Por Daniela Barreiro
Con un lenguaje propio que suma de manera muy personal sonidos del flamenco y el pop y dueño de una tradición que encuentra su aval en el talento y la experimentación, el músico español Kiko Veneno se sumergió el año pasado en un proceso compositivo junto al uruguayo Martín Buscaglia que dio como resultado el disco El pimiento indomable. El material, que presenta aires de rumba, milonga, candombe, funky, blues y pop, tendrá su presentación oficial esta noche, a partir de las 22, en el Teatro de la Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento).
“Tenemos un grupo de cuatro músicos, con batería, bajo, guitarra y teclado; y Martín y yo”, dijo Veneno a El Ciudadano graficando la formación con la que llegarán esta noche a Rosario. “Es un formato resumido de la banda que trabajó el disco. La idea es presentar los doce temas que lo componen, entonces queríamos hacer un espectáculo en el que se pueda mostrar todo el trabajo que hicimos. Todo eso va a estar unido con algunas canciones nuestras que sirven de enganche”, añadió.
La velada contará también con la presencia de Coki Debernardi quien junto a Franco Mascotti realizarán su espectáculo titulado “Dos burros” (ver página 20). “¡Ellos tienen una versión de «Joselito» muy bonita!”, exclamó Veneno cuando se enteró de la participación en el show de Coki, quien junto a los Killer Burritos incorporó a su repertorio uno de sus temas.
“Estoy encantado con el espíritu de Rosario, esta ciudad un poco más de izquierda, libre, muy cultural y muy linda. Así que estoy muy contento de iniciar la gira allí. En una ciudad con mucho significado sobre todo cultural, me llena de alegría”, definió.
—Además de la relación de amistad que los une, ¿qué inquietudes artísticas propició esta unión con Buscaglia?
—Inquietudes de hacer algo nuevo, algo diferente; encontré en Martín la posibilidad de hacer algo novedoso frente a lo que yo venía haciendo. Sabía que con él iba a surgir algo interesante, algo bonito.
—Te mudaste una temporada a Uruguay; ¿cómo fue ese momento de composición?
—El trabajo fuerte lo hicimos el año pasado, me fui un mes a Montevideo y allí compusimos las canciones. Después me fui a Sevilla y él en Montevideo, cada uno en su estudio casero, fuimos poniendo las voces y las guitarras definitivas. Pero las composiciones las hicimos todas juntas entre marzo y abril del año pasado. Fue un trabajo fundamental de creación de canciones. ¿Qué buscamos con ellas? Que sean canciones originales, que nos lleven a sitios nuevos, sitios de encuentros, que nos permitan viajar por la música. Con la confianza y el cariño que nos tenemos fuimos lanzando ideas, uniéndolas, poniéndolas en la mesa y construyendo algo nuevo. Fue abiertamente un trabajo en equipo.
—Hablás de lugares nuevos, de un viaje y esa es la sensación que deja el disco al escucharlo, la de estar viajando…
—Eso es lo que sentimos nosotros. Para nosotros trabajar en este disco fue como una aventura y un viaje y me siento muy satisfecho de que se vea reflejado porque fue lo que hicimos.
—Además parece emitir un mensaje de unión; ¿fue algo que buscaron?
—Queremos dar el mensaje de que la gente se puede pelear o se puede unir y hacer cosas, superar un poco los egos de cada uno. Creemos en la comunicación en la unión de las personas. Creemos en las diferencias pero también creemos en la unión de esas diferencias. No pretendemos aislar a cada comunidad, a cada tribu, a cada persona según su ideología ni según su tendencia pero debemos respetar las individualidades, somos diferentes pero creemos en el trabajo en común de las diferencias.
—¿Cuál es el camino que te gustaría que haga este disco?
—Espero hacer una gira desde el Polo Norte a Tierra del Fuego. Son tiempos malos para la música pero esperamos que este disco pueda viajar por todo el continente americano.
—¿Por qué lo titularon “El pimiento indomable”?
