Ciudad

Relevamiento privado para junio

La canasta familiar “popular” en Rosario ya suma $22.387

El relevamiento en barrios populares de Rosario marca el deterioro de la calidad de vida de los sectores más postergados. Sólo para comida, fueron necesarios 9 mil pesos, casi el total de un salario mínimo, vital y móvil


 

Un informe confeccionado por el equipo de la diputada nacional Lucila De Ponti establece que una familia tipo de cuatro integrantes perteneciente a los barrios populares de Rosario necesitó en junio más de 22 mil pesos sólo para costear sus necesidades básicas. De ese monto, agrega el relevamiento, 9 mil lo debe destinar a la alimentación esencial. Casi todo un salario mínimo, que desde este mes asciende a 10 mil pesos.

Una familia de los sectores populares de Rosario tuvo que gastar en junio un promedio de 22.387 pesos para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta, transporte, salud y educación. Esta cifra representa $4.069 más que el mismo periodo del año pasado, cuando precisaba 18.314. Esto es, una suba del 22 por ciento que, por las fechas, no contempla el resto de los traslados a precios minoristas derivados de la última devaluación cambiaria.

El dato se desprende de un estudio encargado por la diputada nacional De Ponti que midió el consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo. Si se mide por persona, un adulto rosarino necesitó 2.937 pesos para cubrir una cantidad mínima de alimentos y no caer debajo de la línea de indigencia.

Si se compara con otros indicadores sociales, queda en evidencia que el Salario Mínimo, Vital y Móvil actual cubre apenas el 42% del costo de vida promedio de una familia. Tampoco logran acceder plenamente los sueldos promedio de un obrero de la construcción (19.575 pesos), un empleado de comercio (18.225) y mucho menos los de las empleadas de casas particulares (9.826). Incluso la AUH (1.577 pesos) apenas alcanza para las necesidades alimentarias de los niños y niñas menores de 3 años.

Las familias destinaron 9.076 pesos sólo para cubrir la canasta básica alimentaria. Este monto, aclara el informe, se puede reducir hasta en un 30 por ciento cuando los productos se adquieren en comercios de la Economía Popular y se eliminan los intermediarios. En ese caso, el presupuesto destinado para alimentos baja a 6.353 pesos, con un ahorra promedio de 2.722 siempre según el sondeo.

“La situación de los aumentos resulta insostenible para miles de familias, quienes mes a mes sufren un golpe al bolsillo que destruye cualquier capacidad mínima de ahorro y obliga a tener que hacer más esfuerzos para cubrir las necesidades mínimas”, aseguró De Ponti, que integra el Movimiento Evita.

“Es por eso que reivindicamos las experiencias de la Economía Popular e insistimos en la necesidad de avanzar en políticas como la Emergencia Alimentaria que impulsamos junto a los movimientos sociales, o las ferias y mercados populares que permiten una alternativa de ahorro para los vecinos, quienes terminan siendo los más perjudicados en la cadena de consumo tradicional”, aseguró.

Caren Tepp, concejala de Ciudad Futura, destacó en el mismo sentido iniciativas vigentes como el Mercado Popular o la Misión Anti Inflación –que motoriza su espacio político– “porque permiten un vínculo estratégico entre productores y consumidores para obtener un precio justo y combatir la cadena abusiva en la remarcación de precios que sufre un producto desde que sale hasta que llega a la mesa familiar”.

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