Una lluvia torrencial le dio la bienvenida a la delegación argentina durante el izamiento de bandera en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, que terminó con los atletas sentados sobre el escenario tapados por una carpa para protegerse del agua.
El himno argentino fue el primero de los 41 países participantes que se entonó en la plaza de la Villa de los Atletas, un espacio al aire libre situado a metros de los edificios donde vivirán los deportistas durante los Juegos, del 10 al 26 de julio.
Argentina, con fortalezas en deportes de equipo como el hockey, básquet, remo y voley e individualidades como el gimnasta Federico Molinari, se ha puesto como meta mejorar al menos un lugar en el medallero después del séptimo sitio que consiguió en Guadalajara hace cuatro años.
“Entre el quinto y el sexto puesto sería un logro importantísimo para nosotros”, le explicó a dpa el jefe de misión, Diego Gusmán.
“Sabemos el poderío de Estados Unidos, de Brasil, de Canadá como país local, de México. Pelear con Colombia y Venezuela sería algo importante”, afirmó. “Ojalá fuéramos quintos pero sextos estaríamos bien”, agregó.
Bajo la lluvia se iza la bandera Argentina en la Villa de Toronto #PanAmxESPN pic.twitter.com/P2Tsup8knA
— Andres Agulla (@aagulla_espn) July 7, 2015
Los atletas argentinos tienen desde hace unos años en marcha un nuevo sistema de financiamiento para el deporte, el ENARD, con el que esperan empezar a cosechar frutos como parte de un proceso que culminaría en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Además del sexto puesto, Argentina, con su delegación de 467 deportistas, quiere “superar el número de 80 medallas que fue nuestro número histórico en Ciudad de México 1955 y tratar de tener cinco más que en Guadalajara, donde tuvimos 75 medallas”, dijo el secretario general del Comité Olímpico Argentino (COA), Mario Moccia.
Según señaló, la lucha entre Argentina, Colombia y Venezuela será muy pareja.
Para la bienvenida, los deportistas entraron en grupo detrás de un cartel con los colores y las siglas del país y un grupo infantil hizo un baile. “Mi casa es su casa”, recitó una joven que pronunció un mensaje de recepción.
Después invitó al jefe de misión a subir al escenario, como marcaba el guión, para entregarle un símil de la antorcha panamericana.
“Sobre el escenario ya estamos todos”, se escuchó entre los deportistas, que se habían refugiado del chaparrón con directivos, periodistas y anfitriones.
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