Política

Paso 2023

Javier Milei: el candidato más votado que avanza varios casilleros en su carrera presidencial

A la hora de buscar razones de este resultado hay que mirar los últimos cuatro años. No es suficiente pensar que fue la pandemia, la guerra, la sequía. Fueron cuatro años de deterioro del salario, de tener por primera vez un asalariado pobre

Foto: Franco Trovato Fuoco

¿Fue una sorpresa que Javier Milei se transformara en el candidato más votado? Por qué. O mejor dicho, para quién. El mundo va pariendo figuras como Donald Trump, o como Jair Bolsonaro, por qué no iba a pasar en esta Argentina. Este es el primer tiempo de un partido largo. La primera encuesta, la verdadera y también la que no se equivoca. El discurso de la casta es el único que prendió. Ni la venta de órganos, ni la privatización de absolutamente todo fue importante, ni la imposibilidad de implementar ninguna de sus ideas. Tampoco los datos sobre su vida privada; el amor por los perros, la relación con su hermana, la venta de cargos. Nada logró bajar su nombre del pedestal al que se había trepado y al que llegó solo. Los mismos medios que lo habían posicionado comenzaron a difundir aquellos datos negativos para bajar su intención de voto, pero no lo lograron. Y otro dato que no es menor: la fuerza de la Libertad Avanza está impulsada sólo por Milei. Es que en todas las elecciones provinciales anteriores el partido de Milei obtuvo pocos votos. Sólo logró arrastrar votos cuando él puso su cara en la boleta.

La única duda es cómo reaccionará el establishment a una posible presidencia de Milei. Impredecible. Una fuerza que puede generarle problemas y una fuerte inestabilidad que en general perjudicaría las necesidades del verdadero poder, el que mueve el dinero.

A la hora de buscar razones de este resultado hay que mirar los últimos cuatro años. No es suficiente pensar que fue la pandemia, la guerra, la sequía. Fueron cuatro años de deterioro del salario, de tener por primera vez un asalariado pobre. Una larga travesía sin reacción que recién pareció darse cuenta de lo que sucedía cuando Sergio Massa asumía como superministro. Un nombre asociado a la Embajada de Estados Unidos, pero al que el Fondo Monetario no le perdonó la vida. Y no tuvo demasiado tiempo para bajar la inflación.

Más allá de que resulte difícil pensar que el peronismo desunido y en plena pelea pueda disputar elecciones, las peleas esta vez parecen más profundas. Santa Fe fue una muestra de eso. Logró recuperar la provincia con un peronismo encolumnado tras la figura de Omar Perotti, una fórmula exitosa para ganar elecciones, pero que detonó a las pocas semanas de asumir en la Casa Gris. De a poco el peronismo santafesino se fue rompiendo y llegó a las elecciones sin la posibilidad de unión y con Juntos por el Cambio ganando por goleada. Lo mismo ocurrió en cada una de las provincias donde se ensayaron fórmulas desordenadas, sin líderes y sin posibilidad de unión.

Pero quizás la pelea menos pensada se dio en La Matanza. “El que gana La Matanza gana las elecciones” “Los números están mal, pero falta La Matanza”, fue una histórica premisa de elecciones. Bueno, La Matanza fue a internas. Y esa ruptura fue el cimbronazo más fuerte sobre el edificio electoral del peronismo. De todos modos, el oficialista Fernando Espinoza lograba imponerse en la interna a la candidata Patricia Cubría del Movimiento Evita. Y Axel Kicillof se lograba imponer en provincia de Buenos Aires.

El electorado giró a la derecha. Si se suman los votos de Milei y Bullrich no hay dudas de eso. Pero Juntos por el Cambio ya no es interpretado como un cambio. Más allá del resultado final, esta propuesta va a dejar plantados en la Cámara baja a muchos legisladores que se enrolaron en la Libertad Avanza. Muchos de ellos no muy afectos a los derechos de las minorías. En el sector amarillo de la política, las propuestas moderadas no tuvieron éxito. Horacio Rodríguez Larreta perdía la interna y Patricia Bullrich lideraba Juntos por el Cambio. Lo mismo ocurría en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde Jorge Macri se imponía sobre Martín Lousteau. Es que si bien sólo se está frente a unas Paso, para algunos dirigentes la carrera se termina: Juntos por el Cambio es una fuerza donde la moderación no encuentra su espacio; un macrismo acelerado que ahora liderará Patricia Bullrich, quien deberá girar aún más a la derecha para disputarle los votos a Milei. Y ahí está la oportunidad, si es que la tiene, de Sergio Massa.

 

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