Espectáculos

"Estoy en un muy buen momento"

Joaquín Furriel, entre el cine y el teatro

El actor que protagoniza el thriller “El hijo”, estrenado la semana pasada, y pone el cuerpo a “Hamlet” en el teatro, habló de ambas propuestas y de su buen presente profesional


Hace rato que Joaquín Furriel viene dando muestras de su talento y su versatilidad, tanto en televisión, en teatro y en el cine, y ahora lo hace sobre las tablas con Hamlet, y en la pantalla grande, desde el pasado jueves, con la película El hijo. En este relato de suspenso que dirigió Sebastián Schindel, según la nouvelle de Guillermo Martínez, Furriel, qué ya había trabajado con el cineasta en El patrón, radiografía de un crimen, interpreta a un joven pintor, ex alcohólico, que regresa al país con una novia danesa con la que se casa y rápidamente espera un hijo.

Lo que no imagina es que nada será como él esperaba, que las puertas se le irán cerrando, y perdido en su desesperación, comenzará a transitar por un laberinto del que difícilmente pueda escapar.

En El hijo, Furriel comparte la escena con Martina Gusmán (con quién el año pasado protagonizó La Quietud, de Pablo Trapero), Luciano Cáceres, la actriz noruega Heidi Toini y Regina Lamm y, en una charla con la agencia de noticias Télam, habló del momento que atraviesa su carrera: “No lo quiero decir muy fuerte pero parece que estoy en un muy buen momento, que me estimula mucho como actor. Muy feliz. Hamlet es un proyecto muy personal que hace tres o cuatro años queríamos hacer con Rubén Szuchmacher; El hijo es mi segunda película con Sebastián Schindel, con quién hice El patrón que nos dio mucha felicidad a los dos, también la segunda temporada de El jardín de bronce que nos da muchas satisfacciones y muestra nuestra producción en el mundo, en principio en toda la cadena HBO de Latinoamérica. Eso es muy fuerte. Cuando empecé con la actuación yo soñaba en teatro, después empecé a hacer televisión, finalmente cine. Si junto todo eso pienso en qué momento me transformé en este actor, ver que estoy siendo considerado un actor dentro de mi generación para proyectos acá y en España, me pone muy feliz”.

La mente de Lorenzo

Sobre el personaje que interpreta en El hijo, Furriel explicó: “Me parece que Lorenzo tiene un pasado muy oscuro y cree que algo de lo que le está por pasar va a ser bueno, tener un hijo y una especie de revancha. Ahí se pone todo mucho más difícil para él. Todos podemos tener un problema, pero todo se complica cuando vos decís que tenés un problema y los demás te preguntan cuál es. El problema es otro, y es ahí cuando uno no resuelve el límite entre la realidad y la ficción. Yo lo que hice fue acercarme a la idea que Sebastián tenía de Lorenzo. Creo que es un hombre golpeado por la realidad que lo circunda pero también que cuando uno no se hace las preguntas que corresponden en el momento adecuado, puede terminar mal”.

El film, que funde suspenso y terror, muestra otra faceta del actor, quién aseguró que el público lo aprobará: “Creo que al público que le gusta las películas de terror ésta le va a interesar. No tengo dudas porque es género. Es un thriller psicológico inquietante, no es suave, porque toca fibras muy primitivas como la paternidad y la maternidad, y eso genera mucho reconocimiento por parte del público. No es un mundo ajeno”. Y agregó sobre el cruce de culturas que plantea el film: “El personaje de su esposa es escandinava, lo que genera incomodidad, la de dos culturas muy diferentes juntas, unidas por un hijo y a partir de ahí si eso no funciona y donde pueda parecer lo siniestro porque la comunicación se rompe. ¿Qué es lo bueno para uno y para el otro? Es como que de a poco se va perdiendo la idea de que es el alfabeto, es como que los pocos signos que lo rodean se van desentendiendo, se van confundiendo, además del síndrome de Capgras (trastorno neuropsiquiátrico que afecta a la capacidad de identificación de la persona que cree que un otro es reemplazado por un impostor idéntico), que padece el personaje, que muy complejo y le complica la vida”.

Cuerpo y alma en la versatilidad del arte

A los 44 años, Joaquin Furriel, el mismo que comenzó a actuar en su colegio de Adrogué, desarrolló buena parte de su crecimiento en teatros oficiales, pasó con éxito por la televisión y hace cine desde 2004. Sin embargo no renuncia a su pasión por el teatro, y en la actualidad encarna el papel central de Hamlet, en la puesta de Rubén Szuchmacher en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín, que propone una revisión de la pieza escrita por William Shakespeare, que lo expone a un desafío incluso acrobático.

Sobre esta habilidad el actor expresó: “Para mí el cuerpo es muy importante y también lo fue en El patrón. Esos seis años que estuve en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático tuve la oportunidad de entrenarme con Igor Lerchundi y Roberto Escobar, que a su vez estuvieron con Etienne Decroux, de los tiempos de Jean-Louis Barrault y Marcel Marceau. Ellos trabajaban lo expresivo de una manera que en mi caso lo pude ir decodificando y llevando al lugar donde me encuentro trabajando hoy, y de acuerdo a las decisiones que vas tomando como actor el cuerpo es otro. Me gusta trabajar físicamente y con la voz”.

Sobre su interpretación de Hamlet en teatro y el de Lorenzo en el cine, Furriel se mostró a gusto por los contrastes: “Ambos son muy fuertes y muy diferentes. En el caso de Hamlet la necesidad de estar frente a una sala grande como la Coronado, imponiendo la voz, colocada para que se pueda escuchar bien, y un personaje que en poco tiempo requiere muchos cambios de registro, de lo filosófico a lo dramático, a lo cínico, a lo irónico o a lo chabacano”.

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