Ana Cecilia Berdicever
Si se pregunta por una marcha militar, es casi seguro que la primera que surge como respuesta es la Marcha de San Lorenzo. Ni música ni letra fueron originalmente creadas para recordar al único combate en hoy territorio argentino que comandó el general José de San Martín contra las tropas realistas, frente al convento San Carlos Borromeo. Menos conocido es que el autor de los acordes fue un uruguayo, Cayetano Silva. Pero ese dato, que hasta ahora no fue puesto en duda, quedó en medio de una controversia que involucra a dos ciudades santafesinas, Elortondo y Venado Tuerto, cuando pasaron 103 años de la muerte del compositor. La bisnieta del oriental, Mariana Mignaco, que vive en Rosario y comparte el mismo oficio artístico, como cantante, repasó la memoria familiar más allá de la polémica.
Cayetano Silva nació en 1868 en San Carlos, República Oriental del Uruguay. De pequeño, su afición a la música lo llevó a comenzar sus estudios en su lugar natal, para después continuarlos en la ciudad de Montevideo. Permaneció en su país hasta 1888, y luego se trasladó a la ciudad de Buenos Aires. En 1894 llegó a Rosario, donde fue nombrado maestro de banda del Regimiento 7 de Infantería. En 1899 se trasladó a Venado Tuerto, contratado por la Sociedad Italiana local. Murió en Rosario en enero de 1920. En Venado Tuerto, la que fue su casa, es ahora un museo.
Mignaco relata a El Ciudadano que Silva fue el abuelo de su padre. “Mi abuela fue la octava hija de Cayetano”, recuerda y añade que vivían por la hoy calle Juan Manuel de Rosas a la altura de San Juan. “Mi abuela era el último orejón del tarro”, solían bromear en familia, dice Mignaco. Tuvo dos hijos. Uno de ellos es el padre de Mariana. El otro, ya fallecido, se fue de la Argentina en la época de la última dictadura, era científico del Instituto Balseiro y se instaló en Brasil, donde hoy viven los dos primos de Mariana.
“Cayetano no estaba nunca, viajaba todo el tiempo, tenía ese trabajo”, justifica Mariana. El músico se casó con Filomena Santanelli, con quien tuvo ocho hijos. En 1898 fue contratado por la Sociedad Italiana de Venado Tuerto, donde se mudaron. La mujer crió a sus ocho hijos prácticamente sola.
“Mi papá siempre fue medio reacio a los homenajes que le han realizado a Cayetano. Estaba orgulloso de su abuelo, pero no le gustaba participar de esos eventos”, contó Mariana, y explicó que su padre falleció hace dos años.
La música, sin embargo, ha calado en los huesos de la familia. Mariana tiene tres hermanos. Su hermana es cantante lírica y vive en Amsterdam. Mariana es cantante y vive de su profesión en Rosario desde 2004, como integrante del dúo B-Black, junto a su marido, Fabián Estrada.
De Ricchieri a San Martín
En abril de 1901, en Venado Tuerto, Cayetano compuso, hasta hace poco un dato sin controversia, una marcha que le dedicó al coronel Pablo Riccheri, ministro de Guerra de la Nación en ese entonces, y modernizador del Ejército Argentino. Aparentemente, Riccheri le agradeció el homenaje, pero le pidió que le cambiase el título por “San Lorenzo”, población en donde había nacido.
En 1907 el mendocino Carlos Javier Benielli le agregó la letra que poco después se popularizó.
La canción narra los sucesos de la batalla contra las tropas españolas ocurrida el 3 de febrero de 1813 en las cercanías del convento de San Carlos, a unos 30 kilómetros de Rosario.
Se trata del único enfrentamiento que libró el general San Martín en territorio patrio. Allí murió el sargento Juan Bautista Cabral, mencionado en la marcha como “soldado heroico”. Significó, además, el bautismo de fuego para el Regimiento de Granaderos a Caballo.
Muerte sin reconocimientos y racismo
Cayetano falleció en Rosario en estado de indigencia el 12 de enero de 1920, a los 52 años. Por ser descendiente afroamericano y por su condición de negro fue sepultado en fosa común. Recién en 1997 sus restos fueron trasladados al Cementerio Municipal de Venado Tuerto, luego de gestiones efectuadas por la Asociación Amigos de la Casa Histórica Cayetano Silva, aquella en donde se ejecutara por primera vez la Marcha, edificación hoy convertida en museo.
