Policiales

Por unanimidad

La Cámara Penal confirmó la condena a 48 años de prisión para un violador serial

Es un locutor sentenciado por 18 casos de abuso sexual. Los ataques los cometió entre 2014 y 2016 y sus víctimas tenían entre 14 y 25 años. Se hacía pasar por policía para obligarlas a subir a su auto y las violaba en lugares descampados


La Cámara Penal confirmó la condena a un locutor acusado de abusar sexualmente de 18 mujeres, muchas de ellas adolescentes. Se hacía pasar por policía, utilizaba un arma para amedrentar a sus víctimas, las obligaba a subir a un auto y las violaba en lugares descampados. Muchos de los casos ocurrieron en el Bosque de Los Constituyentes. Lo arrestaron a bordo de un Fiat Duna junto a su mujer en agosto de 2016, después que la patente de su auto fuera tomada por una cámara de seguridad. Desde entonces está detenido y el año pasado fue enjuiciado por los ataques. Un tribunal lo condenó a 48 años de cárcel, sanción que tres camaristas confirmaron por unanimidad.

Luis Marcelo Escobar era locutor. Conoció a su mujer mientras trabajaba en una radio en Villa Gobernador Gálvez cuyo dueño fue condenado en noviembre de 2018 por abusar sexualmente de una joven que contrató como secretaria. Tuvo tres hijos y antes de su detención se había ido a vivir a San Nicolás. Llevaba una vida que su pareja no conocía.

Abusador serial

Atacaba en zona oeste, sus víctimas eran mujeres que tenían entre 14 y 25 años, les decía que era policía, les mostraba un arma y las obligaba a subir a su vehículo. Les aseguraba que tenían que acompañarlo porque eran testigos o habían cometido algún delito. Las llevaba a un lugar descampado dónde las sometía sexualmente. Luego las dejaba cerca de su casa y les hacía saber que podía ubicarlas.

La última de sus víctimas fue una adolescente de 14 años que salía de la escuela. La siguió y la interceptó en Avellaneda y Doctor Rivas. La acusó de vender drogas, le revisó la mochila, la obligó a subir al auto donde había otro hombre y la ultrajó en una casa abandonada. Una cámara de seguridad tomó parte de la secuencia del rapto y con estas imágenes ubicaron el auto y la patente.

En agosto de 2016 la policía lo detuvo sobre el vehículo en Soldini, iba con su mujer y sus hijos. En esas circunstancias su pareja se enteró sobre los ataques sexuales que cometía su marido. En febrero de este año Escobar fue sometido a un juicio oral y público. El debate fue presidido por los jueces María Isabel Más Varela, Patricia Bilotta y Mariano Aliau. Fueron 18 los casos que llegaron a debate, ataques sexuales de distinta gravedad que derivaron en una condena sin precedentes para este tipo de hechos en la provincia. La sanción trepó a los 48 años de cárcel casi el máximo legal para permanecer en prisión.

La defensa del agresor sexual serial apeló el fallo que fue confirmado por los jueces Georgina Depetris, Javier Beltramone y Viviana Alonso. Los magistrados valoraron la existencia de un relato coherente y concordante entre las víctimas, con una mecánica absolutamente similar salvo en un caso dónde se hizo pasar por inspector de tránsito en lugar de policía.

Atacó durante dos años, cada quince días o un mes, amedrentaba a sus víctimas con un arma que utilizó para engañarlas y torcer sus voluntades. El arma se presenta como un elemento eficaz de intimidación y en dos de los casos, abuso de las víctimas con el arma en la cabeza y amenazándolas con matarlas, cuenta el fallo.

Fue declarado autor de 18 hechos. El tribunal explico que es uno de los casos más paradigmáticos que se dieron hasta el momento en la provincia  por su gravedad, extensión, duración y multiplicidad. Resaltaron que la vida de las víctimas se convierte en un verdadero infierno y recordaron que una de las jóvenes sufrió intentos de suicidio tras el ataque.

Entendieron inimaginable el terror sufrido por las víctimas interceptadas a plena luz del día y solas en la mayoría de los casos. Donde el atacante simuló autoridad, generando amedrentamiento en las chicas ante la posibilidad  de verse involucradas en un falso hecho delictivo grave, sin nadie a quien recurrir. Para transportarlas  a pasajes desolados si capacidad de resistencia, finalmente violarlas bajo amenazas de muerte o con un arma y sin tomar ningún recaudo de protección de enfermedades o embarazo.

Destacaron la forma perversa en la que se manejó con las víctimas, con las que tenía frases como “lo disfruté un ratito”, “movete para calentarme”, “tan mal no la pasamos”. A algunas de ellas les pidió un beso al dejarlas cerca de su casa o otras las arrastró de los cabellos cuando intentaron resistirse o no tuvo piedad ante una víctima que no había tenido ninguna experiencia sexual. A otras las ultrajó con un arma en la cabeza o con otro atacante que no fue identificado. Además obligo a una de ellas que estaba embarazada a practicarle sexo oral hasta provocarle arcadas. También les decía cuando las dejaba, especialmente cuando eran adolescentes que conocía dónde vivían.

El tribunal valoró todas estas cuestiones y concluyó que la pena impuesta si bien es alta es acorde a la comisión de los hechos. También tuvieron en cuenta que el agresor tuvo acceso a la educación, era una persona de 37 años cuando empezó a atacar sexualmente,  tiene una familia y un trabajo que le permitió vincularse a pautas sociales y culturales.

Para los jueces el tiempo de condena es el adecuado para que internalice pautas de conducta. El tribunal concluyó que en 22 años podrá acceder a salidas transitorias, ya que la ley fija un proceso de progresividad en el cumplimiento de la pena y en esas circunstancias podrá demostrar su capacidad de llevar una vida social, familiar y laboral acordes a la reglas de convivencia y finalizar su tratamiento para continuar con su vida habiendo asumido las consecuencias de sus actos. Por lo que confirmaron en su integridad la condena impuesta a Luis Marcelo Escobar, quien deberá purgar 48 años de prisión.

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