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Italia: sangría en el Parlamento complica a Berlusconi

La creación del nuevo grupo parlamentario Azione Nazionale, liderado por Gianfraqnco Fini, hace peligrar la cómoda mayoría absoluta que Berlusconi disfruta en el Parlamento.

Tras la ruptura con Silvio Berlusconi, que lo ha echado del partido, su ya ex aliado Gianfranco Fini ha creado un nuevo grupo parlamentario con los diputados y senadores afines, que se llamará Azione Nazionale (AN), aseguraron políticos fieles al dirigente derechista.

Las siglas AN (Acción Nacional) recuerdan las de Alianza Nacional, el partido de Fini, que se fundó junto a Forza Italia de Berlusconi, para dar vida al Pueblo de la Libertad (PDL), que se ha roto sólo 16 meses después de su creación.

Según las mismas fuentes, 35 diputados se han dado de baja en el PDL y se han integrado en AN y hoy mismo se formalizará el grupo.

Aunque Berlusconi se mostró convencido anoche cuando anunció la ruptura con Fin de que el PDL mantendrá la mayoría absoluta en el Parlamento, de confirmarse ese trasvase de parlamentarios a AN, la cómoda mayoría absoluta de que disfruta en el Parlamento puede peligrar.

Y es que hasta ahora, la coalición en el poder contaba con 344 diputados (de los 630 total). La salida de los “finianos” puede condicionar en el futuro la acción del Gobierno.

Doce horas después del anuncio de Berlusconi de colocar a Fini fuera del partido, al considerar que su posición es incompatible con los principios de la formación y de instarle a abandonar la presidencia de la Cámara de Diputados, el ex aliado no ha hecho todavía declaraciones públicas y ha convocado una rueda de prensa para media tarde.

A la espera de la misma, fuentes “finianas”, como son conocidos sus fieles, han asegurado que no tiene intenciones de dimitir de presidente de la Cámara de Diputados, al considerar que fue elegido por el Parlamento y es un cargo institucional, el tercer representante del Estado, tras el jefe del Estado y el presidente del Senado.

A esta situación de ruptura se ha llegado sólo 16 meses después de la fundación del PDL, creado con el objetivo de convertirse en el gran partido italiano de principios del tercer milenio, aunque desde hace 16 años -cuando comenzaron a caminar juntos en política- las relaciones entre Berlusconi y Fini no han sido un camino de rosas.

En los últimos meses se deterioraron profundamente, debido, primero, a las advertencias de Fini a Berlusconi de que depende demasiado del partido aliado separatista y de tintes racistas Liga Norte, y después a las críticas por el uso reiterado a las mociones de confianza y a los decretos leyes por parte del Gobierno para aprobar normas y acortar así los trámites parlamentarios.

Fini también ha criticado duramente al Gobierno expresando sus dudas sobre las reales intenciones del Ejecutivo para combatir la mafia, ha presionado para que dimitieran dos ministros y un subsecretario por varios escándalos y ha exigido ética al Ejecutivo.

Asimismo ha mostrado su contrariedad a la llamada “ley mordaza” aprobada por el Gobierno de Berlusconi que limita el uso y difusión de las escuchas telefónicas en investigaciones oficiales y se movió hasta que logró que se aprobara una enmienda que permitirá la publicación de las escuchas consideradas “relevantes”.

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