El Hincha

Semana clásica

Juan Carlos Ghielmetti y Fabián Garfagnoli, goleadores inesperados en el Clásico

Juan Carlos Ghielmetti y Fabián Garfagnoli se dieron el lujo de marcar en el derby rosarino. El Tuna anotó en el triunfo canalla de 1980 y Garfa gritó en una victoria leprosa en 1991


Convertir un gol en un clásico rosarino es llegar a tocar el cielo con las manos, más si sirve para abrir o cerrar un triunfo. Y quizás se aumenta la alegría si el autor del tanto no tuvo demasiados gritos en primera división. Tanto en Central como en Newell’s hay dos casos muy específicos que se ajustan perfectamente a esta situación.

Por el lado del Canalla se puede nombrar a Juan Carlos Ghielmetti, quien abrió el marcador en un Clásico por las semifinales del Nacional de 1980 que ganó Central por 3-0. Y por el lado de la Lepra, es el caso de Fabián Garfagnoli, quien marcó uno de los goles en el triunfo de Newell’s por 4-0 en el Clausura 1991.

Fueron goleadores inesperados para propios y extraños. Ambos eran defensores. No eran jugadores de pisar el área rival. Los dos salieron de la cantera de inferiores. Demasiadas similitudes a la hora de comparar sus características futbolísticas.

Aquellos clásicos quedaron en la memoria del hincha que ya peina varias canas. El del 80 sirvió para sacar una buena diferencia de cara a la revancha. De hecho el Canalla apenas perdió 1-0 en la vuelta y jugó la final del Nacional frente a Racing de Córdoba logrando su tercer título a nivel local.

El del 91, más acá en el tiempo, sirvió para marcar una época en la historia leprosa. La era de Marcelo Bielsa en el Parque Independencia. Ese Newell’s, unos meses más tarde hizo arrodillar a Boca en la Bombonera derrotándolo por penales para sumar una nueva estrella.

El Tuna al lateral derecho

Juan Carlos Ghilemetti era el clásico marcador de punta. De baja contextura física. Primero se dedicaba a marcar y después pasaba al ataque. El 7 de diciembre de 1980 para el Tuna será un día inolvidable. Ese domingo, por la noche, sí los clásicos antes se jugaban en horario nocturno, Central recibía a Newell’s en el Gigante por el cotejo de ida de una de las semifinales del Nacional de ese año.

Cuando corrían 33 minutos del primer tiempo Ghielmetti picó al vacío por derecha tras un pelotazo del Loro Gaitán. El Tuna se encontró con la pelota y ante la salida desesperada de Víctor Civarelli acarició el balón por arriba de la cabeza del aquero rojinegro. El Gigante estalló con el grito de gol.

Después llegaron los tantos de Gaitán y Víctor Hugo Marchetti para sellar el 3-0 definitivo para el equipo que en ese entonces dirigía Don Ángel Tulio Zof.

Ghielmetti continúo su carrera en el Canalla hasta el año 1986, cuando partió a Belgrano de Córdoba. En Central jugó 275 partidos y marcó tres goles, siendo el undécimo futbolista con más cotejos en el club de Arroyito.

Garfa con el tercero

Fabián Alberto Garfagnoli era un jugador que se podía desempeñar como defensor o volante por derecha. Proveniente de la cantera rojinegra fue Marcelo Bielsa el técnico que le dio el empujón final para afianzarse en primera.

Para el Loco, Garfa era el jugador número 12 en un plantel que marcó un antes y un después en la historia rojinegra. Por su manera de jugar primero y porque cosechó dos títulos en poco tiempo.

El domingo del 7 de abril de 1991 seguramente no será olvidado por Garfagnoli. Newell’s, en el Parque Independencia, recibía a Central por la octava fecha del Clausura de ese año. En aquel entonces la paradoja en AFA era que el torneo Apertura se jugaba al cierre del año y el Clausura al inicio. Un disparate de tantos en el bendito fútbol argentino.

Con el ánimo en alza, la Lepra terminó festejando una goleada por 4-0. Y Garfagnoli se dio el lujazo de marcar el tercer tanto viniendo desde el banco de relevos. A los 40 minutos del primer tiempo debió reemplazar a Miguel Fullana.

Un rato antes Pochettino estampaba el 1-0. Y antes del final de la etapa inicial Ariel Cozzoni estiraba diferencias.

En el complemento, a los 33 minutos, Garfagnoli tomó la pelota en mitad de cancha, avanzó, dejó en el camino a Cornaglia y cuando pisó el área disparó con derecha para vencer la estirada de Lanari. Cozzoni, a cinco del final, anotó el cuarto.

Garfagnoli jugó en Newell’s hasta 1996 cuando decidió partir a Argentinos Juniors. En la Lepra apenas convirtió tres goles.

Con la G como protagonista

Ghielmetti y Garfagnoli además de coincidir en la primera letra del apellido, también comparten gritar un gol en el Clásico. Fueron goleadores inesperados, pero goleadores al fin.

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