Ciudad

Reinventarse

Jardines particulares inauguraron venta de garaje para hacer frente a la pandemia y no cerrar

Ofrecen productos artesanales de todo tipo para pagar los gastos. En paralelo, continúan con las clases virtuales. Desde la Asociación que los nuclea dijeron que ya cerraron 7 espacios en la ciudad y 20 en la provincia, y piden que el Estado "no les suelte la mano"


En mayo pasado la directora del jardín de Juan Manuel de Rosas 1125 recibió un mensaje de una mamá: decía que ya no iba a poder seguir pagando la cuota solidaria, con la que madres y padres contribuyen desde el inicio de la cuarentena y la suspensión de actividades. A cambio, la mamá le proponía organizar una rifa, y ella se encargaba de regalar el premio para sortear. La directora aceptó y los números se vendieron enseguida. Un mes después, las docentes cocinaban tortas y empanadas para vender a través de las redes sociales. Después de las vacaciones de invierno, y aún con nula perspectiva de retomar las clases presenciales, decidieron abrir el garaje de la casa de barrio Martín para una feria de alimentos artesanales. “Fue una decisión para salvar el jardín y el barrio nos acompañó”, dijo la directora. Otros jardines de la ciudad fueron por el mismo camino: venta de productos caseros y artesanales, artículos de limpieza y plantas fue la forma de reinventarse para evitar el cierre. En la actualidad, hay 207 jardines particulares en Rosario y 436 en todo el territorio provincial que desde hace 7 meses trabajan sólo de forma virtual. En la ciudad cerraron 7 y son 20 en la provincia los que no pudieron afrontar los costos fijos y el pago de salarios de docentes. El resto sostuvo con esfuerzo la actividad pedagógica de manera virtual, el salario de docentes mediante ATP (el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción) y el pago de impuestos y alquileres con subsidios que más recientemente implementó la provincia. Ahora, a punto de comenzar el penúltimo mes del año, a la supervivencia a fuerza de ferias, rifas, ayuda y perseverancia se le suma la chance de una reapertura.

Representantes de jardines de Rosario y Santa Fe mantuvieron reuniones con autoridades y funcionarios provinciales y municipales en vistas de un posible reinicio de actividades. Contaron que las autoridades no descartaron retomar la actividad antes de fin de año, con un protocolo sanitario y la mitad de la matrícula. De igual modo, la Asociación de Jardines Particulares pide que el Estado mantenga la ayuda económica hasta que la situación se estabilice. Este lunes abrirán la inscripción para el ciclo 2021 y estiman poder retomar la actividad presencial total para marzo del año próximo.

Salvar el jardín

Una cinta con banderines de colores cuelga de la puerta de Juan Manuel de Rosas 1125 para indicar que en esa casona hay un jardín de infantes. Y desde hace dos meses señala que en el lugar hay, además, una feria. Son los mismos banderines pero simbolizan otra cosa: hay que salvar el jardín y evitar que cierre.

“Los ex alumnos y los vecinos del barrio se sumaron a darnos fuerza para que sigamos. En junio empezamos a cocinar tortas. Mi marido es apicultor y sumamos la venta de miel que estaba en casa. Cocinábamos nosotras y las mamás. Entre las docentes de otros jardines empezamos a intercambiar cosas para vender. Al principio lo hacíamos puertas adentro, a través de las redes sociales. Después de las vacaciones de invierno decidimos abrir el garaje para ofrecer a la gente, y así seguiremos hasta que podamos volver con los niños. Es una decisión del equipo para conservar el trabajo”, contó la directora del establecimiento, que junto a un grupo de docentes instalaron una feria de alimentos con pizzas, alfajores, miel, mermeladas, quesos, empanadas, y otros productos artesanales que ofrecen todos los días desde las 9 hasta las 15 y los sábados hasta las 17.

El jardín abrió sus puertas en el año 2000, dos décadas atrás, y por año recibe a cerca de 60 niñas y niños de 1 a 3 años. Desde el inicio de la pandemia, y con la suspensión de las clases presenciales el cuerpo de docentes sostuvo las actividades pedagógicas de manera virtual, con videos, encuentros por zoom y actividades para que las chicas y los chicos hagan en sus casas. “Continuamos con los contenidos necesarios para trabajar y respetamos la planificación anual del jardín adecuando actividades y acercándoles una propuesta diaria”, explicó la directora de la institución. Pero después de las vacaciones de invierno hubo una baja en la participación, refirió. “Los chicos y chicas están cansados de la pantalla. Hoy se relacionan con la familia y sus pares a través de una. Lo que en su momento era atractivo, hoy los cansa”, agregó.

Las docentes intercalan las tareas pedagógicas con la venta al público. “Nos sostenemos con los papás y mamás que pueden seguir pagando la cuota y con los ingresos que nosotras estamos generando. El jardín maternal es un servicio para la comunidad que el Estado no ofrece. Hay padres y madres que pudieron seguir trabajando o estudiando porque existíamos y cuentan con nosotras para su organización familiar. Pero hay una ausencia del Estado como sostén económico”, contaron las docentes.

Para la directora, el cierre de los jardines impacta en tres sectores: directivos y docentes, sobre quienes peligra su fuente de trabajo; madres y padres que no tienen quien cuide de sus hijas e hijos, y las niñas y niños que se quedaron sin un espacio de juegos con sus pares.

