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Entrada libre y gratuita

Juan Torresi presenta su disco La Sinfonía de los días

El cantautor Juan Torresi presenta este sábado su primer disco como solista. Se trata de La sinfonía de los días, un trabajo de siete temas que reflejan, cada uno de ellos, alguna etapa de su vida “De mis días, de lo que sentí en algún momento y que no sé decirlo de otra forma más que escribiéndolo"


El cantautor Juan Torresi presenta este sábado su primer disco como solista. Se trata de La sinfonía de los días, un trabajo de siete temas que reflejan, cada uno de ellos, alguna etapa de su vida. “De mis días, de lo que sentí en algún momento y que no sé decirlo de otra forma más que escribiéndolo y componiendo”.

A los 23 años ya tenía su propia banda, Ambarville, que sonó por varios años con Federico Marina en bajo y voz, Daniela Martínez en batería, Cristian Ruso en guitarra y el propio Juan en guitarra y coros. El grupo se disolvió a meses de haber sacado su primer disco: Anodino o Sustancial, por la partida definitiva de uno de sus integrantes a Europa.

Experiencias y sentimientos registrados en las canciones que forman parte de su  nuevo álbum que muestran un crecimiento notorio, no sólo en la música sino también en la poesía. “Hay una evolución en la búsqueda de los audios, por lo menos quiero creer que también tuve una evolución en la parte de las letras porque pasa el tiempo, leés más y querés escribir mejor”, dijo el joven músico en una entrevista para El Ciudadano.

—¿Cómo pensaste en la dinámica del disco en función de la forma de consumir música hoy?

— Influyó en el tiempo del disco, pensé en un formato corto: dura 25 minutos y son siete canciones. Me encantaría hacer un disco de quince temas pero sé que la gente no lo va a escuchar o va a llegar al tema ocho o nueve y dice: ‘Bueno, me voy a poner a ver qué pasa en Instangram’. Capaz que se termina de escuchar pero no con el grado de atención que para mí requiere escuchar un disco.

—¿Notas un cambio muy pronunciado en la forma de consumo de la música?

— Siento que no pasa lo que pasaba antes. Me acuerdo cuando escuché por primera vez The Dark Side of the Moon, un disco conceptual de Pink Floyd, me encerré en la pieza sin nada a escuchar el disco. Yo digo que ahora eso no pasa. Como todo, la tecnología, el tiempo en que se vive y las redes sociales también tienen sus ventajas como la difusión y el poder mostrarte pero sí se ha perdido un poco eso de dedicarle tiempo a escuchar algo. Pensé en cuándo escucho música yo y puede hacerlo la gente: cuando se pone a cocinar, cuando viaja o cuando toma sol, entonces salió un disco cortito que cuando llegue al último tema digan ‘Uy, ¡qué rápido se termino!’ y no que  piensen: ‘Che, ¿cuándo termina?’

—¿Por qué la Sinfonía de los días? ¿Tiene que ver con la finitud del tiempo?

—No sé si está tan vinculado a eso. Uno de los temas del disco se llama así y la realidad es que me gustó ese nombre y ese tema puntual  habla de un momento de cómo encontraba yo anímicamente: super bien. Después, a la hora de pensar en el nombre del disco, me parece que el conjunto de las siete canciones, todas son un resumen de cómo eran mis días en el momento de componerlas.

—¿En este primer disco como solista hay cambios en el trabajo que venías haciendo cuando integrabas Ambarville?

—La línea es la misma. Hay una evolución en la búsqueda de los audios, por lo menos quiero creer que también tuve una evolución en la parte de las letras porque pasa el tiempo, leés más y querés escribir mejor. Hoy me parece también que ser más simple y más directo en lo que es el sentido de la canción, rinde más que ser a veces mega pretencioso, buscando algo hiper complejo de escribir que al final pierde sentido y bueno, no soy Borges para hacer algo increíblemente rebuscado y que después la gente no lo entienda. Siempre traté de imprimir cuando escribo que sean canciones francas, sobre algo que a mí me pasó y que necesité trasladarlo a la canción porque no me sale expresarlo de otra manera y no estoy inventado nada.

—¿Qué expectativas tenés con este disco?

—La expectativa no tiene que ver con la salida del disco en sí, sino en cómo decidí vivir la experiencia. Cuando pasó el primer disco de Ambarville yo le había cargado un montón de expectativas pensando que cuando saliera íbamos a hacer muchas cosas y al mes que salió, Fede me dijo que se iba vivir al exterior. Estuve muy mal, incluso hay canciones de la sinfonía de los días que hablan sobre ese momento. Justamente, el tercer tema del disco que se llama Lo que se va y cuenta de que un día me encontré sin banda. En cambio éste, al ser solista, puedo defenderlo en cualquier formato: ir a Neuquén y si quiero ir yo sólo con una guitarra acústica puedo tocarlo. No está super cargado de expectativas porque me voy a vivir a Madrid. Lo tomo como parte de algo que me ayuda a abrir nuevas puertas y generar nuevos laburos.

—La Sinfonía de los días está disponible en internet, ¿cómo es esa experiencia?

—Es increíble. En streaming te figura cuánta gente lo escuchó y de dónde y ya se escuchó en varios lugares: España, México, Italia y hasta de República Checa y pensás ‘¿Cómo un tipo de República Checa llegó hasta acá? Es impresionante.

—¿Qué música escuchabas de chico y cuál escuchás hoy?

— Las primeras cosas que son las que escuchabas en tu casa, más de lo que primero decidí escuchar. Por el lado de mi viejo era una mezcla entre Queen y Serú Giran. También le gustaba Pappo y a veces saltaba con Sabina. Por parte de mi mamá y mis abuelos, todo lo que era folclore y tango. Después hice una ensalada de todo eso y el primer disco que empecé a escuchar fue De la Cabeza de La Bersuit y después me metí con heavy metal nacional tipo Almafuerte y esas bandas hasta que llegó el disco de Pink Floyd, The Beatles, Deep Purple, Los Rollings y no volví más. Actual, lo primero que se viene la cabeza es John Mayer, que está un poco vinculado al pop si lo escuchás muy por arriba y si te ponés a escucharlo bien hace un trabajo buenísimo como compositor y como guitarrista, es como el pequeño hijo de Eric Clapton y de Steve Ray Vaughan y llevó el blues al pop e hizo una fusión fantástica. Mucha música nueva pero no sé si los tomo como referente, sigo escuchando a Fito, Charly, Cerati y la poesía de Spinetta.

Acerca del disco y su autor

El disco La Sinfonía de los días fue producido por Franz Funes y editado, mezclado y masterizado por Marco Di Prinzio en Humahuaca Records. Se presentará este sábado a las 20.30 en el CEC con entrada libre y gratuita. Tocará como invitado Martín Rougier.

Juan Torres vino de Correa a Rosario en 2008, donde formó la banda Ambarville, con la que grabó el disco Anodino o Sustancial que se presentó en el escenario del CEC Vinilo Café en 2015. Tres años después, regresa como solista para presentar “La Sinfonía de los Días”.

Martín Rougier, tras la disolución de Austria, banda en la que fue compositor, cantante y pianista, proyectó una nueva propuesta conformada bajo una formación singular planteada en base a piano y voz, acompañados de baterías, a la que más tarde se le sumarían prestigiosos músicos de la ciudad.

 

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