Economía

Índice negativo

La canasta básica de alimentos del país es la segunda más alta de la región

Según empresa de venta on line con presencia en seis países de América Latina, Argentina sólo es superado por Perú. El nivel argentino de precios está 11 dólares por encima del promedio regional 


Desde hace unos años, el precio de la canasta básica alimentaria permite conocer más sobre la economía nacional y regional. Cada país toma en cuenta diferentes características para calcular el gasto individual o familiar mínimo para adquirir productos de primera necesidad. Con el objetivo de realizar un ejercicio comparativo, en Linio –sitio de ventas online– relevaron los precios actualizados de seis países de América Latina en los que tienen presencia. Entre los resultados, se indica que el gasto individual promedio para una canasta básica mensual en la región es de 75 dólares, menos de 2.900 pesos argentinos, sin embargo, en el país asciende a unos 86 dólares, alrededor de 3.300 pesos.

Algunos de los productos que incluyen las canastas básicas son carnes, cereales, fiambres, legumbres, frutas, menudencias, lácteos (leche y quesos), harinas, dulces, vinagre, café, yerba, huevos, condimentos, bebidas no alcohólicas, aceites, hortalizas, etc., en algunos países, como en Argentina, se extiende la canasta básica alimentaria a una canasta básica total que también incluye artículos de higiene y limpieza personal, entre otros.

El país más caro para comprar la canasta básica es Perú con 97,11 dólares más que en Argentina; que, aunque no parece demasiado, representa más de un 20% del salario medio, cuando en Argentina este valor es del 16%. Le siguen Argentina con 86 (11 dólares arriba del promedio latinoamericano), México con 84 y Chile, como el segundo país más barato, con una canasta básica valuada en 62 dólares y que representa el menor porcentaje sobre el salario medio de todos los países de la región: Tan sólo un 8%.

Ante el contexto económico inflacionario y la competencia, algunos comercios se sienten obligados a ofrecer mejores productos a precios más bajos, lo que beneficia la economía del consumidor final, sin embargo, la pérdida del poder adquisitivo es un fenómeno regional que dificulta el acceso del total de la población a los productos básicos alimenticios.

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