Mariana opina que era una cuestión racial. “En vida no tuvo ningún reconocimiento, ni remuneración por la Marcha. No tenía derechos, le hubiese tocado creo ser oficial, pero al ser negro perdía más del 95% de sus derechos”.
Mignaco también supone que habrá compuesto otras músicas. “Seguro que compuso y no estuvieron a su nombre, y ahora no hay manera de rastrear ese origen”, atina a imaginar.
En Londres, en Alemania, los nazis y el rock
“Me llama la atención el homenaje que tiene la Marcha. Se ha escuchado en el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham”, asombrada dice la bisnieta. Esa costumbre que solo se interrumpió durante la guerra de Malvinas.
“Y para nosotros, que somos eurofilícos, nos llena de orgullo”, bromea Mariana, y ya en tono serio dice: “Es que musicalmente es muy linda”.
La Marcha fue ejecutada el 22 de junio de 1911, en la coronación del rey Jorge V de Inglaterra.
Por las estrechas relaciones que mantenían los ejércitos argentino y alemán a comienzos del siglo XX, la Argentina le había obsequiado al gobierno alemán la Marcha.
Alemania retribuyó en cortesía con la marcha Viejos Camaradas. Cuando las tropas nazis entraron a París, el 14 de junio de 1940, lo hicieron al compás de la Marcha de San Lorenzo.
Al producirse la liberación de Francia, el general Dwight Eisenhower –comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa y años más tarde presidente de los Estados Unidos de América– también la hizo ejecutar cuando el Ejército Aliado entró en París.
La Marcha está en el repertorio de las bandas militares de países de todos los rincones del mundo.
También fue versionada por La Pesada del Rock and Roll en clave blues-rock.
Elortondo reclama autoría de acordes
La comuna de Elortondo, localidad sobre la ruta provincial Nº90, a pocos kilómetros de la laguna Melincué y a 40 kilómetros de distancia entre Venado Tuerto, emitió un comunicado este 2023 en el que señala: “Queremos contarles una historia que quizás muchos conocen y a lo mejor, otro tanto no sabía. Para ello, nos apoyamos en el testimonio que dejó el músico (ya fallecido) Ismael Vidigh, cuyo padre compartió orquestas con el maestro Cayetano Alberto Silva (conocido hasta el momento como el único creador de la Marcha), a fines de 1800 y principios de 1900”.
Allí aseguran que los acordes originarios serían obra de un bohemio llamado Oscar Botto, quien los habría compuesto mientras vivía y trabajaba en un viejo boliche de Elortondo.
Ismael Vidigh, hijo de Lorenzo, mantuvo hasta sus últimos días de vida una versión alternativa sobre la creación de la Marcha de San Lorenzo. Se trata de una historia que pasó de generación en generación dentro de la familia. “La popular marcha no fue creada solamente por el compositor hoy ligado a la historia venadense, sino que los acordes originarios serían obra de un bohemio llamado Oscar Botto, que los habría compuesto mientras vivía y trabajaba en un viejo boliche de Elortondo”, añadió la comuna.
La Asociación Amigos de la Casa Histórica Cayetano Silva, el Archivo Histórico Digital de Venado Tuerto, la Banda Municipal Cayetano Silva y el gobierno municipal, sumado a la firma de varios historiadores, rechazaron la versión de Elortondo en un comunicado.
A 210 años de la batalla que duró 15 minutos
El combate de San Lorenzo fue uno de los más importantes de la historia de la Independencia, y se libró el 3 de febrero de 1813 contra una escuadrilla española al mando del capitán Juan Antonio Zabala.
Constituyó la única batalla del general José de San Martín en el actual suelo argentino y su primera victoria al frente del Regimiento de Granaderos a Caballo.
Se llevó a cabo junto al convento de San Carlos Borromeo, situado en la localidad de San Lorenzo.
Las fuerzas independentistas rioplatenses, dirigidas por el entonces coronel San Martín, sorprendieron y vencieron a las españolas de la Milicia Urbana, quienes vía fluvial aprovisionaban la ciudad de Montevideo, actual capital de Uruguay.
La batalla duró 15 minutos. Los españoles tuvieron 40 muertos, 13 heridos y 14 prisioneros, mientras que los patriotas 15 muertos, 27 heridos y un prisionero. Durante el enfrentamiento armado, una bala hirió al caballo de San Martín, que rodó y apretó una de las piernas del coronel, inmovilizándolo. Un enemigo del ejército realista iba a matarlo, pero el sargento correntino Juan Bautista Cabral lo ayudó a liberarse de la opresión del lomo del caballo sobre su pierna, salvándole la vida a su comandante, pero entregando la suya.
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