Cultura

Referente internacional

Jorge Mario Jáuregui: “Lula es la esperanza de cambio de rumbos en América latina”

El destacado arquitecto y urbanista nacido en Rosario, pero radicado en Brasil desde finales de los años 70, analiza el presente de su trabajo, habla de la ciudad de la que es oriundo y de sus contradicciones, y hace foco en el presente de la política y el poder de los medios en Latinoamérica   


La ciudad construida, la ciudad habitada; las ciudades desiguales de Latinoamérica, las problemáticas urbanísticas a través de la mirada de un arquitecto rosarino de proyección internacional que ha sabido humanizar su profesión al punto de entender su práctica atravesada por muchas otras en relación con las lógicas que conviven en las tramas urbanas que se despliegan de los planos y se vuelven historias, vínculos, necesidades reales.

Jorge Mario Jáuregui nació en Rosario en 1948, y se graduó como arquitecto en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR, al tiempo que en 1977, en el marco de la última dictadura cívico-militar en la Argentina, se radicó en Brasil, en Río de Janeiro, donde ganó reconocimiento internacional a partir de su proyecto Favela Barrio, que tiene como génesis un estudio interdisciplinario de las problemáticas habitacionales, donde concretó valiosas intervenciones a esa escala que luego tuvieron otras réplicas en distintos destinos de Latinoamérica.

Jáuregui habló de su práctica y analizó los contextos en los que su trabajo se ha vuelto imprescindible a partir de una lógica que busca concretar urbanizaciones integrales, no sólo parciales o edilicias. “Integrales significa considerar simultáneamente los aspectos infraestructurales, de sistema vial, de generación de trabajo y renta, educacionales, de salud, habitacionales, de equipamientos y espacios públicos de calidad, medio-ambientales y, claro, de seguridad ciudadana”, sostuvo contundente.

En este tiempo

“Yo escucho bastante radio. Música clásica y un programa de análisis político pormenorizado, llamado O é da coisa, que podríamos traducir como El quid de la cuestión, de San Pablo, que desmenuza lo más significativo de lo que está ocurriendo en el país. Acá, en Rio, escucho la Radio MEC, que pasa, dominantemente, música clásica y un poquito de jazz y algún otro género, Piazzola por ejemplo”, dijo Jáuregui desde Río de Janeiro en el marco de una extensa charla que mantuvo con la mañana de Radio Nacional Rosario donde, entre muchos temas, habló del momento que transita el vecino país de cara a la segunda vuelta que podría regresar a Lula al gobierno y de la avanzada de la derecha de la mano del poder económico y la manipulación mediática.

“Voy a comenzar diciendo que yo voy de la práctica a la teoría y de la teoría a la práctica, que es mi forma de trabajo desde siempre; aunque obviamente comencé por la teoría. Aquí en Brasil, durante varios años, escribí en las revistas A+U (Arquitectura y Urbanismo) y en la Projeto y era conocido sobre todo como un teórico. A partir de los programas Rio-Cidade y Favela-Bairro comencé a actuar en proyectos de escala urbana”, dijo Jauregui, reconocido y premiado en el mundo por su valioso trabajo de urbanización en las favelas de Río donde continúa trabajando.

Núcleo Habitacional de la Rocinha, Rio de Janeiro.

“Para un arquitecto y urbanista, el proyecto por sí solo es una práctica «a ciegas», no va muy lejos, y si es sólo teoría, es dilapidación inconsecuente. Por eso yo hablo del concepto de Transdisciplinariedad, es decir la intersección o la «contaminación» entre las disciplinas; precisamos de «intervisiones» para abrir caminos a nuevas posibilidades existenciales”, destacó en relación con las singularidades de su práctica.

Respecto de lo que pasa en Rosario, ciudad que visitó por última vez en 2017 en cuya oportunidad fue distinguido con el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde se formó, evaluó: “Me hablabas de crecimiento intersticial en Rosario, con zonas de mucho poder económico, que se llevan puesto a los «barrios marginales». Si entendemos marginales porque están en el margen, sí. Si es por eso, sí. Si no, no. Y si son barrios que «han tomado» tierras fiscales, hay que agregar que lo hicieron por falta de opciones. Es decir: porque el Estado no ha sido capaz de ofrecer alternativas accesibles a su condición económica. En Rosario hay 112 villas y barrios populares carenciados, sumando aproximadamente 100 mil habitantes, que es la misma población de una única favela de Rio, la Rocinha; que aguardan por urbanizaciones integrales, no sólo parciales. Integrales significa considerar simultáneamente los aspectos infraestructurales, de sistema vial, de generación de trabajo y renta, educacionales, de salud, habitacionales, de equipamientos y espacios públicos de calidad, medio-ambientales, y claro, de seguridad ciudadana”.

