Policiales

Sangre en Villa Gobernador Gálvez

Investigan si a Berton lo acribillaron como respuesta a otro ataque horas antes

A Martín Sebastián Berton le decían Narigón. Tenía 35 años y era de profesión mecánico. Era conocido por ser el hijo de Marta Cabrera, dirigente peronista que es secretaria de la sede local del Partido Justicialista.


A Martín Sebastián Berton le decían Narigón. Tenía 35 años y era de profesión mecánico. Además, era conocido por ser el hijo de Mónica Cabrera, una dirigente peronista de Villa Gobernador Gálvez que es secretaria de la sede local del Partido Justicialista. En la madrugada de este miércoles, a las cinco, la muerte lo alcanzó arriba de su auto, frente a la casa de su madre, en San Juan y Presidente Roca. Nadie sabe qué hacía despierto por esas horas, lejos de su vivienda de calle Ecuador.

Los investigadores creen que los verdugos iban en una moto que se apareó al Chevrolet Corsa de Berton. El vehículo fue una trampa mortal: Berton recibió más de 30 impactos y murió en el acto. Se especula que le vaciaron un cargador de ametralladora. Los pocos vecinos despiertos hablaron de “ráfagas”.

Mónica Cabrera, que a esas horas se preparaba para ir a trabajar a la Municipalidad, escuchó los disparos cercanos y llamó al 911. Nunca pensó que la víctima del ataque era su hijo. De hecho, contó, hasta hace poco Berton tenía su auto secuestrado en el corralón. La mujer tuvo que ser contenida por vecinos al enterarse de que la persona acribillada era Martín.

Berton tenía una hija de un año y según sus familiares era mecánico, trabajaba en un taller de plegados de chapa y también en el puerto.

En su Facebook, Berton exhibía como un lema una reflexión sobre sus orígenes y la fragilidad de la vida: “Me crié adentro de un rancho, entre humo, mate cocido, torta frita y fui muy feliz. Nadie es más que nadie. Venimos de la nada y nos vamos sin nada”. Su madre, entre llantos, sostenía al mediodía las zapatillas diciendo: “Es lo único que me dieron, no me dejaron acercarme”.

Cabrera dejó un mensaje para la dirigencia política de la provincia: “Yo quiero que el ministro (de Seguridad, Marcelo) Sain resuelva, no quiero un número más. Todos son un número, ajustes de cuenta. Y nos matan todos los días una persona, criaturas, chicos. Quiero la verdad, nada más. Mi hijo no tenía antecedentes. Si fuera en Ceres, en el norte, donde está Perotti y donde está Sain lo resuelven al día siguiente. Pero en la zona sur y en Villa Gobernador Gálvez esto queda impune”.

Por la mañana, en entrevista con LT9, el jefe de la Policía de Santa Fe, Víctor Sarnaglia, dijo que el crimen de Berton “a primera vista se trata de un ajuste de cuentas entre personas con antecedentes dedicadas a actividades fuera de la ley”. El ex jefe de la Tropa de Operaciones Especiales, además, se explayó sobre la situación de violencia que azota el Gran Rosario: “Acá una cuestión sociológica que marca una diferencia entre las actividades criminales de otras ciudades del país. La diferencia con la provincia de Santa Fe y otras comunidades similares es que aquí vienen de una costumbre de resolver sus problemas “comerciales” con este nivel de violencia”. Berton pasó a engrosar la lista de homicidios en 2020, siendo la víctima número 40.

Otro ataque, ¿relacionado?

El brutal asesinato de Berton estuvo precedido por una balacera ocurrido a las 3 de la mañana en Monte Hermoso al 1000, en el sur de Villa Gobernador Gálvez, sobre el límite con Alvear. Según fuentes policiales y de Fiscalía, varias personas encapuchadas tirotearon desde un auto una casa cuyos moradores repelieron el ataque. Los peritos recolectaron en la escena 30 vainas servidas y, en la inspección a la vivienda atacada, encontraron una pistola calibre 32. Cuatro personas quedaron demoradas sospechadas del delito de tenencia ilegal de arma de fuego, y su situación procesal se resolverá en el día, dijeron desde Fiscalía. “En relación a la posible vinculación con el homicidio de Berton, “es una línea que se investiga por el momento no corroborada”, dijeron desde el MPA.

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