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José Arce, en libertad hasta el juicio oral

Estaba preso acusado de ser el ideólogo del crimen de su esposa Rosana Galliano, cometido en enero de 2008 en el barrio El Remanso. Recibió un beneficio extraordinario de parte de la jueza de Garantías Graciel Cione, quien entendió que no hay "riesgo de fuga".

José Arce, quien estaba preso acusado de ser el ideólogo del crimen de su esposa Rosana Galliano, cometido en enero de 2008 en el barrio El Remanso, fue beneficiado con una excarcelación extraordinaria, informó hoy uno de sus abogados, Carlos Paniagua.

El beneficio fue otorgado por la jueza de Garantías de Zárate-Campana Graciela Cione al entender que no hay riesgo de fuga y, de esta manera, Arce será liberado en las próximas horas y llegará a libertad al juicio oral.

Según adelantó Paniagua “una vez que la resolución quede firme, queda establecida la libertad de Arce”. El letrado destacó que su defendido “siempre estuvo a disposición de la Justicia”.

Además, señaló que se debe “tomar en cuenta que esta investigación nació con un déficit muy importante”.

Arce (53) y su madre, Elsa Aguilar (79), están acusados de instigar y financiar, respectivamente, el asesinato por encargo de Galliano (29), mientras que dos mecánicos, que son hermanos y uno de los cuales está preso por otra causa, se les adjudica la autoría material.

El crimen de Galliano ocurrió la noche del 16 de enero del año pasado en su casaquinta del barrio “El Remanso”, en la localidad bonaerense de Los Cardales, partido de Exaltación de la Cruz, cuando la víctima cenaba con su hermana Mónica.

Rosana recibió en su celular un llamado de Arce que, por tener poca señal, la obligó a salir de la casa donde el asesino la ejecutó de cuatro balazos con una pistola calibre 11.25.

Tras el crimen, Arce fue acusado por la familia Galliano de ser el homicida e, incluso, a través de sus abogados, pidió su detención y que sea indagado.

Pese a tener la coartada perfecta, ya que al momento del asesinato Arce estaba con sus dos hijos en un hospital de Pilar, los investigadores siempre creyeron que el marido tenía todo planeado y realizó esa llamada telefónica para que su esposa saliera al jardín y fuera asesinada.

El viudo se defendió públicamente y sugirió nombres de supuestos novios y amantes de su ex mujer que podrían haber cometido el crimen por despecho.

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