En relación con lo ambiguo que puede encerrar la palabra marginalidad, y citando al filósofo francés que introdujo el concepto de deconstrucción, destacó: “Como decía Jacques Derrida, hay que ir siempre a la genealogía de las palabras para retirarles las adherencias ideológicas que fueron adquiriendo a lo largo del tiempo. Porque si retiro eso, puedo hablar de barrios populares muy pobres, por ejemplo y no «marginales». Lo que, convengamos, es algo bien diferente. Rosario: dentro de los bulevares, «tudo bem». Fuera de los bulevares …”.

Jáuregui tiene un contacto habitual con Rosario, en particular desde la puesta a punto del                Workshop RR (Rosario-Río) que tendrá en mayo una nueva edición: “Todos los años realizamos con la Facultad de Arquitectura de la UNR, coordinado por el Arquitecto Marcelo Barrale, con el apoyo inicial de Ana Valderrama cuando era vicedecana, un workshop donde estudiamos cada vez un sector diferente de la ciudad durante una semana de trabajos muy intensos, cuyo resultado se expone en la sede del Consulado Argentino en Río. Y la facultad hace una publicación específica de cada evento. Ya son doce libros publicados, uno por cada workshop. Las exposiciones muestran la increíble capacidad de lectura de situaciones socio-espaciales de la ciudad, producidas por los estudiantes de la UNR. El del año que viene va a ser en mayo y estudiaremos la favela de la Rocinha”.

Esquema de lectura de la estructura del lugar, Complexo do Alemão, Rio de Janeiro.
Midiosfera

El destacado urbanista, consciente desde la lógica de su trabajo y compromiso con la realidad del país en el que ha desarrollado su profesión (algo que se extiende a toda Latinoamérica) de las cuestiones políticas que dirimen modelos bien diferentes de ciudades, sobre todo en un contexto de polarización entre un proyecto de centro izquierda y la derecha más radicalizada, habló del poder y la manipulación mediática en su país, algo que también pasa en la Argentina: “Vamos a hablar un poco de eso que algunos teóricos llaman «midiosfera», es decir esa máquina de desinformación, altamente tóxica, constituida por canales de YouTube, aplicativos como la TV Bolsonaro y, claro, el WhatsApp, enormemente difundido en Brasil.  Todo eso forma un poderoso engranaje de «fake news» (noticias falsas) y teorías conspiratorias, que crean una verdadera «arquitectura de la destrucción» de la democracia y de valores civilizatorios. Esa midiosfera extremista, basada en la omnipresencia del universo digital, produce lo que se llama disonancia cognitiva colectiva, según lo expresa João Cezar de Castro Rocha (ensayista y crítico literario brasileño), transfiriendo para la política la alta intensidad de captura de las «redes sociales», con el fin de despolitizar la polis, creando, metódicamente, una «realidad paralela» como lo ha hecho en Brasil el bolsonarismo”.

Y sumó: “Realidad paralela, una «burbuja» que puede ser de grandes dimensiones. Son 51 millones de votos los que tuvo el «bozo» en la primera vuelta, y a pesar de eso, los bolsominios están inquietos por la posibilidad, real, de perder. «Povo marcado, povo feliz», dice una canción brasileña muy conocida, lo que significa, en el contexto del que estamos hablando, gente sin ninguna capacidad analítico-crítica. Disonancia cognitiva es un desconfort causado por la distancia entre las creencias subjetivas y la realidad de los hechos objetivos”.

