Una invitación a sumergirse en el universo emancipador del tango con composiciones clásicas que desandan la rica historia del género, y expresiones actuales, es lo que propone para esta noche, a las 21, La Biaba, la orquesta de tango rosarina que llegará al Teatro Príncipe de Asturias del Parque España (Sarmiento y el río) para estrenar Impulso, su segundo disco de estudio. Como invitada formará parte del show la cantante local Noelia Moncada. Las entradas se pueden adquirir en la boletería del teatro.
Transitando por una indefinida frontera que evita los fundamentalismos entre el puro pasado y la negación del presente, en este material la formación que integran Guillermo Copello y Simón Lagier (violines), Mariano Asato (bandoneón), Claudio Bergese (bandoneón y voz), Martín Marino (contrabajo) y Lucas Querini (piano) revisa el tango como género con nuevas ideas, que son propias de una generación que tiene sus propios rasgos.
“El tango es un género popular: no puede estar despegado de lo que pasa en la actualidad”, expresó Mariano Asato en diálogo con El Ciudadano. El bandoneonista opinó que el tango “no puede ser un cuadro que esté detenido en el tiempo”, porque, ejemplificó, “caminar la calle en los años 40 no es lo mismo que hacerlo ahora y eso hace que la creación esté a la orden del día y vaya de la mano con lo que sucede”.
En sintonía con lo que expresa su título, en Impulso el brío se apodera de las canciones invitando a bailar. El músico contó que esa energía era algo buscado, quizá una de las pocas pautas que la banda trazó antes de elegir los temas que conviven en este álbum: “Queríamos mostrar las variantes que ofrece la música y buscamos la unificación a través del sonido para que se noten los contrastes entre lo enérgico y lo suave”.
En ese territorio conviven clásicos como “Barrio de tango” de Troilo y Manzi; “Zamba para olvidar” de Quintana y Toro; “Negra María” de Demare y Manzi; “Flor de Lino” de Stamponi y Expósito; con “De a Pasos Cortos” y “Cubanacho”, dos nuevas composiciones realizadas por Lucas Querini, el pianista del grupo.
En los últimos años, La Biaba eligió una forma de hacer música que asumía la estrategia de evitar la planificación. “Cada uno de los integrantes traía una música escrita, el arreglo de un tango clásico o una obra propia y ahí veíamos. Lo que termina uniendo el repertorio es el desafío de poder crear una sonoridad sin ningún tipo de orden previo y eso es algo que caracteriza y unifica este material”, contó Asato.
Nacida en 2010, La Biaba logró en estos seis años tocar en escenarios acreditados del país y el exterior. En 2013, fue merecedora del primer premio en el certamen Nuevos Valores del Festival de Cosquín en el rubro conjunto instrumental, y dos años más tarde concretó su primera gira por Europa, tras lo cual fue invitada a participar del Festival Internacional de Tango de Buenos Aires y brindar un concierto junto a la Orquesta de Cámara Municipal de Rosario, llevando su música al formato orquestal.
Cuando todavía se sigue vinculando al tango con una música del pasado, La Biaba aporta su granito de arena para contrarrestar esa creencia y lo hace desde el camino más arduo: el de traer al presente, reversionándolos, autores clásicos por los que los integrantes sienten una profunda admiración.
Para el bandoneonista, “todo lo que se hizo en el tango, desde el comienzo hasta nuestros días, conforma una suerte de enciclopedia viviente. Es imposible no recurrir a la esencia”, dijo. Y sobre los arreglos de Impulso resumió: “Uno debe cuidar la obra del compositor pero ponerle su propia onda”.
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