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Italia va hacia la deriva política

Bersani, líder de la centroizquierda, no logra formar gobierno por falta de consenso con las otras fuerzas y el país se encuentra en un callejón sin salida. La única alternativa, desgastante y que potenciará la crisis, es una nueva elección.


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El líder de la centroizquierda italiana, Pier Luigi Bersani, calificó ayer de “dramática” la situación política italiana y aseguró que se necesitará de “un milagro” para relanzar el país, mientras se acortan los plazos para una formación de gobierno cada vez más complicada.

“La situación es dramática, lo han dicho todos”, insistió  Bersani, quien tras recibir el viernes pasado el encargo de formar gobierno, comenzó una febril ronda de conversaciones con sindicalistas y empresarios para verificar si cuenta con el respaldo necesario para tomar las riendas de la endeudada Italia.

Ayer, el líder de la centroizquierda se reunió con los principales sindicatos, tras haberlo hecho un día antes con grupos empresarios.

Bersani, del Partido Democrático (PD), alcanzó en los pasados comicios la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, pero no en el Senado, donde no tiene ni siquiera el número de escaños requeridos para garantizarse el apoyo a su investidura.

Su única alternativa para gozar de la gobernabilidad que necesita el país en momentos tan complicados es formar una coalición con otros partidos, pero todos sus potenciales aliados han puesto condiciones que Bersani no quiere aceptar.

En su encuentro, los sindicatos expresaron a Bersani su preocupación por la inestable situación política –que se suma a una seria crisis económica– y se mostraron contrarios a la realización de nuevas elecciones.

“La situación es seria, por no decir dramática. Perdemos miles de puestos de trabajo cada día, mientras en las próximas semanas otras muchas empresas cerrarán”, señaló el líder de la central UIL, Luigi Angeletti, y reclamó “una baja seria de los impuestos y de los costos de la política”.

Berlusconi marca la cancha

“Teniendo en cuenta que las elecciones tuvieron como resultado dos fuerzas casi iguales, pedimos un gobierno que incluya al (Partido del Pueblo) PDL y también un presidente de la República moderado”, dijo Silvio Berslusconi, que salió segundo en las elecciones.

En una reunión con los parlamentarios de su partido, hizo una proposición más precisa: “Bersani presidente del Consejo y (el secretario del PDL Angelino) Alfano vicepresidente”.

“Nos sentaremos en la mesa de negociaciones sólo para hablar de un gobierno conjunto”, añadió.

Los representantes del PDL se entrevistarán con Bersani mañana por la mañana.

“La izquierda ha ocupado todos los puestos (especialmente las presidencias del Senado y de la Cámara de diputados). Si hacen lo mismo con el Quirinal (sede de la presidencia de la República), nosotros, con nuestros senadores, bloquearemos el Senado y el parlamento y llevaremos la protesta a la calle, pues si ocurre sería un golpe de fuerza”, dijo.

Números que no cierran

La centroizquierda, con 119 senadores, necesitaría conseguir los 159-160 votos que le darían la mayoría necesaria para la investidura en la Cámara alta, lo que parece casi imposible sin un pacto entre el Partido Democrático (PD) de Pier Luigi Bersani y Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi. La gran revelación de las elecciones del mes pasado, el Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, con sus 53 senadores ya manifestó que no está dispuesto a votar la investidura de Bersani o de cualquier otro gobierno.

Los 21 votos de los senadores de la lista del primer ministro saliente Mario Monti, Elección Cívica, no son suficientes y tampoco es seguro que quieran apoyar a un gobierno de centroizquierda.

El mandato del presidente Giorgio Napolitano, un ex-comunista que desempeña un papel clave en este periodo de crisis política encargó el viernes pasado a Bersani formar un nuevo gobierno, se acaba a mediados de mayo. El presidente de la República italiana es elegido por ambas cámaras. Mientras se forma nuevo gobierno, el gobierno saliente de Mario Monti maneja los asuntos corrientes.

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