Espectáculos

Cine argentino

“Juana Banana”, disponible en los cines locales, es una comedia generacional cercana y emotiva

Julieta Raponi es la protagonista excluyente del film de Matías Szulanski, que tuvo su premiere semanas atrás en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde la joven fue elegida como mejor actriz por la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes, Sagai


La actriz Julieta Raponi es la protagonista excluyente de Juana Banana, film argentino de Matías Szulanski que se estrenó el jueves último en salas comerciales de todo el país y que tuvo su premiere semanas atrás en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde Julieta fue elegida como mejor intérprete por la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (Sagai).

El hallazgo de Raponi (27 años, nacida en Baradero y residente en Ciudad de Buenos Aires hace diez) no fue fortuito pero sí tuvo algo de azaroso ya que el realizador venía fracasando en sus castings hasta que descubrió a la actriz en una historia de Instagram y a partir de ahí comenzó el proceso que la transformó en Juana Banana.

Eran tiempos de pandemia y encierro y, por tanto, se trató de una serie de “autocastings” que Raponi se realizó a sí misma y que se iban modificando a partir de las devoluciones y nuevas pautas que le marcaba el director, hasta que quedó elegida.

La anécdota viene a cuento ya que el film narra en tono de dulce comedia, las decepciones, ambigüedades, inseguridades y derroteros de una joven de veintipico que intenta asentarse como actriz y se presenta a diversos castings, entre otras peripecias que atraviesa su vida.

Con mano inteligente para pintar un clima de época y dejar impresas algunas de las marcas que definen a la generación que va de los 20 a los 30, junto a un humor permanente que no se resigna a la angustia ni las desventuras, más la luminosa figura de Raponi en la pantalla, Szulanski logra un film emotivo, cercano, que corre con liviandad y atractivo, con un destinatario preciso que sería bueno pudiera verlo y elegirlo sobre otras opciones más superproducidas en Hollywood que menos tienen que ver con ellos.

La película habla de una chica que acude a los castings buscando establecerse laboralmente. En ese sentido, la actriz, en diálogo con la agencia de noticias Télam, habló de esta situación que le resulta familiar: “Me siento ciento por ciento reflejada con lo que le pasa al personaje, me la paso haciendo castings y aprendiendo a convivir con ese estado de frustración que sufre el personaje. Los castings son posibilidades y hay muchos momentos en los que el deseo de querer ser elegida te juega en contra porque hay demasiada voluntad y predisposición puestas en juego”.

De todos modos, más allá de esa inevitable frustración, sigue yendo: “Es así, un casting es la posibilidad de un trabajo actoral con todo lo que eso implica: abordar un personaje, poder conocer la mirada de un director o directora, todo lo que abre esa posibilidad, creo que una debe aprender a poder convivir con la situación de frustración, resulta que a veces una se prepara, se prepara y se prepara y después, a veces, ni siquiera hay una respuesta”.

En el mismo sentido, se explayó acerca de ciertos mitos en relación con el maltrato en los castings: “Cada casting es particular, no voy a decir que son el lugar más empático y cariñoso del mundo, por lo general son lugares fríos pero no me pasó que me hayan maltratado, quizás al principio, fruto de mi inexperiencia, con 17 años, iba a un casting y me encontraba con gente que no era la adecuada”.

La película habla de una chica que anda en ciertos problemas, de pareja, en relación con el trabajo, con situaciones que no terminan de satisfacerla, sin embargo la risa del personaje y su modo de estar la salvan de todos los contratiempos. “Eso es algo que hablamos con Mati (Szulanski), esa risa del personaje apareció genuinamente, apareció en el tránsito del personaje. Viendo la película completa hay algo en esa risa por un lado de una angustia y también es cierto que le da un tono esperanzador a la historia y le permite al personaje sortear las frustraciones que van apareciendo, y convivir con todo lo que no encuentra. Es algo habitual más allá de la película, si no le ponés humor a las cosas todo puede ser un bajón; además de que en la película sin esa risa y sin ese humor caeríamos en una solemnidad insoportable con un personaje que va de decepción en decepción sin encontrar su lugar y no era esa la película que quería Matías; desde el día cero estuvo claro que se trataba de una comedia”.

La actriz habló también acerca de cómo ve la pintura generacional que hace el realizador a través de la película: “Me parece bien ajustada, me parece que un rasgo nuestro es que estamos todo el tiempo haciendo, haciendo, haciendo, buscando, buscando, buscando, de un lado para otro y también el tema de la hipercomunicación, de que estamos en cualquier lado y en ninguno, quizás se aspira más a la libertad de hacia dónde vamos o queremos ir pero también eso nos hace estar en una rueda sin fin hasta que encontramos cuál es el rumbo, si es que lo encontramos”.

La actriz estudió actuación en la Universidad de las Artes (UNA) pero también te formó con varios maestros de clown como Guillermo Angelelli, Cristina Martí, Raquel Sokolowicz y Lila Monti, entre otros. “En Baradero empecé haciendo clown, era casi lo único que había; siento que quizás me aportó algo del juego, algo de que mi cuerpo esté flojo, eso es lo que intento siempre que abordo un personaje y el hecho también de pensar el personaje desde el lugar del cuerpo, no desde un lugar psicológico o mental sino que entre desde el juego y algo de la presencia de la mirada también. La manera como Juana se tira en la cama en la película, eso es algo que traigo del clown”, destacó la actriz.

Y respecto de qué es lo que más le gusta de la película, planteó: “Más allá de la cuestión generacional me gusta que no se estanca, que va para adelante, eso me parece muy positivo; es liviana y tiene algo que a mí me gustó mucho en el rodaje y me gusta ver en el cine que es que todo el tiempo está cambiando de locación, hay movimiento en lo que le pasa, con quién está y dónde está el personaje”.

En el mismo sentido, también habló acerca de cómo fue el proceso de ir encontrando el personaje: “Lo primero que hice fue encontrar la voz, con Mati nos mandábamos videos e íbamos encontrando el tono de Juana y a partir de ahí fue apareciendo lo demás. Mati también me pasó películas a modo de referencia para ir componiendo el personaje y siempre había algo relacionado con la frescura, con estar flojo, el personaje no estaba rígido. El vestuario que uso en la película es mío y eso me gustó porque fue como combinar ropa mía de diferentes formas”.

Finalmente, Raponi habló de sus proyectos: “Estoy trabajando con mis dos grandes maestros que son Helena Tritek y Toto Castiñeira, estoy ensayando cosas con ellos”.

Comentarios