Edición Impresa

Kirchner apura por bancas de la Unasur

Por: Pablo Ibáñez

reflexiones

Néstor Kirchner fijó fecha: pidió que antes del 30 de diciembre próximo estén en funciones los parlamentarios de la Unasur, trámite que si se concreta acelerará la puja en el Congreso nacional por las nueve butacas que le corresponderán al país en esa asamblea.

La semana pasada, mientras el patagónico visitó a Rafael Correa en Guayaquil, diputados y senadores de nueve de los doce Estados miembros de la Unasur se citaron en Quito, también Ecuador, para redactar un manifiesto sobre los roles del parlamento subcontinental.

El mandato del flamante secretario del bloque fue acatado sin objeciones: se acordó, tal el pedido de Kirchner, que antes de fin de año estén designados los parlamentarios regionales y hasta se estableció el mecanismo por el que se distribuirán las bancas.

Falta, todavía, el okey de los mandatarios, pero el esquema que se resolvió en la cumbre de Quito consiste en otorgar cinco escaños a cada país a los que luego se agrega una banca más por cada 10 millones de habitantes. De ese modo a Argentina le tocarán nueve.

Con ese reparto, por ejemplo, Brasil tendría 24, Uruguay 5 y Venezuela 8. En paralelo habrá delegados de los demás parlamentos regionales como el del Mercosur, la Comunidad Andina y la Amazónica. Y se definió, a mano alzada, que oficiará de “cámara” de alzada de los demás ámbitos legislativos.

La fórmula de la distribución de bancas intenta compensar la dimensión brasileña en cuanto a población -si se hace en función de cantidad de habitantes, Brasil se queda con la mayoría-, factor que complicó el reparto de bancas para el Parlamento del Mercosur, cuya elección se proyecta para el año próximo.

Hay un asunto incierto: a Quito no concurrió ningún representante de Brasil –argumentó un delegado técnico que participó por el Mercosur que es producto de la campaña electoral– y Brasilia es el más perjudicado por ese esquema de distribución.

Sin embargo esas diputaciones se programan con voto directo –y en simultáneo con la presidencial de 2011– mientras que la de la Unasur, al menos inicialmente, se plantean por elección directa de los congresos nacionales entre los integrantes que lo componen.

De ese modo, en octubre y noviembre surgirá otro ítem en la agenda legislativa: la elección y el modo de repartir entre el oficialismo y la oposición, de las nueve bancas correspondientes a la Unasur.

Desde Buenos Aires para la cumbre de Quito partieron Eduardo Fellner y los diputados Ruperto Godoy y Juliana Di Tulio, ligados al tema Mercosur, y María Teresa García, habilitada por la Cámara para llevar la carpeta Unasur por presidir la Comisión de Amistad con Bolivia.

Los pasos y plazos para el parlamento de la Unasur asomará, además, en la reunión que Kirchner convocó para el jueves al mediodía en la embajada de Colombia a los diplomáticos de los países miembros de la Unasur destinados a Buenos Aires. Estará, como siempre, escoltado por Juan Manuel Abal Medina y Rafael Folonier.

Además, en su dualidad de jefe del PJ y mandamás del organismo subcontinental, el patagónico programa una visita a Chile donde además de entrevistarse con Sebastián Piñera, referentes de la oposición y la cita más importante, con los bloques legislativos que todavía tienen “pisada” la adhesión de Chile a la Unasur, les agradecerá también el voto chileno para elegirlo como secretario de la Unasur.

Para los próximos meses el ex presidente tiene agendadas visitas a Bolivia, Perú y Colombia. Pero la más intrigante es la que proyecta a Uruguay para reunirse con José Pepe Mujica y los líderes opositores, que han descargado ácido sobre el matrimonio K.

Comentarios