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Investigan el crimen de metalúrgico

La víctima recibió dos disparos en cuello y cráneo en Gaboto al 3700.


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Un empleado metalúrgico de 65 años fue acribillado a balazos ayer a la mañana por un desconocido que se acercó cuando la víctima estaba a bordo de su automóvil en la entrada de su garaje de Gaboto al 3700 y disparó en al menos cuatro oportunidades para huir en un Volkswagen Gol color rojo. Los pesquisas indicaron que tras el ataque, el hombre murió en el acto producto de dos impactos calibre 9 milímetros, uno a la altura de cuello y el otro en la cabeza.

De acuerdo con la investigación, el confuso episodio sucedió ayer a las 7 de la mañana cuando la víctima fatal, identificada como Carlos Toledo, de 65 años, sacó su automóvil Alfa Romeo gris plata del garaje de su vivienda de Gaboto 3750 para ir al taller metalúrgico Lucero como todos los días. Tras cerrar los dos portones, el hombre subió a su vehículo que estaba en marcha. En ese momento, un desconocido se acercó y abrió fuego contra el empleado, explicaron los uniformados.

Como consecuencia de la balacera, un proyectil impactó en el cuello de la víctima mientras que el segundo ingresó a la altura del parietal lo que le ocasionó la muerte en el acto, prosiguieron voceros.

A su vez, los pesquisas agregaron que en el lugar se recolectaron cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros.

“Es un hecho confuso y estamos en plena etapa investigativa. El personal policial constató que el fallecido tenía sus pertenencias de valor lo que hace suponer que se trató de un ajuste de cuentas, pero se desconoce el móvil. Un testigo declaró que el atacante fue un muchacho, quien luego de disparar se subió a un Volkswagen color rojo con vidrios polarizados. Sin embargo, no podemos asegurar esta hipótesis”, explicó una alta fuente policial.

Además, una vecina contó a la prensa que ayer a las 7 el hombre dejó el Alfa Romeo en la vereda, cerró los dos portones  para luego subirse a su auto. En ese momento, un joven que estaba a 50 metros, se acercó y abrió fuego. Tras lograr su cometido, el desconocido huyó a la carrera hasta la esquina de Castellanos y se subió a un  Volkswagen color rojo conducido por otro muchacho.

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