Policiales

JUICIO ORAL, DÍA 2

Juicio a Los Monos: cruce entre los defensores y el Ejecutivo

La polémica por el lugar de alojamiento de los acusados de integrar la banda tuvo este miércoles su segundo capítulo. Hubo fuertes críticas del ministro de Justicia al Tribunal y una dura respuesta del abogado Carlos Varela.


La polémica por el lugar de alojamiento de los acusados de integrar la banda de Los Monos tuvo este miércoles su segundo capítulo. Fue un día después de que los ocho imputados se sacaran la ropa y evitaran así sentarse en el banquillo en el comienzo del juicio oral hasta que no se resolviera el hábeas corpus que habían presentado por el agravamiento de sus condiciones de detención. Así consiguieron dormir en el penal de Piñero, hasta que ayer, después que cuatro de ellos resolvieran no asistir al juicio, acordaron que los otros cuatro durmieran los días en los que se celebra el proceso en el Centro de Justicia Penal y el resto en Piñero.

Sin embargo, el ministro de Justicia de Santa Fe, Ricardo Silberstein, cuestionó la decisión del tribunal que juzga a la banda “Los Monos” de ceder a sus planteos sobre el sitio de alojamiento al considerar que “si los imputados eligen su lugar de detención, estamos a un paso de Colombia”.

La respuesta llegó a rápidamente de parte de los defensores. Carlos Varela sostuvo que “como persona del derecho me indigna que un ministro de Justicia quiera llevar contra el alambrado a un tribunal para que varíe su decisión. Eso es una injerencia clara del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial”.

El ministro Silberstein sostuvo que es de una gravedad enorme, si se entiende que esto pone en riesgo el mecanismo de seguridad previsto. Y agregó que “si el Estado no tiene poder coactivo y detenidos e imputados eligen su lugar de detención, de ahí a que el crimen organizado construya su propia cárcel como en Colombia, estamos a un paso”.

El ministro apuntó así a la decisión del tribunal que juzga a 25 personas entre civiles y policías que integran la banda Los Monos de aceptar el planteo de los acusados.

Los ocho detenidos en la causa se desnudaron el martes en la alcaidía del Centro de Justicia Penal de Rosario en señal de protesta por tener que pasar la noche alojados ahí y no poder regresar a la cárcel de la localidad de Piñero, donde están recluidos.

Los defensores de los cabecillas de Los Monos acompañaron la medida con la presentación de un recurso de hábeas corpus correctivo para que sus clientes regresen cada noche a Piñero.

Para el gobierno provincial, la decisión del tribunal importa un cambio sustancial en el plan de seguridad diseñado para el juicio.

“Me preocupa mucho que el Ejecutivo había establecido un mecanismo de seguridad planificado y no se lo tuvo en cuenta”, cuestionó el Silberstein.

El ministro de Justicia puntualizó que “los lugares de detención (en el Centro de Justicia Penal) son mucho mejores que la celda de (las cárceles de) Piñero, pero sin embargo los detenidos, por haberse desnudado, pueden lograr imponer el lugar de detención”.

En esa línea, el funcionario consideró que de ese modo se pone “en riesgo lo que significa todo el traslado de personas, a quienes se las acusa por haber amenazado jueces, matado y amenazado testigos”.

El abogado Carlos Varela salió al cruce de los dichos de Ricardo Silberstein. Y se refirió al pedido de 24 años de prisión para uno de los líderes de la banda, Ariel Máximo Cantero, y dijo que “esa es la desmesura a la que hacíamos referencia en cuanto al pedido de pena que hizo el fiscal. Resulta inexplicable que aquella persona que hace unos meses habían acordado penas con la defensa y los propios imputados por siete años ahora, sin motivo ni justificación legal alguna, pida 24 años de prisión”.

“Ellos habían defendido el proceso abreviado. Sí, por lo menos es llamativo y es lo que yo denomino hacer jueguito para la tribuna. Pero también lo veo con el propio ministro Silberstein, que también hace jueguito para la tribuna al hablar sobre el pedido de mejores condiciones para los detenidos y decir con un sarcasmo que deberían volver a la facultad”.

“La verdad  es que con las manifestaciones de Silberstein siento vergüenza de que él haya sido decano de la Facultad de Derecho de dónde yo egresé. Lo primero que debería hacer es volver al secundario y aprender Instrucción Cívica y empezar a respetar el sistema republicano de gobierno, donde el Poder Ejecutivo no puede tener injerencia en el Poder Judicial. Me parece que lo ha olvidado. En este país hay una falta de memoria inmediata”, expresó Varela.

El reconocido letrado planteó que “esto se ha convertido en una escenificación casi teatral. Lo que podría haber sido una obra de teatro dramática y sofisticada, se ha transformado en un grotesco por la intervención de cuestiones y personas exógenas a lo que debiera ser la normal tramitación de una audiencia. Como persona del derecho me indigna que un ministro de Justicia quiera llevar contra el alambrado a un tribunal para que varíe su decisión. Eso es una injerencia clara del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial”.

El abogado observó que el gobierno se transforma “en lo que ellos mismos critican y deberían dejar que tanto los jueces los fiscales y los abogados podamos desenvolvernos dentro de lo que son las reglas del mundo jurídico. Que ellos se manejen dentro del mundo de la política que, por lo que veo, está más cerca del vedettismo de un programa de espectáculo que a la política seria”.

“Como persona del derecho me indigna que un ministro de Justicia quiera llevar contra el alambrado a un tribunal para que varíe su decisión.

Sobre los 41 años pedidos a Ramón Monchi Cantero Machuca, Varela sostuvo que “me parece una pena exorbitante. Con la comparación que hacíamos respecto al proceso abreviado de 7 contra 24 años pedidos a Ariel Máximo Cantero, el Guille, yo pretendía hacer una ironía en la audiencia. En la Facultad de Derecho no enseñan matemática, pero confundir 7 con 24 años me parece una barbaridad”.

Sobre sus expectativas respecto al juicio resaltó que “confío plenamente en el tribunal, si no no estaríamos sentados ni Martínez, ni Edwards ni Yrure ni los otros colegas. Esta es una batalla larga, ardua, árida. Esperamos que prime la sensatez derivada de la aplicación de las reglas jurídicas y que el resultado sea lo que sea pero que sea derivado de la aplicación del derecho y no de la injerencia de factores externos al derecho”.

El gobierno provincial reprochó al tribunal por ceder ante la pretensión de Los Monos