El Ciudadano
La sede de Rosario del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento se convirtió ayer en el centro de gravedad de la respuesta local ante el cimbronazo provocado por la última corrida cambiaria. Los gremios enrolados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte –que se terminó de conformar hace menos de un mes en la ciudad–, los que integran el Movimiento Sindical Rosarino, los del Movimiento Obrero Santafesino, dirigentes de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, delegados de organizaciones sociales y ONG, asociaciones de jubilados desbordaron un salón del sindicato, donde también estuvo presente la poderosa Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe) que representa a la producción de valor agregado de toda la provincia. De allí salió un documento común, avalado por todos, y un compromiso inmediato: fortalecer la transición democrática y disuadir cualquier desborde que agregue obstáculos políticos a la ya complicada realidad económica y social que descerrajaron los capitales especulativos.
Una de las voces que concentraron la atención en el cónclave fue la de Guillermo Moretti, ex presidente y actual vice primero de Fisfe. El industrial que es vicepresidente regional de la UIA despegó la corrida cambiaria de las Paso del domingo: “No ha sido efecto de una supuesta desconfianza de los mercados, sino que fue previamente planificada”, sostuvo. Y ratificó, para asentimiento de los presentes, que no se sale del atolladero resignando derechos a los trabajadores, sobre los que ensayó una fuerte defensa.
Pero la preocupación central es el tránsito de acá a octubre y, ya con una definición, hasta el recambio institucional de gobierno. “Los que peleamos por la democracia sabemos lo que vale la entrega de mando del 10 de diciembre. Debemos tratar que el gobierno nacional reconozca que se está equivocando feo y que de esta forma está haciendo todo lo posible para que ocurran hechos desgraciados; estamos avizorando un vacío de poder que sólo hace que haya riesgo diariamente”, se pronunció el anfitrión Edgardo Arrieta, titular del gremio de Dragado.
E insistió, aún con el recuento de daños: “Después de la devaluación sufrida, que no hace más que hacer perder poder adquisitivo, generar más pobres y desocupación, creemos que en este tipo de situaciones debemos estar calmos, con mesura y actuar con responsabilidad”.
Sin contradecirlo, el titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, Antonio Ratner, expresó su temor: “Éste no es un gobierno que sólo ha perdido una elección en las Paso, sino que ha perdido la representatividad –advirtió?–. Nos preocupa la marcha del país, de los trabajadores, de los jubilados, que es un sector que ha olvidado este gobierno”.
Por su parte, el titular de Luz y Fuerza y del Movimiento Sindical Rosarino, Alberto Botto, marcó que la primera señal de tranquilidad debe venir del propio presidente Mauricio Macri.
“Coincidimos todos en pedirle al gobierno que modere de alguna manera todas estas situaciones post electorales. Vimos el discurso del presidente el día lunes como una verdadera provocación, y estamos haciendo un llamado a la sociedad, ya que se están convocando por redes sociales a cacerolazos o a situaciones de protesta que nosotros no solamente no convocamos, no convalidamos, no alentamos sino que lo decimos es que se tienen que respetar los tiempos democráticos. Se tiene que votar el 27 de octubre como corresponde, y el presidente Macri tiene que llegar hasta el 10 de diciembre”, sintetizó.
En ese marco, los gremios desistieron de convocar, al menos por ahora, a actos o movilizaciones. Pero ratificaron que no van a permitir que los trabajadores sean los que paguen los costos de la devaluación ni de la errática política económica que la incentivó, con tasas astronómicas que corrieron del mapa la economía productiva para generar un circuito de especulación interminable con el levantamiento de restricciones al flujo de capitales, eliminar plazos de liquidación de exportaciones agropecuarias, desarticular topes a la compra de divisas y capitalizarse a través de Lebac primero y Leliq después con intereses siderales.
Dragando la transición
A Dean Funes al 1000, donde está Dragado y Balizamiento, llegaron directivos de la Catt, integrada por UTA (Colectiveros), Taxistas, Supa (Portuarios), Ferroviarios, Recolectores; del MSR (Luz y Fuerza, La Bancaria, Judiciales, Correo), del MOS y el MOR (Municipales, estatales de Norte), de las dos CTA, estatales de ATE, docentes universitarios de Coad; entidades de jubilados, dirigentes del Movimiento Evita, de la Corriente Clasista y Combativa, pequeños comerciantes y pymes y Fisfe.
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