Edición Impresa

Rugby

Juan Imhoff fue nominado como mejor jugador de Europa

El wing de Racing 92, por segundo consecutivo, integra el selecto grupo de los mejores 15 rugbiers de Europa.


Por segundo año consecutivo el rosarino Juan Imhoff fue nominado por la European Professional Club Rugby (EPCR) dentro de una lista de 15 rugbiers para recibir el premio como mejor jugador europeo temporada 2015/2016. El wing formado en Duendes también integró el selecto grupo la pasada temporada y ahora comparte el listado con la estrella kiwi Dan Carter, compañeros en Racing 92.

Imhoff llega a ser nominado por sus destacadas actuaciones con la camiseta de Racing 92 y su gran número de tries en partidos importantes. El anuncio se hizo ayer y junto al rosarino se destacan como nominados: Guilhem Guirado, Jack Clifford, Steffon Armitage, Owen Farrell, Vereniki Goneva, George North, Charles Piutau y Billy Vunipola, entre otros.

El rugbier que reciba el premio seguirá los pasos de grandes referentes del rugby europeo que supieron hacerse con la distinción como Jonny Wilkinson, Sean O’Brien y Nick Abendanon, además de percibir un importante premio económico de parte de un espónsor.

La definición del premio se conocerá en mayo próximo. En esta elección los fanáticos pueden votar vía on-line.

En vísperas de que su equipo afronte las semifinales de la Copa de Europa, el próximo domingo contra Leicester, el rosarino Juan Imhoff realizó declaraciones a la agencia de noticias AFP donde abordó cómo afronta ese reto, pero también de la influencia de su familia en su carrera, de sus planes de ser entrenador cuando se retire como rugbier y sus sueños de lograr el título continental.

“Cuando llegué a Racing, en la era de Pierre Berbizier, sabía que llegaba a un club en el que había gran ambición. Pero yo soy muy ambicioso también y en todo caso, después de tantos años, el Racing es mi club profesional, mi club del corazón, mi familia y esto no es una palabra al aire. Hace varios años que pienso en este título con Racing. Un título para la familia de Racing, para todos los chicos que trabajan en la oficina, para todos los entrenadores que han pasado por aquí. Todo el mundo ha hecho un esfuerzo para que Racing gane un día el título. Llevo esto en mi corazón, en mi sangre”, dijo Juan.

Sobre el trabajo mental, el rosarino expresó: “El rugby es un 50% de físico y un 50% mental. Desde que era pequeño me di cuenta. Mi padre y mi familia me hicieron tomar consciencia y así trabajé en Argentina. Allí el rugby es sobre todo amateur, con jugadores que muchas veces no son muy fuertes. Pero jugamos todos con el corazón, con una mentalidad que puede marcar la diferencia. Siempre entrené así, metiéndome presión desde que soy pequeño. Se puede ver que físicamente no soy alguien extraordinario, por lo que debo trabajar todos los días, todos los minutos y todos los segundos de mi vida. Para llegar así, hay que tener una mentalidad fuerte”.

En cuanto a su lugar de origen, Imhoff aseveró: “Vengo de un club que se llama Duendes (en Rosario) que pronto festejará su 60º aniversario. Es un club que tiene muy pocas licencias, pero que ha marcado la historia del rugby argentino. En el equipo nacional hay dos entrenadores de Duendes. El entrenador Sub 20 es de Duendes, el fisioterapeuta también, así como el preparador físico… El presidente de la Unión Argentina de Duendes también. Es una verdadera familia y esa es nuestra fuerza. Tenemos una frase que marca a todos los jugadores del club: 10.000 kilómetros de distancia no es nada para los que tienen los colores de la camiseta tatuados en la piel y el rugby en la sangre”.

También habló sobre su vida después del retiro: “Cuando hablo de esto con mi padre, él bromea. Me dice: ‘Yo soy insoportable, pero tú vas a ser dos veces peor’. Me gustaría poder entrenar porque amo el rugby sobre el terreno, pero también lo que le rodea; el entrenamiento, la vida en comunidad, el físico y la salud del jugador”.

Su mente ganadora lo hace distinto

Opinión. Lisandro Olearo

Desde su etapa en juveniles, Juan Imhoff tenía algo distinto al resto. Nunca pudo ser campeón en sus años de divisiones inferiores en Duendes, y tuvo que esperar hasta llegar a primera, pero el cierre de esa etapa fue la que lo marcó por siempre. El duro golpe de quedar afuera de Los Pumitas lo terminó fortaleciendo. Es que Juan rápidamente se dio cuenta que tenía que dar un plus para poder volver a ser convocado a un seleccionado nacional.

Ese verano de 2008 fue un antes y un después para Juan Imhoff. Se preparó como nunca antes, y ese año fue implacable en su temporada debut en el primer equipo de Duendes. Sus actuaciones le valieron la citación para el Sudamericano 2009 y desde allí no paró nunca más en su avance en los distintos combinados de la UAR.

A Racing 92 llegó en octubre de 2011 muy bien preparado y muy bien formado rugbísticamente, pero fue su mente ganadora la que lo llevó hoy a estar entre los 15 mejores jugadores de Europa por segundo año consecutivo. Su mente lo hizo sobrevivir en un rugby profesional y en un club donde abundan las estrellas y donde las exigencias son muy grandes.

La temporada para Juan no terminó, ya que le queda mucho por jugar, tanto en Francia como a nivel continental. Hasta tiene chances de estar en los Juegos de Río.

Comentarios