en una entrevista radial, en la que informó la extensión de pago extra de fin de año.

Y aseguró que los gremios apuntan a que “en noviembre y en enero los trabajadores cobren $2.500 en cada oportunidad”.

Con la fuerte presión imprimada a la central obrera, el gobierno apostó a garantizar la paz social en la previa de la reunión de los países que forman el Grupo de los 20 (G-20) que arranca a fin de mes en Buenos Aires. Pero no está claro que el mismo sosiego se extienda hacia adentro de la CGT, donde, a la eferverscencia de la creciente Federación Sindical para el Modelo Nacional (moyanismo, Smata y Corriente Federal de Trabajadores) se le sumó el anuncio de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte de la convocatoria a un plenario de todos sus miembros el próximo jueves 15 para discutir “un plan de lucha”.

“Hoy no fue otro día más. En la #CATT nos reunimos gremios del #Transporte y definimos llamar a un #PlenarioNacional el 15 de noviembre próximo para establecer un plan de lucha. No vamos a tolerar que líderes del #G20 avalen en nuestras narices políticas de ajuste y hambre”, advirtió el entramado que aglutina a sindicatos y federaciones de distintas corrientes cegetistas y también a no alineados con ninguna, que tienen la arista común de transportar cosas y personas por tierra, agua y aire.

 

“Volvió a fallarle a los trabajadores”

Los jefes del sindicalismo más combativo y opositor al gobierno de Mauricio Macri salieron a rechazar el bono de $5.000 acordado por la CGT y negó que pueda desactivar el conflicto social. “La CGT volvió a fallarle a los trabajadores”, sostuvo Pablo Moyano, secretario Adjunto de Camioneros y una de las cabezas del Frente Sindical para el Modelo Nacional.

“Desde el Frente Sindical, con la CTA y los movimientos sociales anunciaremos una medida de fuerza”, se plantó Moyano hijo.

“Cuando se firmó hace dos años el bono de $2.000 nadie lo cobró”, recordó el camionero esparciendo dudas sobre el nuevo pacto al que llegó la cúpula de la central obrera para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.

“Es una maniobra más del gobierno para dilatar un paro que tiene que ser ya”, denunció Moyano. “Los que no acordamos con el gobierno estaremos en la calle”, desafió.

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