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Análisis de la UNR

La actividad en el Gran Rosario ya crece por encima de los niveles prepandemia, pero en forma dispar

Las mejoras son altas en industria y construcción, así como en depósitos en el sistema financiero, pero la generación de empleo aparece muy retrasada en comparación


La actividad económica de la Región Rosario creció en el primer semestre de 2021 un 5,9% respecto del último de 2020, y un 13,4% sobre el primero. Eso era de esperar, porque son compraraciones con las etapas de cierre impuestas por la pandmia. El dato alentador es que el mismo indicador experimentó una mejora de 1,1% en relación con el primer semestre de 2019, cuando el virus no había comenzado a hacer estragos y los daños, en todo caso, eran fruto de las políticas dispuestas por la gestión nacional anterior. Los datos corresponden al último informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional de Rosario.

El Índice Sintético de Actividad de la Región Rosario (Isarr) señala que la recesión regional iniciada en el segundo trimestre de 2018, más los efectos negativos de la pandemia que paralizó gran parte de las actividades, se hicieron sentir hasta el tercer trimestre de 2020, con sucesivas caídas de las variaciones trimestrales interanuales.

Los datos abarcan el aglomerado que integran las ciudades de Rosario, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, Funes, Granadero Baigorria, Pérez, Puerto General San Martín, Roldán, San Lorenzo, Soldini y Villa Gobernador Gálvez.

La suba interanual de un 3,5% en esa geografía durante el cuarto trimestre de 2020 terminó por consolidarse con los incrementos del 11,3% y 15,6%, en el primer y segundo trimestre de 2021. No obstante, los datos más finos permiten diferenciar velocidades diferentes, con la generación de empleo claramente retrasada respecto de la recuperación productiva. El contraste entre el primer semestre de 2021 y mismo período del año anterior muestra, por ejemplo, una mejora de casi el 82% en la industria y superior al 41% de los depósitos en el sistema financiero contra apenas el 1,6% en la serie correspondiente a empleo (gráficos 2 y 3).

Las estimaciones del Isarr permiten suponer que la Región Rosario está en un proceso de recuperación económica, sobre todo si se compara con los indicadores de 2019. Es que los contrastes con 2020 deben ser tomados con recaudo: fue un año singular por el efecto de las restricciones a las que obligó la pandemia a escala mundial desde fines de 2019.

El confinamiento de población, que en Argentina de manera más estricta se llevó adelante entre el 20 de marzo y el 26 de abril de 2020, derivó en la paralización de casi la totalidad de la actividad productiva a excepción de las esenciales. Sectores importantes para la Región Rosario como los de la construcción y el automotriz estuvieron totalmente parados, y las estadísticas que reflejan su actividad mostraron valores nulos durante abril. El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (Aspo) fue flexibilizándose y con ello, la dinámica volvió a activarse.

 

Fin de la recesión iniciada en abril de 2018, antes de la pandemia

Las estimaciones del Isarr para el primer semestre de 2021 permiten arriesgar que ya se está en el fin de la recesión iniciada en abril de 2018: el Indicador fue de 197,4 en el mes anterior (marzo 2018). A partir de ahí, la Región Rosario acumuló 27 meses de caída (poco más de dos años), contrayéndose entre puntos de giro un 20,8%.

Sin embargo, la tendencia descendente previa del indicador se inicia a principios de 2015. El punto de inflexión se da a partir de julio de 2020, cuando la actividad económica regional comenzó a dar signos de recuperación con crecimientos a una tasa mensual promedio de 1,3%, que lejos estuvieron de compensar los retrocesos.

 

Distintas velocidades

La expansión del Isarr en 13,4% durante el primer semestre de 2021 respecto de igual período de 2020 se conjuga con dispares subas de los índices parciales. El general’Empleo lo hizo en un 7,5%, el de Producción Industrial un 48,8% –impulsado por la construcción y el sector automotriz– y el de Ventas un 2,4.

De hecho, si se compra con el primer semestre de 2019, sólo el Índice de Producción Industrial muestra signos positivos. Igual comportamiento se observa en las series que conforman los subíndices: todas mostraron variaciones positivas respecto al primer semestre de 2020 (gráfico 3) pero sólo Molienda, Producción Automotriz y Depósitos en el Sistema Financiero lo hicieron respecto a dicho período de 2019.

 

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