El pasado fin de semana, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA difundió los resultados de su relevamiento sobre la situación social y arrojó un dato estremecedor. De acuerdo a dicho centro de estudios, la pobreza alcanzó el 57 por ciento a nivel nacional.
Se trata de una cifra que permite hacer visible una realidad que se palpa todos los días y que en Rosario tiene muchas expresiones. Una sumamente preocupante es el impacto del dengue durante este verano.
Con los intensos calores que se vivieron entre enero y febrero, los casos de dengue crecieron hasta los 1.741 contagios en Rosario, de los cuales 1.593 son autóctonos. La mayor concentración se da en la zona oeste y noroeste, de acuerdo a lo consignado desde la Subsecretaría de Salud y Territorio municipal.
En el Concejo Municipal, la edila justicialista Julia Irigoitia presentó un pedido de informes para que el Ejecutivo local brinde información fehaciente sobre la cantidad de casos confirmados por laboratorio, si se produjo un agravamiento en los pacientes con dicha enfermedad que requirieron atención de mayor complejidad, que se indique la cantidad de casos por barrio y se detallen las acciones que se llevan a cabo para combatirlo.
“Estamos viviendo una situación dramática a nivel social, en la que el gobierno nacional tomó la decisión de empujar a la pobreza a una porción muy grande de la población, quitándole todo acompañamiento y contención. En ese sentido, creemos que el Municipio no puede dejar a la gente sola, tiene que gestionar con eficiencia. Lo primero que necesitamos para hacerlo es buena información”, explicó la concejala.
El sábado pasado, el dengue se cobró la primera víctima fatal en la ciudad, con el fallecimiento de un hombre de 38 años que se encontraba internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
La gravedad de la situación rosarina tiene un parámetro en las dimensiones de la problemática a nivel provincial. Según el Ministerio de Salud de Santa Fe, en todo el territorio de la provincia los casos suman 1.967 desde finales de 2023. Es decir, Rosario concentra casi el 90 por ciento de los contagios.
Al respecto, Irigoitia explica que “esta es una situación que era previsible y sobre la que se advirtió, necesitamos que el Municipio asuma sus responsabilidades y enfrente el desafío de cuidar a los rosarinos y rosarinas en un contexto sumamente complicado. De la mano de los vecinos, estamos pidiendo cuestiones básicas: fumigación, corte de pastizales, entrega de repelente y analgésicos, saneamiento de zanjas, campañas de concientización para la prevención”.
Desde el Municipio informaron que se realizaron visitas a más de 2.500 viviendas para rastrear personas con fiebre, se promueve el descacharrado y se hicieron fumigaciones; sin embargo, esto parece no alcanzar. “Nosotros vemos que, si el gobierno nacional decide desentenderse de la gente, a nivel local hace falta multiplicar los esfuerzos para evitar que la situación se desborde”, concluye Irigoitia.
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