Lucia Demarchi
Jorge Rosario Boasso es precandidato a senador por Primero Santa Fe, una lista que tiene como precandidato a diputado nacional a Luis Contigiani. Si bien a ambos los une el origen radical, el ex concejal cree en esta unión con miras al 2023. Y recuerda su paso por Cambiemos como una experiencia poco grata. “Ahora me interesa rodearme de gente buena”, asegura.
—Qué puntos de unión encontraste con Luis Contigiani y cómo imaginás esta alianza a futuro.
—Ampliando la construcción y en alianza con construcciones más afines. Me siento bien, porque es buena gente. Cuando apareció Juntos por el Cambio (alianza de la que fue parte) lo vendieron como una renovación en la política y me encontré con muchos garcas. Son los tipos que un día te dan la mano y al otro te clavan un puñal, que te hablan de democracia y no te dejan competir en las internas. Algo que pasó conmigo. Y me estaban negando uno de los derechos más importantes de un sistema democrático: elegir y ser elegido. Yo me había alejado de la política, pero sólo me junto en esta etapa de mi vida con buena gente. Y Luis Contigiani es buena gente. Nos une un humanismo en la formación bastante importante, humanismo entendido como la condición humana en el centro de la actividad social, no un hombre subordinado a la economía sino la economía subordinada al hombre. Y le dije: “Mirá Luis, si ustedes pusieron Primero Santa Fe está bien, pero que sea real, vamos por la defensa de los intereses de Santa Fe y si nos tenemos que putear con Cristina nos puteamos con Cristina, si es con Macri con Macri, no hagamos como todos los que pasan con esta provincia que terminan siendo gerentes del poder central”.
Otra cosa que me enervó fue conocer cómo se estaban construyendo las otras listas, más propia de Bailando por un Sueño. En Bailando por un Sueño las parejas se arman entre un famoso y un no famoso, porque los no famosos no pueden dar la cara porque no se supieron construir como dirigentes de peso. El 80 por ciento de los candidatos son gente que vive hace años en Buenos Aires y quieren ser representantes de la provincia. Si yo tengo que traer a (Luciano) Laspina, (Carolina) Losada, (Amalia) Granata y le pregunto dónde está La Lagunita, los tengo que llevar.
—Cómo ves hoy a Santa Fe.
—La veo sin representantes que quieran defender sus intereses y la veo como a la mayoría de las provincias, subordinada al poder central. En la realidad este no es un país federal, pese a lo que dice la Constitución. Sigue siendo unitario, todo pasa por Buenos Aires, y lamentablemente los candidatos de las provincias los ponen los medios de Buenos Aires, los mandamás de Buenos Aires. A ver, a los que viven en Buenos Aires no les resto mérito a que se presenten, pero que se presenten en Buenos Aires, donde viven. Acá dejen a la gente que nacimos, vivimos, seguimos viviendo y vamos a morir aquí. En ese sentido la veo como que no se planta ante el poder central. Los hoy oficialistas se rasgaban las vestiduras para que Nación le pague lo que le deben a la provincia, la cuantiosa suma de 100 mil millones, ahora que son oficialistas se quedan callados.
Hace unos días el periodista David Narciso publicó que a Córdoba le dieron 5 mil millones más para obras. Discriminación también en los subsidios de transporte. En Córdoba y Mendoza las provincias se hacen cargo del transporte. Rosario no es autónoma y no puede generar recursos. De eso se tienen que hacer cargo provincia y Nación. Basta de porteños en la provincia de Santa Fe.
—Como atravesó la provincia la pandemia.
—Muy quieta, muy poco movilizada. No supieron pelear por sus protocolos propios, regionales. Y dejaron llevar por los protocolos nacionales. Y dentro de la provincia de Santa Fe no es lo mismo Rosario que un pueblo del norte. Le faltó determinación, faltaron estadistas. Creo que nuestro país no tiene, tiene políticos pero no estadistas y creo que en las dificultades se ve esa falta. Y se da otra argentineada, todos se creen con derecho de ser políticos y lo tienen. Y así estamos. Si falta un chef en el restaurante de la esquina, yo no puedo trabajar ahí porque no sé cocinar. Pero un chef cree que puede ser político y explota en el conocimiento de la sociedad y tenés un concejal chef. Y después de dos años tenés otro ITS (Inútil Todo Servicio). El 80 por ciento de los que ocupan cargos son ITS. Personas que van por un sueldo, periodistas que van a tener una cuotita más de poder y van a ganar más de lo que ganaban en su trabajo. Algunos andan con chofer, yo siempre pagué la nafta de mi bolsillo, mi teléfono. Yo no necesito fueros, como (el senador Armando) Traferri, que no lo pueden citar a declarar porque tiene fueros. A vos te parece que tengo que competir con el Gordo Mortero; me da vergüenza.
—Cuáles son los desafíos si llegás al Senado.
—El mayor desafío es la pelea con el poder central. Van a tener a alguien que no van a poder manejar, que no tiene intereses partidarios ni intereses. Tengo buena relación con Alfredo Cornejo (referente del radicalismo), pero Cornejo no me va a dar órdenes. Y voy a tener que pelear con los intereses porteños. Rosario tiene después de 40 años de democracia 100 villas de emergencia, Granadero Baigorria tiene el barrio Qom que tiene una huerta y no tiene agua para regarla.
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