Retomar lo social

Para hablar del presente de Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente brasileño y nuevamente candidato del PT, con una inminente segunda vuelta el domingo 30 de octubre en la que enfrentará a Jair Bolsonaro, de quien en las últimas horas, en un debate caliente, dijo que es “el rey de la fake news”, Jáuregui expresó: “Lula nunca ganó una elección en el primer turno, lo dice siempre. En el polo opuesto de todo eso que vengo comentando, Lula es la esperanza de cambio de rumbos en América latina, para retomar lo social, junto con los gobiernos progresistas que a duras penas consiguen elegirse, luchando contra esa poderosa máquina de la que hablaba en relación con los medios. En mi encuentro con Lula dos meses atrás, le hice una presentación especial y le entregué mi segundo libro, Estrategias de Articulación Urbana (Nobuko) que tiene la metodología y los conceptos para actuar en lo urbano-social. Y en ese encuentro le mostré, entre otros, el proyecto que hice este año para Neuquén (CGTR), que condensa lo que yo pienso que hay que hacer en las ciudades. Centros de Generación de Trabajo y Renta como articuladores socio-espaciales. Porque hoy es necesario ir más allá del estado de bienestar, reorganizando la economía a través de una coordinación, inclusive internacional, reaproximándose a los más pobres para poder superar el capitalismo de exceso y su «destrucción creadora»; un ardil de la razón”.

CGTR, Centro de Generación de Trabajo y Renta, Neuquén.

El urbanista, coherente entre su ética y su estética, también analizó la derechización de muchos países pobres o emergentes y profundizó acerca del concepto de “analfabetismo político” que pone distancia de la mirada propia y de los debates: “Hoy en día, en una gran parte de la población, existe eso, analfabetos políticos. No sirve para nada, o sirve para poco, saber escribir si no se sabe pensar. Hacer cuentas no basta. Hay que preguntarse sobre los por qué y para qué, donde entra la cuestión de la subjetividad, tanto individual como colectiva. Y a mí me interesa mucho lo que dice (el filósofo y ensayista surcoreano) Byung-Chul Han, acerca de la «estética de lo pulido»; implica la erosión de lo comunitario. Los individuos que se unen en el enjambre digital «no desarrollan ningún nosotros» dice Han. Son individuos aislados. Retomando lo que decía antes, sujetos al bombardeo mediático, quedan desnorteados”.

Estructuración socio-urbanística y ambiental, Domingo Savio, República Dominicana.

En el mismo sentido, relacionó esta problemática con la cuestión racial en Brasil, que aunque con otras implicancias y características tiene también su correlato con lo que pasa en la Argentina: “Brasil es una herencia portuguesa poblada de influencias africanas, con un «legado» esclavista que perdura en las relaciones sociales. «Doutor, venha por aquí», dice el que estaciona autos en la calle. Cualquier blanco bien vestido es un «doctor». En términos de lenguaje, «Voz de Fala», desde hace pocos años, se plantea aquí en Brasil la cuestión de interpretar, a partir de retinas diferentes, visiones del mundo que son distintas. «Voz de fala» implica que personas sometidas a diferentes tipos de opresión, tienen prioridades e interpretaciones diferentes de la realidad. Emergieron colectivos de mujeres negras, de militantes políticas. Marielle Franco, por ejemplo, y por eso la mataron; artistas, actores y directores de cine, entre más. Y emergieron no por casualidad a partir de los gobiernos de Lula, que creó las condiciones para que eso pudiera acontecer. El mito de la «democracia racial» es el gran problema, tal como dice Ynaê Lopes dos Santos, historiadora brasileña. Quilombos (lugar donde habitaban los esclavos) fueron territorios de la resistencia negra. Y hoy se habla de «enquilombamiento de los márgenes». Enquilombarse, en ese sentido, implica salirse de las lógicas de la universalidad abstracta, basadas en la blanquitud que, mientras permanezca, impedirá la construcción de una idea de humano universal en su radicalidad, según sostiene José Soró, educador, activista y líder comunitario”.

Premiado en Harvard, Jáuregui analizó finalmente esa circunstancia de cara al poder que un reconocimiento semejante impuso a la difusión de su valioso e imprescindible trabajo: “Soy el único arquitecto latinoamericano en ganar individualmente el premio de Harvard, Veronica Rudge Green Prize in Urban Design, lo que incluye exposición, publicación de un libro y difusión. Y a pesar de que, en un cierto sentido, sean premios «pop-académicos», el Prizker, el Verónica Rudge Green, el Nobel, por ejemplo; a pesar de eso, provocan una gran diseminación. Un ejemplo: el premio Nobel de Literatura de este año dado recientemente a (la escritora francesa) Annie Ernaux: yo no la conocía, y a partir de los comentarios que me llegaron sobre su obra, veo que hay que leerla. Ese premio que recibí, ayudó en mucho a colocar el tema de la urbanización de favelas en el centro de la cuestión socio-espacial contemporánea”.

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