Ciudad

Sede vacante

José Luis Mollaghan deja su cargo en el Arzobispado local

Fue designado para formar parte de un órgano colegiado del Vaticano aunque pedirá hacerlo desde la Argentina.


El arzobispo de la ciudad, monseñor José Luis Mollaghan, fue designado ayer para formar parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, un órgano colegiado de la Iglesia destinado a custodiar la doctrina católica, pero pedirá al papa Francisco desarrollar su tarea desde la Argentina y viajar a Roma sólo cuando sea necesario. Mientras tanto, hasta el nombramiento de su sucesor en la Arquidiócesis, Mollaghan permanecerá como administrador apostólico de “sede vacante”, con las facultades de obispo diocesano.
Respecto de su alejamiento de la función episcopal, el prelado negó enfrentamientos con el papa Bergoglio y calificó de “gran relato” la información que ganó los medios referida a la “visita fraternal” de su par José María Arancibia en diciembre y las posteriores versiones sobre denuncias de maltrato y malversación de fondos que éste habría venido a investigar, entre otras.
“He trabajado con Bergoglio en la curia de Buenos Aires durante siete años, después fui obispo de San Miguel y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. No es la visión de enfrentamiento de posiciones diferentes lo que puede mostrar nuestra relación. No fue una sorpresa la designación”, afirmó quien fue puesto al frente del Arzobispado rosarino en 2005.

Nuevo llamado

Mollaghan permanecerá como administrador apostólico de “sede vacante” en el Arzobispado de Rosario, con facultades de obispo diocesano hasta que sea nombrado su sucesor.
Para ese cargo surgió en versiones periodísticas el nombre del actual titular de la diócesis de Lomas de Zamora, el sacerdote jesuita Jorge Lugones.
Mollaghan fue designado para integrar la Congregación para la Doctrina de la Fe, un órgano colegiado del Vaticano cuya función es custodiar la ortodoxia de la doctrina de la Iglesia católica. Entre otras tareas, el organismo trabaja sobre las denuncias de casos de pedofilia.
En declaraciones radiales, el arzobispo saliente dijo que siente esta nueva designación como “un llamado”. Además, explicó que va a trabajar en un tema que conoce mucho por su formación, que mucho tuvo que ver con el derecho canónico, y que por eso la decisión del Papa “no fue una sorpresa”.
“El nombramiento de monseñor Mollaghan en el más importante de los dicasterios de la curia romana se ubica en el marco de los cambios que se propone realizar el papa Francisco”, apuntó la Agencia Informativa Católica Argentina en un artículo.
“Su solvencia en el campo del derecho canónico era conocida y muy apreciada durante los siete años que trabajó en la curia porteña junto con el actual pontífice. La importante y delicada tarea a la que es convocado a ejercer ahora al servicio de la Iglesia universal, en parte ya la está ejerciendo con algunos casos cuyo estudio le fue confiado recientemente”, agregaron las mismas fuentes.
Las cualidades de Mollaghan fueron valoradas por los obispos en diversas ocasiones, llevándolo a cumplir cargos de gran responsabilidad. Así, fue secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos, secretario de la comisión episcopal para la Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA), miembro de la comisión episcopal para el Ordenamiento Territorial, presidente del Consejo Jurídico de la Conferencia Episcopal Argentina y delegado ante el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

¿Intervención?

“Fue un gran relato el que se armó”. Así definió Mollaghan a las versiones periodísticas que en diciembre pasado señalaron que la sede episcopal a su cargo estaba siendo auditada. En particular el desempeño de Mollaghan, sobre quien recayeron quejas de laicos y sacerdotes que referían situaciones de maltrato, y hasta versiones de presuntas irregularidades en el manejo de fondos. Ayer el arzobispo admitió que “hubo una serie de cosas, de casos observados”, pero que “se hizo con ellos un gran relato que no tenía que ver con la realidad ya que eran hechos separados”.
Lo cierto es que durante fin de año el obispo emérito de Mendoza, monseñor José María Arancibia, se instaló en la capilla Niño Dios, ubicada a escasas dos cuadras de la sede arzobispal rosarina con el fin de elaborar un informe sobre la evolución de algunas cuentas, entre ellas la de Cáritas. “Fue una visita fraterna, de las que se hacen frecuentemente. Tuvo un comienzo, un final y un informe. El relato siguió tomado de diferentes lugares, y eso no es real”, declaró Mollaghan, quien confirmó que “todos los casos planteados se fueron resolviendo”.
Tal como publicó El Ciudadano la designación de Mollaghan como arzobispo de Rosario en diciembre de 2005 despertó suspicacias. Su nombre no figuraba en la terna elevada al Vaticano –bajo el pontificado de Benedicto XVI– por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, y provocó chisporroteos con la curia romana en medio de un recambio generacional del Episcopado argentino, con puja entre sectores progresistas, moderados y conservadores de la Iglesia.
Otras fuentes aseguraron que Mollaghan y el hoy papa Francisco “se conocen muy bien” por haber coincidido como obispos auxiliares de Buenos Aires en los años 90, y que la relación entre ambos “nunca fue la mejor”.

Comentarios

10