Ciudad

El Nano y el Negro

Joan Manuel Serrat acompañó la inauguración de un recorrido en honor a su amistad con Fontanarrosa

Cuando caía la tarde de este viernes, el emblemático cantautor catalán se hizo presente en un escenario montado frente a El Cairo para la inauguración del "Paseo Fontanarrosa-Serrat", a plena música y emoción. Este sábado se despide de los escenarios con un único concierto en el Autódromo Municipal


Foto: Juan José García

Este viernes, sobre el cierre de la jornada, la céntrica esquina de Sarmiento y Santa Fe tomó alegría catalana con la presencia del cantautor Joan Manuel Serrat en el acto de inauguración del Paseo Fontanarrosa-Serrat, que se extiende a los lados de la intersección de las dos calles a partir del ingreso en la ochava del bar El Cairo, donde el entrañable artista gráfico y escritor solía sumar al autor de “Lucía” a su histórica Mesa de los Galanes.

El Nano, ante una multitud que lo esperaba a pocas horas de su presentación de este sábado en el Autódromo Municipal en el marco de su despedida de los escenarios expresó: “Somos dos corazones que han vivido juntos siempre”.

La iniciativa surgió en el Concejo Municipal que eligió este punto para homenajear el vínculo entre ambos artistas en una jornada que contó con la presencia del intendente Pablo Javkin, la presidenta del cuerpo legislativo María Eugenia Schmuck y autoridades locales.

“Me siento feliz de estar aquí con ustedes esta tarde, pero a la vez profundamente angustiado”, dijo el Nano, al referirse a su amistad con Fontanarrosa y la ausencia física del Negro.

“Nunca pensé que podríamos encontrarnos una tarde como hoy, en medio de tanta gente y tanto cariño, formando una esquina con mi querido amigo Roberto Fontanarrosa, con quien tuve la fortuna de compartir espacios de la vida, fantasías, alegrías, sueños y sobre todo divertirme con él”, dijo Serrat horas antes de dar el puntapié en la ciudad a su gira en Argentina de El vicio de cantar.

Serrat y Fontanarrosa se conocieron en España durante el Mundial de Fútbol de 1982, según contó el músico en lo que derivó en una especie de charla amena. Pero la amistad entre ellos comenzó a gestarse al año siguiente, cuando el Nano lo visitó en Argentina en ocasión de una gira por el país. Desde entonces, sellaron una amistad cuya duración  quedó expresada este viernes en la inauguración del paseo que lleva sus apellidos.

“El Negro era una persona que difícilmente transmitía sus angustias y sus pesares, se los comía mucho, y en cambio transmitía constantemente su felicidad de estar vivo, su curiosidad por la vida, su afán de ser sencillamente lo que le gustaba ser: un hombre que escribía mucho y muy bien, que dibujaba, y que amaba su ciudad y a (Rosario) Central por encima de todas las cosas”, sostuvo el compositor español.

Luego recordó una característica de Fontanarrosa, algo así como una fobia a los homenajes y a tener que ocupar la centralidad en actividades públicas. “Si el Negro tuviera que estar aquí esta noche, estaría deseando irse, estaría sufriendo mucho, estaría angustiado, no tendría el más mínimo interés en otra cosa que sentarse alrededor de una mesa con gente a la que él quisiera y con quien se encontraba a gusto”, sostuvo. Y agregó que Fontanarrosa “le daba prioridad a aquellas cosas a la que ustedes también le dan prioridad, y por las que ustedes también quieren a la gente”.

Sobre el escenario se colocó, justamente, una mesa a la que se sentaron Serrat, la última esposa de Fontanarrosa, Gabriela Mahy, el amigo del Negro Ricardo Centurión, el intendente local Pablo Javkin y la presidenta del Concejo de la ciudad, María Eugenia Schmuck.

Tras recordar al Negro, Serrat bromeó: “Me siento muy feliz de estar aquí esta tarde y al mismo tiempo me siento profundamente angustiado también, porque les aseguro que estoy deseando ir al hotel, tomarme una copa, en la tranquilidad”.

“No obstante, no saben hasta qué punto les agradezco que hayan venido todos a compartir esta fantasía maravillosa de juntar dos corazones que han vivido juntos siempre, y van a seguir”, cerró.

Mahy, por su parte, dijo que el de este viernes por la noche “es un homenaje muy especial, porque es un homenaje a la vida, a las calles, a los bares y a los amigos tan apreciados por el Negro y por Juan también, como el Negro le decía”.

La viuda de Fontanarrosa también se permitió una humorada, al asegurar que “pensando que siempre quería bajarse del pedestal donde lo subían para los homenajes, hoy hubiera dicho: «Que pongan mi nombre en este paseo se justifica porque soy uno de los rosarinos que más lo ha pasado, pero a este muchacho, porque Serrat vino dos o tres veces nada más»”.

A su tiempo Centurión, miembro fundador de la Mesa de los Galanes y testigo de la charlas en el bar entre ambos homenajeados, dijo que “lo de estos dos muchachos ha sido una cosa tremenda, espectacular, de demostrarse tanto cariño y tanto respeto”.

“Rescato de todo eso el gran cariño que se han tenido estos tipos y le agradezco a la vida que pude estar esos momentos con ellos”, expresó, para rematar, también, con un chiste: “Juan, sabé que te queremos mucho, te digo Juan no por íntimo, sino porque me da menos trabajo”.

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