Un hombre de 62 años fue condenado a cadena perpetua como autor del femicidio de María Luisa Retamozo, quien tenía 33 años cuando desapareció de su casa de la localidad santafesina de Suardi, en marzo de 2018, y fue hallada 15 días después muerta en un descampado con un martillazo en la cabeza.
La pena recayó sobre José Alberto Córdoba, de 62 años, quien mantenía una relación de pareja con la víctima. Al finalizar un juicio oral y público en los tribunales de San Cristóbal, el tribunal integrado por los jueces José Luis Estévez, Cristina Fortunato y Ricardo García, dictaminaron la sentencia. En representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) intervino la fiscal Favia Burella.
Según fuentes judiciales, la fiscal logró demostrar durante el debate oral que el acusado fue el autor del delito de homicidio doloso doblemente calificado, por mediar violencia de género y por haber mantenido una relación de pareja con la víctima.
La fiscal reconstruyó que el femicidio fue perpetrado durante la mañana del miércoles 21 de marzo de 2018 cuando Córdoba pasó a buscar a Retamozo a bordo de una motocicleta y se dirigieron juntos por la ruta provincial 23 hasta una zona rural en jurisdicción de Suardi. Una vez allí atacó a la mujer en un lugar descampado al que llegaron en moto y le dio un golpe en la cabeza con un objeto contundente que le produjo una única lesión fatal.
Durante el juicio, Burella destacó “la contundencia de la prueba indirecta que reconstruimos y logramos aportar desde la Fiscalía” y añadió que “en el debate quedó claro que cumplimos con la debida diligencia estatal para abordar casos de violencia de género”.
En ese sentido agregó que “trabajamos las pruebas indirectas siguiendo los estándares constitucionales y las recomendaciones internacionales brindadas por la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer -CEDAW, por sus siglas en inglés- y por la Convención de Belém do Pará”.
Por otra parte, la fiscal valoró el trabajo realizado por la fiscal Silvina Vernet, quien intervino al inicio de la investigación con la búsqueda de paradero de la víctima.
Dos amenazas y una muerte
María Luisa Retamozo tenía 33 años y según trascendió había denunciado a su agresor en dos oportunidades por violencia de género, en 2015 y 2016. Pero cuando por fin logró separarse el hombre continuó con las amenazas y los hostigamientos, que finalmente terminaron en femicidio.
María Luisa fue vista por última vez el 21 de marzo de 2018 en la localidad de Suardi. Su madre radicó una denuncia por búsqueda de paradero que se activó tres días después, el sábado 24 de marzo y su cuerpo fue hallado a los 15 días en un descampado que estaba a 9 kilómetros de la ruta provincial 23.
En las primeras medidas de la fiscal Verney surgió el nombre de José Luis Córdoba como sospechoso por las dos denuncias previas hechas por la víctima cuando convivían: una fue radicada el 27 de abril de 2015 cuando la agredió con golpes de puño y la otra, el 9 de febrero de 2016 momento en que utilizó una moto guadaña y le produjo lesiones, sin que la justicia actuará con medidas restrictivas para proteger la vida de la mujer. Al comprobarse estos indicios, la causa pasó a la fiscal Favia Burella de la sección de Violencia de Género, Familiar y Sexual de la Unidad Fiscal de San Cristóbal que terminó este miércoles con la condena a prisión perpetua.
Con la ayuda de las secuencias tomadas por las cámaras de seguridad y los celulares del acusado y la víctima, la Fiscalía logró reconstruir que pasadas las 9 del 21 de marzo de 2018, el imputado había acordado un encuentro vía telefónica con María Luisa.
Ese día, las secuencias de las cámaras de seguridad tomaron al acusado cuando recorrió en moto los 21 kilómetros que separan la ciudad de San Guillermo hasta Suardi donde buscó a la víctima. Luego fueron a un descampado de la zona rural que está a la vera de la ruta provincial 23. A las 12.54, las imágenes lo captaron en la misma moto conducida por el hombre con la misma vestimenta, ingresando solo a San Guillermo.
Con esas pruebas quedó expuesto para los investigadores que Córdoba la golpeó con un martillo en el cráneo provocándole la muerte, luego abandonó en el lugar y escapó a la provincia de Córdoba.
El cuerpo de la mujer fue hallado el 5 de abril de 2018 en ese mismo descampado y sus amigas y allegados contaron que el hombre la amenazaba y hostigaba diciéndole que si no volvía con él, la iba a matar.
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