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entrevista

Javkin: “Ahora el gabinete municipal es mucho más plural”

El secretario General de la Municipalidad valoró los cambios que hubo en la gestión de Mónica Fein durante 2016.


El secretario General de la Municipalidad Pablo Javkin trazó un balance del primer año del segundo mandato de la intendenta Mónica Fein, en el cual destacó la “pluralidad” que se le imprimió al gabinete, respecto de los primeros cuatro años, en los que el referente local de la Coalición Cívica no participó del Ejecutivo local.

El ex diputado nacional fue precandidato a intendente en 2015, enfrentando a Fein en las Paso del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS). Actualmente, acompañando a la intendenta en su gestión, valoró la decisión de la mandataria de sumar incluso a quienes habían tenido diferencias en los primeros cuatro años al frente de la ciudad de Rosario.

—¿Qué balance hace de su primer año en el gobierno municipal?

—En lo personal, fue una experiencia muy intensa y apasionante. Sobre fin de año, la ciudad fue encontrando un mejor clima en términos de reposicionamiento y recuperó espíritus positivos. Es lo que hay que ir consolidando hacia adelante.

—¿Qué diferencias encuentra entre los primeros cuatro años de Mónica Fein como intendenta y el primer año de su segundo mandato?

—Competí con Mónica Fein en las Paso de 2015, porque expresaba algunas diferencias. Pero la intendenta decidió comenzar esta segunda gestión con un gabinete renovado y mucho más plural, invitándonos a participar incluso a los que habíamos manifestando posiciones distintas.

Eso implicó revisar objetivos e incorporar nuevas miradas, que es lo que la ciudad reclamó en el proceso electoral. Este proceso lleva un tiempo, ya que es necesario amalgamar el equipo y coordinar mejor la acción, algo que sobre los últimos meses del año pasado pudimos hacer de mejor manera.

—¿Qué expectativas tienen para 2017?

—La ciudad va a encontrar un gran ritmo de obras en 2017 a partir del presupuesto de Rosario y del aporte de la provincia. También están pendientes obras muy ambiciosas que se hacen en coordinación con la Nación.

Además, en febrero intentaremos lograr los acuerdos para el endeudamiento, ya que la ciudad tiene una gran oportunidad para generar un shock de infraestructura como tuvo en algún momento.

—¿El cambio en el gobierno nacional afectó el empleo en Rosario?

—En términos globales no hubo un gran retroceso, pero hay sectores que están sufriendo mucho, sobre todo la industria, que en Rosario tiene mucha presencia. Si bien no hubo despidos masivos, en todo el sector industrial hubo suspensiones.

Tuvimos un año 2016 muy malo en la recaudación del Drei, que es donde se verifican los números del consumo y la producción. Uno siempre tiene temor porque Rosario es una ciudad muy cíclica, donde las consecuencias de un proceso económico se potencian. Estamos muy preocupados por el futuro.

—¿En que se trabajó el año pasado en materia de seguridad?

—Hubo mecanismos muy importantes cuyos resultados vamos a ir verificando con el tiempo. El Ministerio de Seguridad impulsó una restructuración muy fuerte en la forma de distribuir el patrullaje y se realizó una importante inversión en recursos tecnológicos para la Policía; lo que inicia un camino para mejorar la prevención del delito.

También hemos trabajado en las cuestiones urbanísticas que pueden impactar en determinado tipo de delitos de ocasión: mejorado de iluminación, colocación de alarmas comunitarias e impulso a la organización vecinal.

Con mucha prudencia, hay que sostener estos mecanismos que tienen que ver con la prevención porque con el tiempo van a consolidarse los resultados.

La sociedad nos demanda que trabajemos fuertemente en el tema con la mayor seriedad posible y que no nos quedemos en las discusiones más genéricas como si hay o no una intencionalidad de marcar a Rosario como una ciudad insegura, aunque está quedando claro que no es un problema sólo de la ciudad, sino de todo el país.

Si cada nivel y cada poder del Estado cumplen su agenda, vamos a poder mejorar una situación que evidentemente llegó a niveles muy graves.

—¿Cómo cree que competirá el Frente Progresista en las legislativas de este año?

—El gran desafío dentro del Frente no está tanto en la conformación de su estructura institucional de partidos, sino en cómo interpreta las demandas de la ciudad. Eso implica entender que hay muchos sectores que no están identificados en cuestiones partidarias, porque la sociedad no está mirando la pertenencia a una sigla, sino en qué temas se prioriza trabajar.

Tenemos la ventaja de captar a ese electorado desde la gestión, que si bien tiene sus costos, nos abre la oportunidad de mostrar un camino hacia adelante. Nuestra suerte estará más ligada a lo que hagamos en los próximos seis meses en la gestión que en el armado electoral.

—¿Usted será candidato?

—Estoy en el lugar que quiero. También entiendo que es una elección muy importante para el Frente y hay que resolver colectivamente la mejor manera de presentación. No son decisiones que tomo en soledad.

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