Gabriel, uno de los jóvenes por los cuales el padre Julio César Grassi fue condenado a 15 años de prisión por abuso sexual y cuya pena fuera ratificada el martes por la Cámara de Casación Bonaerense, pidió hoy la “inmediata detención” del sacerdote.
Lo hizo por medio de su abogado Sergio Piris, quien confirmó en diálogo con Noticias Argentinas que esta mañana reclamó la detención ante el “peligro de fuga” por parte del sacerdote, quien pese a que la Casación le confirmó la condena sigue en libertad porque no fue ordenada su detención.
El escrito fue presentado ante el Tribunal Oral Criminal Nº 1 (TOC1) de Morón, que el año pasado condenó a Grassi por abuso sexual en perjuicio de Gabriel, y ahora cuenta con cinco días de plazo para resolver, según afirmó Piris.
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