—Es un nombre simpático que le pusimos porque el pimiento siempre guarda la rebeldía de ese sabor, de ese picante. Es un sabor que siempre domina.
—¿Cómo se vive desde la cultura la crisis que está aconteciendo en España?
—Se está viviendo con mucha tristeza porque involucra lo social y lo político. Eso no es un buen fondo para la música ni para la convivencia, hoy en día la convivencia está muy dañada porque hay muchísima dificultad económica, hay muchísimo paro, una pobreza que crece, muchísimos españoles jóvenes que tienen que irse, no es el mejor momento. La gente está en muchas dificultades y eso es un problema para la trasmisión del arte y la cultura, que sería lo que podría ayudar a pasar este momento. Si están recortando la salud y la educación cómo no van a recortar a cultura, la cultura la dejan para lo último en una situación de crisis y es lógico pero eso cierra el círculo de la represión, intentan anular la cultura porque siempre tiene una voz crítica con las medidas represoras.
—¿Cómo es la actualidad del movimiento de renovación del flamenco del que formás parte?
—Ahorita está bastante parado todo eso en España, no hay nada de renovación al ritmo de la rumba. Ahora mismo estamos en un momento cultural de tranquilidad, supongo que se están gestando nuevas ideas porque el flamenco tiene unas raíces muy profundas y eso siempre tiene necesidad de renovarse. Pero el tiempo de la renovación es lento. Esperamos que en cualquier momento empiecen a salir nuevos frutos pero este no el ese momento. El nuevo flamenco quedó un poco aislado, prácticamente no existe, quedó el flamenco clásico que tiene mucho arraigo sobre todo en el baile y la guitarra pero la creación autóctona de nuevos matices de flamenco está ahora mismo paralizada. Se hizo una especie de nueva rumba popular pero nada que ver con la época de Camarón, de Pata Negra, hoy hay algo de baja calidad y poca importancia cultural. No hay ahí una nueva ola de creatividad. Es un poco decadente.
Con un gan equipo
El pimiento indomable fue masterizado en Los Ángeles por Gavin Lurssen (Tom Waits, Lenny Kravitz y Robert Plant) y mezclado en el estudio Groove Masters, en Santa Mónica, California, donde un par de meses antes Bob Dylan había terminado de grabar su reciente Tempest. El material contó con la participación de Rubén Rada, Martín y Nico Ibarburu, Gustavo Montemurro, Mandrake Wolf y Juampi di Leone, entre otros; artistas que les permitieron a Veneno y a Buscaglia abrazar sonoridades que van desde el pop, las rítmicas del Brasil, la milonga, el funky, el candombe, el blues y la rumba flamenca.
Kiko Veneno edita en España “Sensación térmica”
Además de los detalles de su último disco junto al uruguayo Martín Buscaglia, Kiko Veneno se encuentra trabajando en un nuevo disco solista, un material que según adelantó será el “más experimental de su carrera”. “Sensación térmica ya está sonando en algunas emisoras en España y sale en marzo”, dijo Veneno al tiempo que describió: “En esta época me dio por hacer cosas nuevas, entonces hice un disco con un productor que se llama Raúl Fernández Refree. En la composición de los temas me alejé de mis patrones habituales, algo que también se nota en el resultado sonoro. Es otro tipo de sonido que no sé explicar, hay más variedad, muchísimas gamas de sonidos. Es más musical”.
Los discos de Veneno no suelen tener edición en Argentina y esta no será la excepción: “Mis discos sólo salen en España. Cuando hice Échate un cantecito en el 92, sabíamos que era un material que podría haber sido aceptado, que podría haber salido de España pero entonces las políticas de la multinacional, en ese caso Sony, eran muy duras y no permitían para nada que músicos españoles sacaran sus discos fuera de España. Sigo trabajando con multinacionales, en este caso con Warner, ahora muy venidas a menos en el sentido que el negocio de la música decayó muchísimo, entonces ahora menos se plantean editar este disco fuera de España. Pero intentaré conectar con alguien aquí, con algún sello independiente que quiera sacarlo”.
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