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Básquet

Joaquín Ríos, dejar todo para apostar al sueño del básquet grande

El escolta rosarino renunció a su trabajo y se mudó de Rosario a La Plata para jugar en Gimnasia la Liga Argentina. No defraudó y la rompe partido a partido


Su capacidad goleadora y su impronta para resolver cuando los argumentos colectivos se agotan llevaron a Joaquín Ríos a subir peldaño a peldaño en el mundo del básquet, demostrando en cada uno de esos escalones adoquinados que daba la talla, que podía destacar y que cada uno de los nuevos desafíos están para superarse.

El talentoso escolta pasó del ascenso rosarino a ser factor en la máxima categoría, para luego firmar actuaciones formidables en la Liga Provincial y explotar en el Torneo Federal, pero si alguno dudaba de su proyección, la actual temporada en la Liga Argentina con Gimnasia La Plata le despejó el panorama: 16,2 puntos en 34 minutos de promedio, con partidos superando los 30, buenos porcentajes y una nada despreciable 4,4 en rebotes, 3,3 asistencias y 1,6 robos en su temporada debut en la segunda categoría nacional con un equipo que crece.

“El equipo está muy bien, de a poco nos estamos encontrando. Ahora con el plantel completo somos otra cosa y queremos llegar a un muy buen puesto para los playoffs de la Conferencia Sur”, le cuenta Ríos a El Hincha en medio de una de las exigentes giras que suele tener esta divisional, que al ser profesional obliga a dejar atrás el amateurismo y vivir de lleno en el deporte de alto rendimiento. Y claro, las posibilidades geográficas de destino se expanden.

“Al principio me costó, pero a medida que fue pasando el tiempo se me hizo más fácil, gracias a mi familia y amigos se me hizo más llevadero esto de estar lejos de Rosario”, explicó Ríos, quien comparte plantel con un rosarino experimentado del básquet nacional y además uno de los tipos con mejor onda del ambiente: Ezequiel Dentis. “Tener a Ezequiel en el equipo suma muchísimo, tanto adentro de la cancha como afuera, es una persona excelente y un gran amigo. Eze siempre está con una sonrisa y apoyándote en cada momento. Es un placer jugar con él, es muy querido en el club y en cada club donde jugó”, confirma el escolta de 24 años, quien explica cómo fue el proceso de animarse a dejar todo en Rosario para dedicarse de lleno al básquet: “No fue una decisión fácil la de apostar a jugar la Liga Argentina fuera de Rosario, dejar un trabajo de cuatro años y dedicarme al básquet era un cambio muy grande. Le agradezco a la empresa Gherbezza por dejarme compartir tantos años juntos, siempre voy a estar agradecido de haber trabajado ahí, que era algo que estando en la ciudad podía complementar con el básquet, pero surgió la oportunidad de venir a Gimnasia, de jugar La Liga Argentina, y después de pensarlo durante un tiempo tomé la decisión de venir a La Plata”.

Para el aficionado al básquet local su carrera no es un secreto, pero vale la pena que Ríos repase cómo fue su camino para aquellos que hoy lo empiezan a conocer más a fuerza de triples y actuaciones con carácter: “Empecé jugando en Fisherton, club donde me crié. Después a los 17 años pasé a El Tala, club donde jugué casi 5 años. Ahí fue donde me terminé de formar como jugador gracias a Gustavo Lalima, que siempre confió en mí y al presidente del club Lolo Maldonado, que siempre cumplió conmigo. Con el Tala pude obtener dos campeonatos y llegar muy lejos en el Federativo. Luego se dio la chance de jugar el Federal en Atalaya y también de jugar la local, donde ese año salimos campeones de la  Superliga. Atalaya siempre me brindó lo mejor, siempre voy a estar agradecido también”.

Tirador certero, goleador picante, hombre de temperamento para los momentos clave, Ríos ya se hizo conocer en la segunda categoría nacional. Y no asombraría que de aquí a un tiempo de el paso que le falta hacia la cima del básquet criollo. Incrédulos, abstenerse.

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