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Justicia Federal

Juzgan a Guille Cantero por organizar un secuestro extorsivo desde la cárcel

El líder de Los Monos llegó acusado por la captura ocurrida la tarde del 9 de septiembre de 2017 cuando dos hombres sorprendieron a un joven en bulevar Seguí y Espinillo. La expectativa de pedir de 3 millones de pesos cayó y se transformó en un par de kilos de asado, ya que confundieron de blanco


El fiscal es Federico Reynares Solari y Guille Cantero presenció el debate por video conferencia desde el penal de Marcos Paz. Foto: Sebastián Granata Télam

Uno de los líderes de Los Monos comenzó ser juzgado este miércoles a las 9 acusado de un secuestro extorsivo cometido en 2017 y dirigido desde la cárcel de Coronda en la que estaba detenido. El caso es recordado debido a que los captores se confundieron de víctima y de pedir “tres gambas largas” –en referencia a tres millones de pesos– pasaron a un “par de kilos de asado”. El fiscal de juicio Federico Reynares Solari solicitó en su alegato la pena de 10 años de prisión para Ariel Máximo “Guille” Cantero.

El debate oral está presidido por el Tribunal Oral Federal 3 – integrado por Eugenio Martínez Ferrero en la presidencia, Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta– y tiene a Ariel Máximo “Guille” Cantero, de 30 años, en el banquillo de los acusados por video conferencia desde el penal de Marcos Paz. La defensa de Guille está representada por Carlos Edwards.

El secuestro

Los fiscales a cargo del caso, Adriana Saccone y Santiago Marquevich, acusaron a Guille como el instigador del ocurrido el 9 de septiembre de 2017 a las 19.30, dos hombres a bordo de un auto capturaron a un joven en la esquina de bulevar Seguí y Espinillo, de barrio Moderno.

Le cubrieron la cabeza y, tras circular durante un tiempo, el muchacho fue obligado a descender en un galpón, donde también permaneció con los ojos cubiertos”, según señaló el requerimiento de elevación a juicio.

En ese momento, los secuestradores advirtieron que la víctima no era la persona que querían secuestrar para pedir rescate y se comunicaron telefónicamente con Cantero –que estaba preso–, a quien le dijeron que se habían “confundido feo” ya que no coincidían los rasgos físicos ni la ropa de la persona que pretendían capturar.

En las escuchas telefónicas que fueron incorporadas al expediente quedó establecido que Guille pidió hablar con la víctima, quien le refirió que trabajaba en una empresa metalúrgica y que su padre era carnicero, lo cual corroboró que efectivamente habían secuestrado a la persona equivocada.

“Una vez asumida la confusión, Guille comunicó a sus cómplices la intención de aprovechar la consumada privación de la libertad del hombre para obtener una disposición patrimonial a cambio de su liberación, lo que se materializó a través de la exigencia de un par de kilos de asado”, indicó la acusación para agregar que el joven fue liberado un rato más tarde sano y salvo.

Los representantes del Ministerio Público Fiscal de primera instancia señalaron en la investigación que en los días previos la banda hablaba “continuamente de plata fácil”, de sacar “un par de gambas largas” y que por el verdadero objetivo del secuestro, que iba a ser un traficante de drogas rosarino, pensaban pedir de rescate “por lo menos tres palos”, es decir tres millones de pesos.

Alegato de la Fiscalía

Este miércoles por la tarde comenzaron los alegatos de la partes. El fiscal de juicio, Reynares Solari solicitó que se condene a Guille Cantero a la pena de 10 años de prisión por considerarlo autor  del delito de secuestro extorsivo agravado por la intervención de más de tres personas, según indicaron voceros judiciales.

Además, ordenó que las grabaciones del debate y las declaraciones de testigos, tanto civiles como policías, éstos último fueron los que participaron del allanamiento de la celda de Cantero, ya que comprobaron la existencia de un teléfono fijo en dicho lugar para que se investigue la presunta comisión de delitos de acción pública por parte de los funcionarios penitenciarios que prestaban funciones en la unidad penitenciaria de Coronda.

Los hermanos Fernández

Además, en la investigación estaba señalado como uno de los captores, identificado en las escuchas como Ezequiel David “Parásito” Fernández, el cual fue acribillado a balazos en plena tarde del 17 de abril de 2018 junto a su hermano José, conocido como Grasita, en el denominado triple crimen de Granadero Baigorria.

Ese mismo mes, las fuerzas federales allanaron la casa de los hermanos Fernández y hallaron tres pistolas 9 milímetros, un fusil de Gendarmería, dos chalecos antibalas y gran cantidad de municiones. En ese operativo, los uniformados apresaron a Nahuel, el hermano menor de los Fernández conocido como Chino, quien fue encausado junto a Guille. Al mes siguiente, el magistrado del Juzgado Federal 3, Carlos Vera Barros, procesó al líder de Los Monos y dictó la falta de mérito para Chino, ya que no hubo elementos que lo relacionarán con el secuestro.

Chino, de 26 años, es el único de los hermanos Fernández que quedó con vida y está desaparecido desde el domingo 26 de agosto de 2018 cuando salió de su casa para ir a visitar a su novia a la localidad de Funes. Su familia organizó más de media docena de marchas para pedir celeridad en la búsqueda del joven a la justicia. El gobierno provincial ofreció una recompensa de 800 mil pesos para la persona que pueda aportar datos para dar con el paradero Nahuel “Chino” Fernández.

Dos sentencias para Guille: en el provincial y el federal

El jefe de Los Monos suma dos condenas previas a este juicio: una de 22 años de cárcel por un homicidio y como organizador de una asociación ilícita en la Justicia provincial y otra a 15 años por ser líder una banda dedicada a la comercialización de estupefacientes, causa del fuero federal que se conoció como Los Patrones.

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