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La carne subió en menos de un año un 110 por ciento

Desde la Sociedad de Carniceros dijeron que el último aumento se dio en octubre y fue del 35 por ciento.

En menos de un año, la carne vacuna incrementó su valor en el mostrador en un 110 por ciento, según datos brindados desde la Sociedad de Carniceros de Rosario, lo que golpea de manera contundente el nivel adquisitivo del consumidor medio local, carnívoro por excelencia. El último aumento se dio el mes pasado con subas que llegaron al 35 por ciento. Según destacaron, tanto desde esa asociación como de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, no se esperan mayores “retoques” para diciembre y las fiestas ya que los precios llegaron a su techo “por el momento”. Donde sí se esperan incrementos es en el pollo y el cerdo, carnes de consumo masivo durante los festejos de fin de año.

Según comentó José García, presidente de la Sociedad de Carniceros local, el aumento que llegó a mediados de octubre se esperaba para diciembre o fin de año. “La suba del 35 por ciento en los distintos cortes nos tomó por sorpresa porque la aguardábamos para más adelante, quizás como ocurrió el año pasado. Esto es una cadena, aumentó el kilo vivo y así comienza a pasarse de eslabón a eslabón. Desde diciembre de 2009 el precio de la carne en el mostrador creció cerca de un 110 por ciento y a nosotros nos aumentó un 125 por ciento por lo que no trasladamos todo el incremento al consumidor. El aumento realmente fuerte se dio entre enero y marzo de este año, esos dos meses dispararon los precios”, explicó.

Sobre la perspectiva de un nuevo incremento para el mes de diciembre, con motivo de las fiestas de fin de año, el dirigente sostiene que no espera cambios.

Sin aumentos a futuro

“Creemos que no, que con esta suba que tuvieron los precios en octubre los valores ya llegaron a un techo por el momento. Donde sí se esperan aumentos es en el precio del pollo y del cerdo como por lo general ocurre en esta época del año”, respondió el comerciante.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, Jorge Torelli, coincidió con el carnicero frente a la misma cuestión. “Después de la última suba de octubre, el mercado está tendiendo a tranquilizarse porque los valores han llegado a un techo. Además, estos aumentos se dan en una época complicada del año donde los consumidores tienen que diversificar sus gastos por lo que disminuye la demanda de nuestro producto en particular. Esto se da por el contexto general”, indicó.

Sobre el tema del consumo, García sostuvo que “se ha achicado en los últimos días”.

“Desde hace poco más de una semana hemos notado una caída en el consumo. Esto se nota más especialmente en los barrios más pobres de la ciudad, donde la gente vive con lo justo y no tiene posibilidades de afrontar los incrementos. El cerdo, por ejemplo, en los últimos meses subió su costo en un 40 por ciento y el pollo viene teniendo incrementos de manera sostenida. Esto provoca que la gente no tenga posibilidad de consumirlos tal como lo viene haciendo y eso genera un esperable retroceso”, continuó.

“Lo que rinda”

Al ser consultado sobre qué está consumiendo actualmente la gente, el presidente de la Sociedad de Carniceros de Rosario respondió de manera categórica: “lo que rinda”. “El cliente suele buscar la carne que se aprovecha casi en su totalidad, por eso busca pulpa y no cortes con huesos. El puchero o el caracú son carnes económicas pero que no se pueden aprovechar mucho”, añadió.

Sobre el consumo de asado, costumbre culinaria por excelencia en la Argentina, García remarcó que se mantiene el ritual pero casi con exclusividad durante los fines de semana. “La venta se da más que nada durante esos dos días. Es más raro que se venda esa carne durante la semana”, indicó.

Torelli, quien es gerente general de Frigoríficos Matievich –un gigante en su rubro–, evaluó que la baja en el consumo de carne en general se sintió fuerte el año pasado. “En 2010 se ha mantenido en unos 55 kilos por habitante. Lo que hay que remarcar es que antes el consumo per cápita llegaba prácticamente a los 75 kilos por habitante. Esto demuestra una brusca y sostenida caída. Estamos en un ciclo de recesión para el sector y no hay tanta carne disponible”, comentó el especialista.

Finalmente, la pregunta “¿por qué sube tanto la carne?” quizás suene obvia en el marco de un proceso inflacionario pero no deja de ser necesaria. “Son varios los factores que están en juego. Uno de ellos es que hubo una disminución de unos 6 o 7 millones de cabezas de ganado, está el tema de la sequía, la matanza de vientres ante el faltante de stock y la presencia de algunas medidas desacertadas por parte del gobierno central. Hay mucha incertidumbre y eso realmente juega en contra. Está también el tema del costo que tiene actualmente la soja y eso hace que muchos productores se vuelquen a esta especie de oro verde antes que a la cría de ganado. Esa es una realidad que es innegable”, concluyó García.

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