“Los chicos perdieron un espacios donde asistir y encontrar una propuesta de actividades adecuada para ellos, con los protocolos que correspondan. Los niños están más expuestos saliendo a la calle a hacer mandados con su familia o acompañándolos en la vida laboral que viniendo a una institución que esté preparada desde el punto de vista sanitario para que el niño esté cuidado. El jardín sigue siendo un lugar seguro con una propuesta adecuada para ellos. Queremos volver a darles la posibilidad de tener un lugar donde venir a estar con sus pares porque construyen su persona en la interacción con los demás. Estos niños están en su casa desde hace 7 meses y el daño sobre la evolución, su condición psicológica y sus conductas es algo que nadie está midiendo”, explicó.

“No estamos en el sistema educativo de la escuela porque elegimos trabajar con los niños. Hoy tenemos 40 años, al sistema educativo ya no ingresamos, nuestra vida por elección está dentro del jardín maternal y es nuestro trabajo y vocación. Entre todos los jardines hay más de 2 mil docentes, más contadores y personal de limpieza que trabajan con nosotras. Salvar las instituciones es salvar las fuentes de trabajo de un montón de personas que se prepararon para dedicarse a esto”, remarcó

Otra vuelta

El jardín Carrusel, de 1º de Mayo al 1300, es otro de los espacios que reinventaron sus instalaciones para salir adelante. Comenzaron con venta de empanadas para el 25 de Mayo, y decidieron continuar con la propuesta los fines de semana. Este mes, sumaron un vivero con plantas y aromáticas.

“Empezamos los viernes y sábados con venta de alimentos y productos artesanales como conservas, mermeladas, pizzas, pastelitos. Y durante la semana inauguramos un vivero ya que vimos que no había oferta de este tipo en el barrio. Vendemos plantines y macetas que pintamos nosotras. Por la tarde, seguimos con las clases virtuales”, contó la directora, quien decidió abrir el garaje del jardín que tiene 20 años en el barrio ante la baja del aporte solidario de madres y padres.

“El aporte de cuota solidaria bajó de un 70 a un 20 por ciento. Recibimos el ATP y el subsidio de la provincia, pero llegan con atraso y no sabemos cuántas cuotas más vamos a recibir”, contó.

En el jardín trabajan 5 docentes y asisten 65 chicas y chicos de 1 a 3 años. Desde marzo sostienen las clases virtuales, pero las vacaciones de invierno fueron un quiebre. “Son muy chicos para la virtualidad. Les enseñamos actividades plásticas, cocina, educación física y canciones. Les mandamos videos. Para el Día del Niño y de la Primavera trajimos regalos y los chicos pasaron a buscarlos por el jardín. Estaban muy contentos de vernos. Nos dimos cuenta que extrañan el espacio”, dijo la directora.

Este mes, el jardín sumó una rifa con premios donados por los comercios de la zona. “Estoy acostumbrada a charlar con los chicos y sus padres, pero no a lidiar con un proveedor. No es lo mismo enseñar que la venta al público. Los docentes, por suerte, acompañan la iniciativa”, agregó.

“Que el Estado no nos suelte la mano”

Desde la Asociación de Jardines Particulares mostraron preocupación por la situación de las instituciones y advirtieron que desde marzo ya cerraron 7 jardines en Rosario y 20 en toda la provincia. En una reunión que mantuvieron con autoridades de los ministerios de Producción, de Trabajo y de Salud, junto con representantes de las asociaciones de Rosario y Santa Fe, hablaron sobre una posible reapertura, pero aún no acordaron fecha. “Desde Salud nos dijeron que están de acuerdo con que abramos, pero cuando pase el pico de contagios. No descartaron que fuera antes de fin de año. Dijeron que depende del comportamiento comunitario en relación al virus y la evolución de los contagios”, explicó Mayra Williams, titular de la Asociación, a El Ciudadano.

La referente contó que ante la compleja situación son varios los jardines que recurrieron a la venta al público de productos para sostener los gastos fijos. “Todos los jardines nos estamos reinventando. Es difícil ver que tu proyecto se cae y no podés salir adelante. Algunos venden comida, plantas, ropa, artículos de limpieza o hacen sorteos con rifas para juntar lo que falta y endeudarnos menos”, continuó.

La Asociación de Jardines planteó la necesidad de que el Estado continúe con los aportes hasta que se estabilice la situación sanitaria. “La preocupación sigue siendo muy grande. Estamos dispuestos a abrir si no nos quitan el subsidio porque tendremos la mitad de la matrícula, pero los alquileres e impuestos debemos pagarlos en su totalidad. Pedimos que el Estado no nos suelte la mano ya que desde 2009 los jardines pedimos que nos reconozca como instituciones educativas”, señaló Williams.

Cómo será el protocolo

Aunque sin fecha de inicio de clases presenciales, los jardines ultiman detalles con el Ministerio de Trabajo para acordar un protocolo en vistas al regreso de niñas y niños a las aulas. En principio, el ingreso a la institución será de forma escalonada y la matrícula se reducirá a la mitad. Niñas y niños no estarán obligados a usar barbijos dentro de los salones, sí lo harán docentes y acompañantes terapéuticos, quienes además serán las únicas personas adultas autorizadas a compartir las aulas con alumnas y alumnos.

Además, niñas y niños deberán tener completo su calendario de vacunación y deberán tomarles la temperatura previa al ingreso. Dentro del jardín irán de forma escalonada al baño para higienizarse, mientras el personal docente desinfectará los elementos personales. En tanto, el personal deberá firmar una declaración jurada en la que asegure no tener síntomas, ni haber estado en lugares de riesgo de contagio.

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