“Si vas a entrar a la AFA, pedí que te den un casco y un chaleco antibalas en la recepción, porque esto es una guerra”, fue el consejo con el que un veterano periodista pintaba cómo están las cosas en una casa del fútbol que está que arde, dividida en cuanto a sus dirigentes como no pasó en los 30 años que la gobernó Julio Grondona. En las oficinas hay más abogados que en el Palacio de Justicia que queda a menos de dos cuadras y todos están viendo demandas o reglamentos para contestarlas o para sacarle alguna ventaja.
Por un lado, están los clubes grandes, liderados, dicen, por el carismático Marcelo Tinelli, aunque detrás de él están Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio, los verdaderos impulsores de la Superliga. Del otro lado, el secretario general de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, junta votos de los clubes chicos y medianos y el martes quedó virtualmente como el candidato de este sector al juntar a los presidenciables Nicolás Russo, Armando Pérez y su yerno Claudio “Chiqui” Tapia y conseguir que se alinearan detrás de su candidatura.
En el medio quedó un atribulado Luis Segura, quien bajó su candidatura y sueña con un retiro dorado en la FIFA y en la Conmebol, muy lejos de los problemas habituales que tiene una AFA apuntada por la Justicia por la distribución del dinero de Fútbol para Todos y que tiene un desfile de dirigentes por el juzgado de María Romilda Servini de Cubría, aunque en AFA extraña (aunque no tanto) que hayan llamado a todos los secretarios y tesoreros de AFA desde 2009, salvo Daniel Angelici, sobre todo porque sí llamaron a Matías Lammens, que es el actual tesorero.
Los muchachos de Tinelli amenazan con romper y armar la liga de clubes por afuera de la AFA, si ésta no la aprueba y del otro lado le contestan que la afiliación a FIFA la tiene AFA y no los clubes, por lo que todo lo que se haga por afuera de AFA es ilegal y nulo. Por ahora, además de cuatro de los cinco grandes (Boca, River, Racing y San Lorenzo) consiguieron el aval de siete clubes más, entre los que están Vélez y Temperley, pero muchos desconfían y ven en esta movida una maniobra de los clubes grandes para quedarse con la parte del león de lo que se recaude. En cambio, otros lo ven como una posibilidad que haya una renovación que traiga más dinero y al ser la torta más grande, pueden ser más grandes las porciones.
Hay varias peleas subterráneas que vienen desde lejos, clubes grandes contra clubes chicos, clubes del interior contra clubes de Capital y del Gran Buenos Aires y clubes del ascenso contra los de primera. En ese revoltijo hoy por hoy tiene más votos Moyano que Tinelli para la elección del 30 de junio. En tanto, la Justicia presiona y juega también su partido, lo que quiere averiguar de fondo Servini de Cubría es si hubo retorno con los dineros de la televisación y quién los cobró. Los más de dos millones de dólares que encontraron en las cajas de seguridad de la fundación El futbolista comprometen a Futbolistas Argentinos Agremiados y a su secretario general, Sergio Marchi. En AFA, de última, saben que pueden echarle la culpa a Grondona, total un fallecido no puede ser juzgado.
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